-Se inicia el juicio contra Michael ________ (ta) por cargos por violación a menores de edad, desordenes en la vía pública… .-
Y no pude seguir escuchando ¿Cómo era posible que mi padre hubiera hecho tanto daño y a tanta gente? Estoy segura que estará de por vida encerrado en la cárcel…...
-Señorita –me dijo el hombre- ¿reconoce al hombre que intentó secuestrarla?.-
- Si –dije.-
- ¿Podría apuntarlo por favor?.-
- Si –apunté en dirección a mi padre, por alguna razón el estaba muy tranquilo- es él.-
- ¿Qué relación mantiene con el sujeto?.-
- Él es mi padre –declaré- pero nos abandonó cuando era una bebé, no sé las razones que el tiene pero intentó en dos ocasiones raptarme.-
- Gracias.-
Me paré del estrado y miré a mi padre, sus ojos no tenían expresión y me senté nuevamente al lado de mi hermano, me rodeó con uno de sus brazos y acarició mi cabeza…
-Se ha declarado al acusado culpable por los múltiples delitos hechos a su cargo –mi padre sonrió- se le sentencia a 65 años de cárcel sin posibilidad de reducir los años –el juez golpeó con el maso y vi como dos policías levantaban a mi padre y lo tironeaban hacia la salida, llevaba las esposas puestas. Me lanzó una última mirada y me sonrió para después despedirse con la cabeza.-
- Ahora todo está hecho –dijo mi hermano, se paró y luego me tomó de la mano y volvió a abrazarme- ¿estás bien cierto?.-
- Si –dije- ¿ahora qué te dio por preocuparte por mi? –el rió.-
- Mejor vamos a comer algo, hay un McDonalds cerca –comenzamos a caminar- eres mi hermana –dijo de repente- no importa cuántas veces me sacas de quicio, aun así tengo que cuidarte.-
- Ya no volverá –suspiré- que manera de recordar a mi padre.-
- Créeme que yo tengo peores recuerdos –dijo Samuel evitando mirarme , entramos al McDonalds y nos sentamos.-
- Estos meses han sido un asco –dije gruñendo, una chica se acercó a nosotros y pedimos un paquete grande de papas fritas y para cada uno una hamburguesa y una bebida.-
- Han sido especialmente duros para ti –tomó mi mano- lo siento por no apoyarte, Cami me hizo pensar ayer y fui yo el imbécil, fui yo el que tenía que cuidarte y no lo hizo y lo lamento.-
- Así que por eso me invitaste a comer a McDonalds –la chica dejó la comida sobre la mesa y le guiñó el ojo a mi hermano- mira –saqué un papel dentro de la caja de papas- tienes un número telefónico.-
- No me interesa –botó el papel al suelo y noté como la mesera nos miraba mal- quería hablar contigo, sé que ya eres grande y en un tiempo serás ya una adulta pero… te amo, eres mi hermanita y quiero lo mejor para ti. No me gusta hacer idioteces, y sigo creyendo que lo que le hiciste a Louis fue una idiotés pero ahora debo dejarte hacer y tomar tus propias decisiones.-
- Puedes opinar –le digo- pero no dejar de hablarme y tratarme como basura.-
- Lo siento de nuevo –tomó su hamburguesa y le dio un gran mordisco- pero bueno…. ¿de los errores se aprende o no?.-
- Tienes razón –suspiré- en la casa en la que estaba cuando papá intentó secuestrarme era la del mejor amigo de Louis.-
- ¿Qué?.-
- Yo no lo sabía, estaba asustada y solo golpeé puertas al azar, su mamá me abrió y me ayudó. Espero que Louis no se entere, no quiero que sienta pena de mi.-
- ¿No has pensado en volver con el?.-
- Te mentiría si te digo que no pero… no debemos estar juntos y punto –lo miré- no quiero hablar mas del tema.-
- Está bien –dijo y rodó los ojos, comencé a comerme las papas fritas- ¿Estás lista para convertirte en una universitaria?.-
- Estoy bien con eso, no le veo la gran cosa –dije en serio- por lo menos ahora no entro a clases el mismo día de mi cumple.-
- ¿Vas a hacer algo por tus 18?.-
- Neee –me estiré y comí mi hamburguesa- sinceramente, quiero descansar y dormir hasta tarde.-
- Recuerdo que para mi cumpleaños de 18 hice una fiesta enorme pero era ¡colosal! Tuve que encerrarte en tu cuarto para que no vieras a mis amigos ebrios.-
- Y en tu cumple pasado, viejo de 26 –me burlé- solo te fuiste a la casa de tu novia.-
- Llevé el CD que me regalaste, a ambos nos gusta Maroon 5.-
- J ajá seguramente lo “escucharon” –hice comillas con mis dedos.-
- Ya suficiente, estamos comiendo –me miró y comenzamos a reir, seguimos comiendo.-
- ¡Oh mierda! –dije mirando mi celular- ¡voy tarde! –dije alarmada.-
- ¿tarde? ¿a dónde?.-
- Entrevistas de trabajo, las arreglé todas para hoy para ver si alguna me acepta.-
- ¿Trabajo? No me habias dicho nada.-
- Corrección –lo miré- te dije pero no me tomaste en cuenta.-
- ¿Dije que lo siento? – hizo cara de cachorrito.-
- Nos vemos en casa mas tarde –me paré y le di un corto abrazo para luego salir corriendo rumbo a las entrevistas que Perrie me había conseguido.-
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-Lo siento, no eres lo que buscamos –dijo.-
- Está bien.-
Me paré, era la tercera entrevista en el día y nada, los trabajos que Perrie me ofreció fueron echados a la basura, al parecer mi imagen no les daba mucha confianza a los empleadores. Me quedaba mi última opción, ser mesera de ese nuevo restaurant-bar y no se que mas que instalaron en el centro, al parecer el tío de un conocido de Mathew era el dueño y necesitaban urgente personal. Llegué sin muchas esperanzas, entré a la sala del “Gerente” y me sorprendí al ver a una mujer de 30 años… ¿no qué era conocido? ¿no se suponía que era un hombre?...
-Eh hola –me presenté y extendí mi mano, ella la aceptó y nos saludamos- Soy ______ y vengo por el trabajo de mesera.-
- Mmmm –me miró- está bien- ¿qué? ¿tan fácil?.-
- ¿De verdad? –pregunté, y vi como ella sacaba unas fichas.-
- De verdad –me sonrió- me das buena espina y creo que puedes encargarte de varias cosas, además necesito chicas como tu inteligentes y bonitas –sonreí- soy la co-dueña por así decirlo, mi esposo es el otro dueño –empezó a anotar en la ficha- solo necesito tus datos y vienes a recoger tu uniforme mañana. Empiezas el jueves, tus turnos serán los jueves, viernes y sábados.-
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