—¡Gigi y yo tendremos un bebé! —anunció Hongjoong a sus amigos, todos felicitaron a la pareja con emoción.
Como Wooyoung había dicho, Yunho y San habían sido los segundos en ser padres, ahora tenían a un pequeño cachorrito. Jeong Jeno. Un bebé de apenas tres meses.
Hyeongjun y Minhee tenían ya dos años y medio, ambos muy preciosos y consentidos por sus padres.
—Tengo dos meses de embarazo —dice Hongjoong feliz.
—¿Quieren que sea un niño o una niña?
—Quiero que sea un niño —responde el omega.
—Yo quiero una niña, la semana pasada tuvimos esta discusión ya tres veces —dice Mingi riendo y besando la mejilla de su omega.
Yeosang observaba a sus amigos con felicidad, pero muy dentro de el, su omega se sentía algo fuera de lugar.
—Quiero que Jongho sea su padrino —comenta Kim con emoción.
—Estaría encantado hyung —abraza a su mejor amigo y es correspondido.
—Lo prometí de niño, yo seré el padrino de tu cachorro tambien —luego de las palabras de Hongjoong, Jongho y Yeosang no pueden evitar mirarse por un momento.
—Aún falta para eso, ¿Verdad Sanggie?
—Oh... Eh si, aún no es momento —responde algo dudoso.
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La pareja llegó a casa luego de la cena que habían tenido todos juntos.
Habían dejado su primer departamento luego de la boda, ambos ahorraron por mucho tiempo y ahora tenían una linda y acogedora casa. Dos habitaciones, un baño, una linda cocina, un comedor y jardín bastante amplio. Ambos aman la casa desde que la compraron.
Ahora ya llevaban casados casi dos años.
El omega suspiró con cansancio, había sido un largo y en la tarde dió muchas clases, Yeosang enseña canto en un instituto privado. Si bien su día había sido agotador, no era lo único que tenía al omega algo decaído. Ver a todos sus amigos tener bebés le causaba felicidad claro, pero ahora el también tenía ganas de formar una familia con su alfa.
—Yeosan, mi amor, ¿Que es lo que ocurre? —Jongho empezó a masajear los hombros de Yeosang, quien ya estaba sentado en la cama que compartían. El omega suspiró con pesadez.
—Solo estoy cansado —su voz suena frágil, no quería llorar frente a Jongho, pero sus emociones le estaban traicionando.
El alfa no pareció conforme con la respuesta.
—Yeosang —Choi se puso frente al omega y acarició la marca del omega causando un suave jadeo— ¿Recuerdas esa marca? No puedes mentirme, puedo sentir que lo que tienes no es un simple cansancio.
