—¡Papi, papi! Renjun me tiró el cabello —la más pequeña de los Song corría a los brazos de su papá.
Song Chaewon, es la linda princesa de su papá Mingi.
—¡Renjun! —Yeosang salió de la cocina dispuesto a regañar a su hijo.
El pequeño Renjun le miró con ojos de cachorro.
—Papá lo siento pero Chaewon es muy molesta y no me deja jugar a solas con Jeno.
Por su parte, Jeno, es un año mayor que Chaewon y Renjun. Ya tiene siete años. Pero es muy tranquilo y rara vez le hace caso a los pequeños diablitos.
Yeosang suspiró y frotó sus cienes.
—No puedes jalar su cabello, ni por Jeno ni porque sea molesta. Ahora debes pedirle perdón.
—Está bien —dice de mala gana y se acerca a la niña— Lo siento por tirarte del cabello... ¿Quieres que te comparta de mis dulces?
La niña parece pensarlo pero finalmente acepto las disculpas de Renjun y volvieron a jugar.
—Lamento el comportamiento de Renjun —dice Yeosang a Mingi y Hongjoong.
—Es solo un niño, lo bueno es que pidió perdón —Kim le tranquiliza.
—Verás que ahora seguirán jugando como siempre —dijo Mingi.
—Bien, ¿Saben cuando volverán Yunho y San?
—No estoy seguro, pero estaban esperando al camión de mudanza.
Yunho y San habían vuelto a instalarse en corea, se habían ido por cuatro años a Estados Unidos pero decidieron volver. Así que ahora estaban terminando de instalarse.
—Espero que Jeno no esté incómodo, el solo nos veía en vacaciones y además Renjun invade su espacio personal...
—Creo que estará bien, además Seonghwa debe estar por llegar, la presentación de ballet de Hyeongjun debe estar por acabar... —dijo mirando su reloj.
Los mellizos, ahora con diez años, son más bien diferentes. Hyeongjun es tan hermoso y delicado ama la danza, mientras que Minhee es muy gracioso y es fan de los aliens. Además que Seonghwa y Wooyoung tenían ahora una pequeña niña de cuatro años: Lía.
Casi una hora después, Wooyoung y Seonghwa llegaron a la casa de los Choi-Kang.
—Hola, ¿Cómo te fué cariño? —dijo Yeosang ayudando a Hyeongjun con su abrigo.
—Aburrido —respondieron Minhee y Lía, Hyeongjun les mostró la lengua.
—Fué divertido, creo que lo hicimos muy bien.
—Claro que lo hicieron bien, fueron los mejores —comenta Seonghwa— mi pequeño es tan hermoso, voy a tener que alejar a sus pretendientes pronto —dijo acariciando el cabello de su hijo.
Hyeongjun se quejó de su padre y luego se fué junto a sus hermanos a jugar.
—¿Crees que Hyeongjun sea un omega? —pegunta Yeosang.
—Es lo más probable para mí —dice Wooyoung— Vamos a cuidarle mucho.
Yeosang solo rió y negó con la cabeza, Wooyoung y Seonghwa los dos eran muy sobreprotectores. Sin dudas el alfa de Hyeongjun lo tendría difícil.
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