Yunho se encontraba sentado en el sofá, la fiesta aún seguía pero ya no habían tantas personas y todo el lugar apestaba a celo. Tomaba cerveza intentando embriagarse para que su alfa dejara de molestar, pero una voz hizo que saliera de sus pensamientos.
—Yunho, toma —era San, el primo de Seonghwa, conocía al omega ya que vive con el mayor desde qué llegó a corea. El omega pelirosa le tendió una bolsa de hielo— Para tu mejilla, creí que se pondría morada si no te ponías algo —Yunho asintió y tomó la bolsa.
—Gracias —soltó un pequeño gemido de dolor al sentir el frío sobre el golpe, mentiría si dijera que no le dolía, pero más le dolía que Yeosang lo hubiera rechazado tan directamente.
—Hwa me dijo que... Tu omega te dejo —San se sentó junto a el y Yunho solo pudo sonreír con ironía.
—El no es mi omega Sannie, ya tiene un alfa que lo cuide...
—Bueno, entonces estoy seguro de que pronto encontrarás a un omega para tí —le dió unas palmaditas en el hombro a Yunho y se levantó nuevamente— Tengo que ayudar a Seonghwa, vamos a empezar a limpiar desde ahora, ya sabes es un histérico del orden —Yunho río un poco.
—Está bien, luego iré a ayudar —San asintió y se fué con su primo. Yunho sintió un poco de calidez y ya no se sentía tan mal.
Pero el y San aún tenían mucho por delante.
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Mingi dejó a Jongho en la cama, para su pesar había ido a hablar con Seonghwa cuando éste volvió para preguntarle donde podría dejar a Jongho y Seonghwa le dijo amablemente donde estaba su habitación y también le había dado un cubo por si llegaba a vomitar.
—Yeosang, ¿Tu puedes cuidarlo? Voy a buscar las llaves del auto, te llevaré a casa y luego iré a dormir con Jongho para asegurarme que esté bien —el omega asintió mientras miraba cómo Jongho dormía en la cama de Seonghwa, se veía tan hermoso, aunque olía a alcohol y tenía varías heridas en el rostro. Yeosang solo podía agradecer que estuviera "bien"
El omega tomó un algodón y le puso antiséptico para desinfectar las heridas de Jongho, primero limpió la sangre de su nariz y luego el corte que tenía en el labio. Jongho reaccionó y se quejó por el ardor.
—Duele —dijo en voz baja, el alfa abrió los ojos y se sentó en la cama quedando frente a el omega. Yeosang tragó saliva con algo de nerviosismo.
—No dolería si no hubieras empezado a pelear —regañó al alfa y éste hizo un puchero.
—El iba a besarte, ¿Querías que hiciera? —Yeosang, que ahora estaba curando la ceja del mayor que también tenía un corte, evitó la fija mirada del mayor y se encogió de hombros—Yo no quería que lo besaras —admitió.
—¿Por qué? —se atrevió a preguntar el castaño.
—No se si no lo entiendes o quieres que lo diga en voz alta, pero estaba celoso, estoy celoso —confesó—Tengo envidia de que Yunho pueda atreverse a besarte o a coquetear contigo frente a todos, y quizás si no estuviera algo ebrio ni siquiera podría estar diciendo esto.
