Señales - Capítulo 2

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Completamente atónita, Carol continuaba sin poder dar crédito a lo que veían sus ojos.

«Esto debe ser una maldita broma» pensó, sin poder dejar de pestañear una y otra vez.

- ¿Carol? – preguntó preocupada Michonne, tras percatarse de como el rostro de su amiga se petrificaba en tan solo cuestión de segundos – ¿Estás bien? ¿Te ocurre algo?

Carol, la cual continuaba fijando la vista en aquel chico rubio, no contestó; alargando todavía más aquel desconcertante silencio.

- ¡Nena, no me asustes! – exclamó finalmente Michonne, dándole un pequeño manotazo en el dorso de la mano, que esta tenía posada encima de la mesa; la misma mano con la que, escasos minutos atrás, Carol había marcado el compás de la canción de ACDC - ¡Contéstame de una vez que me estás preocupando!

Tras aquella llamada de atención, Carol logró volver, de nuevo, en sí; pasando a fijar la mirada en su amiga.

- Perdona Mich... – trató de excusarse como pudo – Estoy tan concentrada en la música que me he ido por un momento a mi mundo...

- ¿A tú mundo? – añadió con cierto sarcasmo Michonne – Te dejo un poco más de tiempo y llegas al maldito Nirvana nena.

Carol chistó divertida; Michonne y sus elocuencias.

- Por cierto, aprovechando que estás de nuevo en la Tierra y tengo el modo "cotilleo" activado ¿Tú crees que entre Rosita y Abraham sigue habiendo algo? – preguntó con mucha curiosidad Michonne, mientras miraba de reojo a la zona dónde se encontraban sus amigas y los dos chicos – Ella dice que sólo son amigos ya, pero... ¿Tú has visto cómo la mira? Ya sabes lo que dicen, dónde hubo fuego cenizas quedan...

Carol trató de mantener la mirada fija en Michonne, con la esperanza de poder llegar a seguir aquella conversación, pero sus ojos sucumbieron a los andares vacilantes del rubio en su camino hacia la barra del bar.

Toda su atención, la tenía él.

- Puede ser... – contestó Carol, tratando de simular que estaba siguiendo aquella conversación; pero su tono de voz y su mirada la delataban.

Tras aquella escueta respuesta, Michonne fijó de nuevo su atención en la pelirroja; dándose cuenta de que Carol continuaba de nuevo evadida en su mundo, con la mirada perdida en el horizonte.

- Puede ser, ¿eh? – repitió abatida Michonne, alargando su brazo, de nuevo, hasta la mano de su amiga; esta vez, para acariciar su mano suavemente– ¿Vas a decirme de una vez que es lo que está "maquinando" esa cabecita tuya?

Aquel suave toque y el tono que empleó Michonne, consiguieron hacer que la pelirroja saliese, finalmente, de aquel trance hipnótico en el que aquel misterioso rubio la había sumergido.

No podía llegar a entender por qué la presencia de «James Dean» había conseguido descolocarla de aquella manera.

Debía centrarse en aquella noche de chicas. En nada más.

- Perdóname Mich – se disculpó de nuevo, algo avergonzada – Me fui otra vez, soy un maldito desastre...

- Sé que lo eres, pero aun así de desastrosa te quiero – vaciló Michonne, haciendo sonreír levemente a Carol.

- Te encanta pasarte conmigo, ¿eh?

- Bueno, déjate de rodeos... ¿Vas a decirme ya qué es lo que te ocurre? – preguntó Michonne; conocedora de que su amiga le estaba ocultando algo – Espero que no estés pensando, en lo que yo creo que estás pensando... De verdad Carol, debes estar tranquila, todo va a salir bien. Vamos a ganar el juicio a ese impresentable. Tú intenta no darle tantas vueltas al tema, ¿vale?

"Bendita Casualidad" (Caryl fic) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora