n.hy
Las cosas estaban peor que incómodas entre Taehyung y yo. Parecía que le había molestado mucho nuestra conversación del día anterior, pero no se atrevía a decírmelo por qué no tenía la suficiente confianza. Y no conformes con eso teníamos que fingir estar bien con todo ello, su familia era diferente a otras. Hacían actos de beneficencia y altruismo sin buscar protagonismo. Las reuniones en su casa eran parte de las subastas de arte. Y tenía que quedarme ahí, que su único hijo tuviera una novia era una oportunidad para el estatus de conformar una familia exitosa.
Casi suelto mi bolso cuando vi al señor Min en el salón. Pensé que nunca volveríamos a vernos, me olvidé de lo redondo que era el mundo y de lo cercanos que, al parecer eran los Jung y los Min.
—Es un placer volver a verte, Hye—el hombre me sonrió con una sinceridad espléndida.
—Igualmente, señor—me incliné ligeramente.
—Pensé que te habías marchado a Osaka, Yoongi me dijo que tu padre se mudó el año pasado.
—Tuve que volver por trabajo. Sólo estoy aquí temporalmente.
—Entonces, es definitivo. Yoongi y tú rompieron en serio.
—Sí, bueno, él va a casarse.
—Siendo sincero, siempre pensé que sería contigo. De todo lo que mi hijo hablaba cuando estaba en la universidad era de ti. Incluso el apartamento que compró para ustedes...
—Padre—el azabache lo hizo callar apenas entró en la casa—, debiste esperarme en el aeropuerto.
—Está bien, Hye me hizo compañía mientras tanto.
—Lo siento, olvidé el móvil en el auto—los largos dedos del castaño plizaron la tela de mi vestido.
—Taehyung, mírate nada más—el señor Min sonrió con la decepción adornándole el rostro—. La última vez que te vi usabas gafas y no soltabas ese libro de anatomía.
—Señor Min—me pegó más a él— ¿Serán 10 años de aquello?
—Supongo que sí, Yoongi acababa de ir a Canadá.
—Gracias por no dejarlo solo—el azabache me miró ignorando todo lo que sucedía a su alrededor y sentí que mi corazón se rompió otra vez. Solía mirarme así cuando teníamos 18 años.
—No hay problema—me encogí de hombros al tomar la mano de Taehyung para marcharnos, pero Yoongi no iba a dejarme ir así nada más.
—¿Hye...onyi puedo hablarte un momento?— . Miré a Taehyung mientras él asentía restándole importancia.
Podía simplemente negarme y evitar todo lo que conllevaba estar separada de Yoongi. Pero hacía tanto que no hablábamos como dos personas normales que no pude evitar soltar la mano de Taehyung y seguir al azabache hasta el jardín de la casa Kim. Ese lugar era ideal para decir lo que fuera.
—No era mi intención molestarte de tal forma—metió las manos en los bolsillos—. Y antes de que digas que no fue así, me adelantaré a decir que es obvio lo que mi presencia te provoca. Casi mueres por evitar mi compañía. Así que realmente lo siento, pero no vuelvas a hacer eso. La próxima vez pídeme que te deje tranquila, eso me dolería menos que vivir otra situación así.
—No es tu culpa. Tú no lo sabías y yo fui descuidada. Está bien.
—No, no lo está—se talló el rostro—. Me haces sentir como un imbécil todo el tiempo, es como si la persona con la que compartí cuatro años de mi vida, no existiera, ¿Desde cuándo sales con tipos como Taehyung?—suspiró—. Dios, eso hace que me duela la cabeza.
—¿Te estás burlando de mí no es cierto?—mascullé—, Taehyung es todo lo contrario a ti. Tú enviaste flores para disculparte, él se quedó toda la noche cuidándome. No tuve que rogar por qué no me dejara sola.
—¿Sabes cómo me hizo sentir no saber ni siquiera tu tipo de sangre?, estaba tan avergonzado—chilló— ¿Por qué es tan difícil para ti admitir lo mucho que te hago falta?—apretó la mandíbula—, así vas a dejar de engañar a ese chico. Tú me tienes, ¿Por qué no puede ver eso?
—Por qué eres un mentiroso—ahogué las lágrimas en un respiro.
—Pero te amo.
Entonces ya no pude soportarlo. Terminé volviendo dentro buscando desesperadamente a Taehyung, me olvidé de la beneficiencia y los invitados. Quise irme a casa, pero no a mi apartamento, sino con el castaño. Él dijo que no me dejaría sola.
—Sí me lo pides no lo haré—. Me detuve en el marco de la cocina cuando los vi conversando.
—¿Cómo podría pedirte algo así?—Taehyung bisbeó frustrado.
—Me amas, ¿No es cierto?, y Yeon quiere a Yoongi. Eso se le ve en los ojos alrededor de un kilómetro.
—¿Que hay de ti, no me amas?
—Con cada partícula de mi alma.
—Si yo dejo a Yeon, ¿Puedes prometer quedarte?
Retrocedí tropezando con el pecho de Yoongi. Eso me había golpeado más que escuchar a Yoongi decir que me amaba por primera vez.
—Hye—me tomó de la muñeca—, no puedes marcharte así—el azabache imploró con los ojos llenos de inquietud.
—Yeon—Taehyung intentó sujetar mi mano pero todo me aturdió tanto que terminé manoteando para alejarlo de mí. Necesitaba salir de ahí.
—Tengo que irme—también solté a Yoongi.
—Espera, esto no es en absoluto lo que estás pensando—Taehyung caminó detrás de mí mientras yo cruzaba por la puerta de la cocina para marcharme.
—Yo no estoy pensando en nada—mentí.
—Estás mintiendo—se cruzó frente a mí para impedirme seguir avanzando.
—Estaría molesta si nosotros tuviéramos una relación. Deja de agobiarte tanto.
—Pero estás molesta—farfulló—. Si me dejarás explicarte...
—Quiero a alguien que camine junto a mí, no a alguien que vaya detrás de mí todo el tiempo por qué siempre lo arruina. Y no necesito esto, el drama y mi corazón roto son innecesarios.
—Sólo estás actuando así por qué te has hecho cualquier tonta idea en la cabeza. Como la que yo me he hecho cuando soltaste mi mano para irte con Yoongi.
—Vamos a detenernos aquí—insistí—. Que seamos amigos continuará interfiriendo en cosas como estas. Así que de ahora en adelante, preferiría que nuestra relación fuera únicamente de negocios.
No debería de estar huyendo otra vez. Pero no pude evitar correr en cuanto sentí lo mismo que el verano del año anterior. Cuando bajé del auto de Yoongi en medio de la calle para dejarlo detrás. La única diferencia entre una y la otra, era que todo lo que resolvió nuestra enésima ruptura, fue el sexo. Y todo lo que yo quería de Taehyung era que no me hubiera mentido. Nada podría reparar eso.
—Estás aquí—Jieun me tomó del brazo—. La prueba del vestido de damas se adelantó. Así que te llevaré conmigo.
—Claro—sonreí dejando atrás a Taehyung. No volví a mirarlo ni siquiera cuando me marché con sus hermanas en el auto.
Sólo quería olvidarlo. Sus palabras no me dolían como las de Yoongi, por alguna razón esperaba más de él aunque recién lo conocía. Y al final no era más que tomar la responsabilidad de mis propias expectativas. Aunque, alguien tan irresponsable como yo, no sabía de lo que hablaba.
ESTÁS LEYENDO
bridesmaid|k.th♡
Fanfiction*Es un cliché, pero esto es lo que nos gusta. ...Por una módica cantidad, Hyeonyi es la mejor amiga de una dama de honor.