"Cita"

36 1 2
                                    

Ian llega una hora después de que le marque.

Ian lee rápidamente lo que escribí.

-Joder Greta, según esto, el tipo debió morir hace tiempo. - Dice. Al parecer vio mi cara de desconcierto porque dice. - ¿Como mierda ayudo a no morir a un puto muerto Greta?. - Espeta este brusco.

-Ian, joder yo te dije que lo que escribía ahi. - Digo señalando mi "Diario"  que se encuentra en mi sillón de la sala. - No son visiones, o algo parecido, no es algo que vaya a pasar, es algo que sucedió. - Digo. - O a lo mejor no son nada. - Digo.

-Tienen que ser algo, joder Greta, nadie tiene sueños tan morbosos. - Dice Ian.

-Pero si pesadillas. - Digo.

-Las pesadillas también son sueños. - Puedo ver la ira de Ian, esta enojado por no poder hacer nada. - Me tengo que ir. - Dice. Y se dirige hacia la puerta para salir.

Me gustaría que se quede. Sabía que te gustaba. Dice mi conciencia.

Cuando Ian se va, regreso a mi habitación y duermo, en un par de horas voy a ir a conocer a la familia de mi "novio".

Me despierto tres horas antes de la reunión Dunnigan. Ya saben, Roger Dunnigan, familia Dunnigan.

Me meto a bañar rápidamente, todavía tengo que ir a hacer una visita a Sofía. Mi vecina-mejor amiga.

Salgo de bañar y me pongo unos jeans y una camisa cómoda, en fin luego me lo quitare.

Sofía no vive muy lejos de mi casa, son unas casas de distancia.

Su casa es amarilla de dos pisos, con un jardín envidiable, me pregunto de donde sacará el tiempo libre para mantenerlo tan bello y vivo si siempre está tan ocupada.

Me paro enfrente de su cada y toco la puerta un par de veces antes de que salga una muy desarreglada Sofía.

-Hola. - Digo.

-Hola, ¿Como has estado?, tanto tiempo, ¿Por que ya no has venido?. - Dice ella atropelladamente, mientras me abraza.

Torpemente le devuelvo el abrazo.

-Perdón, estuve algo ocupada. Tengo un compromiso elegante, y me pregunté, ¿Si podrías prestarme unas prendas elegantes? Ya saben para la ocasión. - Digo en cuanto nos hemos separado.

-¿Una ocasión especial?, ¿Como que?, ¿Una cita?. - Dice ella en un chillido de emoción.

-Algo así. - Le digo. Técnicamente si es una cita.

-Claro, claro pasa, y de una vez te peinó, maquilló, hasta te puedo hacer un depilado brasileño* por si tienes suerte...  - Empieza a decir, pero la corto.

-No me voy a tirar a un chavo en nuestra primera cita. - Le digo.

-Bueno, bueno. Ven pasa.

Noto muy silenciosa la casa para estar habitada por tres pequeños niños.

Al parecer Sofía se da cuenta de cómo note una diferencia en su casa porque dice.

-Se fueron a un campamento por unos días. - Me informa. Se refiere a sus hermanos. Yo asiento.

-Vamos a mi habitación, ahí podemos elegir mejor tu ropa. - Me dice tomando mi mano y arrastrandome por las escaleras hasta su habitación.

Una hora y media después, estoy maquillada, con una falda de vuelo negro, y una camisa blanca medio transparente y un collar dorado, con unos tacones negros, creo que estoy bien, bueno según Sofía, si.

-Estas divina. Se le parará solo de verte. - Dice esta con una sonrisa en su cara.

Le sonrió con mucho afecto y la abrazo.

Nuestra historia es muy complicada. Yo la conocía mucho antes de mudarme aquí. Crecimos juntas, junto a Kian, vivimos los tres en la misma calle, luego ella se mundo, no tenía ni idea de que luego sería mi vecina diez años después. Casi muero de la felicidad cuando supe que vivía aquí. Aunque claro no estaba enterada sobre lo de la muerte de sus padres. Ella es muy fuerte.

Cuando nos despedimos, voy directo a la casa de Stuart, ya que con Roger quedamos de vernos ahí.

-Hola. - Le digo a Stuart cuando me abre puerta.

-¿Greta?. ¿Donde dejaste al horrible, varonil y fuera de moda hombre que eres?. - Dijo.

-Conoció el maquillaje y los tacones negros altos y se enamoró. - Le digo en broma y rodando los ojos por su comentario.

-Pasa, Roger no tardará en venir. - Me dice haciéndose a un lado para que pueda pasar.

-Aunque odie todo esto, tengo que aceptar que gracias a eso, pierdo toda sospecha de que no seas mujer. - Dice el burlonamente.

Nota mental: Dejar de usar ropa tan holgada.

-La última vez que fui al baño tenia vagina, con ropa holgada o con falda. - Le digo.

Después de eso, hablamos de cosas sin relevancia, me eh dado cuenta de lo gracioso que puede llegar a ser Stuart.

Su casa vuele a rosas.

Vuele mejor que mi casa.

Mi casa vuelve algo así como si alguien o algo hubiera muerto. Muerte, desesperación, sueños rotos.

Mi antigua casa también olia así.

Es ahora como un aroma conocido para mi. No es que me agrade el olor, solo, uno se acostumbra.

Cuando llega Roger, no intercambiamos muchas palabras, en el camino tampoco hablamos mucho más.

El auto de Roger también olia a rosas. ¿Las rosas será el olor a los gays o que?.

El constante olor a rosas me recordaba que Roger era gay, porque si no fuera por eso, encerio pensaría que estoy lleno a conocer la familia de mi novio.

Oh no.

Nos estamos dirigiendo a las residencias más costosa de todo el puto pueblo.

Roger debió de notar mi nerviosismo porque me aconsejo.

-No estés tan nerviosa, te sabes la historia, te amarán. - Me dice mientras estaciona su auto enfrente de una enorme casa. O mejor dicho abarcando enfrente de una jodida mansión. Fácil ahí podría vivir todo el pueblo cómodamente.

Puedo hacer esto. Puedo hacer esto. Puedo hacer esto. Puedo hacer esto. Puedo hacer esto. Puedo hac... 

Joder, decirlo no lo hace más fácil.

Just Go. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora