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Jongho apretó levemente su tacto y miró a los ojos del omega.
—¿Lo dices en serio? —todos los sentidos de Jongho estaban alterados al escuchar al omega.
—Si, quiero que tengamos un lazo —besa la mejilla del alfa— Quiero que oficialmente me reclames como tu omega.
El mayor apenas procesaba las palabras del omega, pero su lobo se había vuelto impaciente de cumplir con el pedido de Yeosang.
—Entonces así será, voy a marcarte —murmuro sobre los labios de Yeosang. El omega sonrió y besó nuevamente a su alfa.
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Luego de su conversión, ambos no pudieron permanecer en el lugar por mucho tiempo y se las arreglaron para ir rápidamente al apartamento.
Y ahora ya había llegado el momento. No habían perdido el tiempo, ninguna pudo apartar las manos del otro desde que entraron al departamento.
Jongho estaba dentro de su omega, dando las últimas estocadas, casi listo para anudar a Yeosang y reclamarlo.
—Te amo —dijo el mayor besando el cuello de Yeosang y mordiendo un poco.
—Mhh yo también te amo mi alfa...
Jongho decidió dejarse ir justo después de Yeosang, los colmillos del alfa se asomaron y se acercó a la tersa piel del omega, ésta se erizó gracias a la cálida respiración del mayor. Sus caninos desgarraron la piel de Yeosang e hicieron una bella marca en el espacio entre el hombro y su cuello.
El castaño gimió, no sabía si odiaba o amaba ese dolor, pero sin dudas cualquier dolor era soportable si le permitía estar toda su vida junto a Jongho.
El alfa lamió la herida para limpiarla y la admiró con orgullo. El nudo bajó rápidamente luego de hacer la marca y salió con cuidado del omega.
—Luces hermosamente mi marca, amor —besó los labios de Yeosang y éste sonrió durante el beso.
