"Bendita Casualidad" (Caryl fic)

Conectados - Capítulo 6

Daryl y Carol estaban de nuevo frente a frente. Sus miradas estaban ancladas la una en la otra, como si el resto del mundo se hubiera desvanecido.

El rubio intentó concentrarse en algo más que no fuera los ojos de Carol, que brillaban con una mezcla de emoción y algo más que no podía descifrar del todo. Le costaba mirarla sin sentir ese cosquilleo en el pecho, ese latido acelerado que le decía que empezaba a sentir algo que no había experimentado nunca.

Carol tenía una presencia que lo atraía irremediablemente, como un imán del que no podía apartarse, aunque lo intentara.

Pero había una barrera, algo que lo frenaba.

¿Eran sus propios miedos?

Quizás.

Carol, por su parte, luchaba con las palabras que había ensayado en su mente una y otra vez antes de acercarse a él. Quería proponerle trabajar lo de la terapia juntos, sin que Daryl pudiese llegar a malinterpretarla.

Daryl le gustaba más de lo que quería admitir, y estar tan cerca de él, en ese momento, lo hacía aún más evidente. Sentía el calor de su cuerpo, la intensidad de su mirada, y aunque intentaba mantenerse firme, el rubor en sus mejillas la traicionaba.

La pelirroja nunca había sido buena para ocultar sus emociones, y estar tan cerca de Daryl lo hacía imposible. Sabía que tenía que decírselo, que el tiempo se les acababa antes de que él se marchara, pero las palabras parecían atascadas en su garganta.

El silencio entre ellos se estiró, lleno de significados, de confesiones no dichas y de un deseo mutuo que ninguno se atrevía a reconocer.

Finalmente, Carol respiró hondo, reuniendo el valor que había estado buscando toda la tarde, desde el momento en el que se cruzó con él. Sabía que si no se lo decía ahora, no sería capaz de llamarle por teléfono después.

Daryl la observaba con expectativa.

¿Qué querría decirle?

En aquel instante sus inseguridades comenzaron a aflorar.

¿Y si quería decirle que había pensado mejor lo de acudir a terapia y que quería abandonar?

Aquel pensamiento le destrozó por dentro.

Esperaba que no fuera aquello.

− Daryl, yo... - se aventuró a decir la pelirroja. - Quería comentarte algo sobre la sesión de terapia de hoy...

El espacio entre los dos parecía reducirse, como si algo invisible los empujara uno hacia el otro.

El silencio se alargó unos segundos más, cargado de la tensión que ambos sentían pero no se atrevían a nombrar. Carol notó cómo su corazón latía con fuerza, consciente de que cada palabra, cada gesto, era observado de cerca por Daryl.

Respiró hondo, intentando calmar los nervios que la asaltaban en ese momento.

«Vamos, tú puedes» se animó así misma Carol.

Sin embargo, sus nervios volvieron a incrementarse al observar cómo los ojos del rubio se enfocaban más en ella; como si estuviera preparándose para recibir algo importante.

Jamás se había sentido tan estúpida.

− Kelly me pidió que te lo comunicara... - continuó Carol algo nerviosa. - Como no pudiste venir a la sesión de hoy, me dijo que deberíamos quedar para adelantar la tarea e ir a la par que los demás...

Mencionar la tarea de terapia le dio a la pelirroja una excusa para concentrarse en la formación de ambos, en lugar de dejarse llevar por la corriente de emociones que sentía estando tan cerca de Daryl.