XVII

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Este capítulo será narrado por un narrador omnisciente.

Con la carta ya rasgada en sus manos, lo único que hizo fue llorar hasta que sus ojos quedasen hinchados.

¿Por qué ella tenía que ser tan cruel cuando lo único que él hizo fue amarla?

¿Le dolían sus palabras?

¿O eran verdades que traspasaban su alma?

Solo tenía la certeza de que las partes de su corazón estaban dispersas en su Querida Venus. Le había entregado todo de sí, que olvidó que él también se necesitaba, olvidó que no hay persona más merecedora de amor, que él mismo.

Con lágrimas en los ojos y una pluma en mano, escribió la que sería su última carta, sin tapujos, con sinceridad y poca empatía, Net supo que era ahora de decir adiós y despedirse de la forma que mejor sabía.

Comenzó a escribir dicha carta hasta que su mano doliese, pues una vez entregada no pensaba recibir respuesta alguna.

Su mente le repetía una y otra vez que debía hablar con ella y aclarar la situación, no es lo mismo escribir versos, que hablar desde lo más profundo del corazón.

Nethan estaba hecho un desastre, las lágrimas salían más rápido de lo que él podía escribir, su carta resulto empapada y poco legible, frustrado por tal suceso, tomó las almohadas de su cama y las abrazó para obtener algún consuelo.

Se había prometido a si mismo no cometer los mismos errores que cometió en un pasado, juró nunca lastimar a alguien que amaba, pero al final, lastimó a su amor efímero y letal, aquella que prometió amarlo, pero que al final decidió dejarlo. Le dolía saber que pese a que ella también le rompió el corazón, él estaba cargando el dolor de ambos, sabía que se estaba equivocando, pero prefería cargar las riendas de un amor de dos, a que su amada sintiera alguna clase de dolor.

Tomo una botella de vino que encontró en su alacena, sirvió una copa y brindó con su soledad.

"Por el amor y todos los corazones rotos que hay en el cosmos"

Querida Venus.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora