TINY ALPHA ━ JONGSANG

30

Luego del fin de semana el celo de Yeosang había prácticamente acabado, todavía tenía un aroma un poco fuerte pero nada que los supresores no solucionen.

Ahora ambos se encontraban en el auto de Jongho, fuera de la casa del omega.
Yeosang estaba nervioso de hablar con su padre.

—¿Bajamos, Yeo? —el omega respiró profundamente y asintió.
Ambos se acercaron temerosos a la casa y Yeosang golpeó la puerta.

Fué Seulgi quién abrió y abrazó a su hijo inmediatamente al verlo.

—¡Yeosang!

El omega se mantenía algo reacio al contacto.
Jongho notó la actitud del omega y de mantuvo al margen, simplemente se sentó en la sala.

—No me gusta que te vayas enojado —dice la alfa.

—¿El sigue aquí? —ingnora por completo a su madre.

—El está en la habitación de invitados... Yeo, no tienes que hablarle si no lo deseas pero no tiene donde quedarse.

—Lo haré, hablaré con el —Seulgi sonríe y asiente.

—Sube y hablen a solas —el castaño asiente y camina nervioso hasta donde se encontraba su padre.

Una vez a solas Seulgi mira a Jongho.

—Gracias por cuidar de el, se que algo haz tenido que ver con que quiera hablar —Choi sonríe ante la sinceridad de la alfa.

—Yo solo le consolé, Yeosang es muy maduro también, pero la ha pasado mal.

—Lo se... Y yo también, perder al amor de mi vida no fué nada fácil, menos dejándole con alguien que no cuidó bien de el.

Jongho asintió en silencio, tratando de entender la situación.

Yeosang suspiró y abrió lentamente la puerta, vió a su padre durmiendo tranquilamente y no pudo evitar sentir nostalgia recordando como de niño el iba a despertarle para que lo llevara a la escuela.
Con los ojos aguados se sentó en la orilla de la cama y observó en silencio al hombre.

Su padre se removió y momentos después despertó, siempre había tenido el sueño liviano.
El omega mayor creyó aún haber estado soñando al ver a Yeosang frente a el.

—Hijo —la voz salió de forma afligida de su garganta.

—Voy a escuchar lo que quieras decirme —dice tratando de ser distante a pesar de que su cachorro interior quería saltar en brazos de su papi.

—Gracias —murmura— No sabes cuánto me emociona que me dejes hablarte —Junmyeon toma la mano de Yeosang— Te pido primero que nada mi perdón, a pesar de que se que lo que hice es completamente imperdonable.

Yeosang escuchó en silencio tratando de mantenerse dentro sus emociones.

—Yo... No se si haz conocido a tu destinado Sanggie, pero si lo hiciste, seguro entenderás que es una sensación muy fuerte y aveces muy buena también.

>>Cuándo encontré al mío, yo sentí al contrario cómo mi vida se desmoronó. Amé a Seulgi prácticamente toda mi vida y ella me dió lo más importante que tengo, ayudándome a darte la vida.

>>Al principio no actúe al respecto, mi intención no era romper mi familia, nunca creí en los predestinados y mi parte humana ama a tu madre. Pero sabes que aveces nuestro lobo y la diosa Luna tiene otros planes.

>>Y mi destinado, por el contrario de amarme, se encargó de quitarme todo lo que amaba en la vida. Se que no estoy libre de culpas, porque también tuve que ver, pero lamentablemente con el tiempo tuve que aceptar que debía separarme de Seulgi.