𝐌𝐎𝐑𝐀𝐋 𝐎𝐅 𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐓𝐎𝐑𝐘 || ray

▌O2

WEIRDOS

año 2045

  Malia se encontraba bajo la sombra de aquel árbol más cercano a la casa mientras que sostenía a uno de los bebés en sus brazos, golpeando levemente su espalda para poder quitarle los gases de su interior. A su vez, tarareaba una suave melodía que había visto en un libro de música actualmente yacente en la biblioteca, donde le enseñaba bastante teoría e incluso a cómo leer la música. Algo que consideró simplemente fascinante y no dudó en aprender para poder evadir los silencios que solían desagradarle: realmente le hubiese gustado que, luego de salir del orfanato y estuviese con una buena familia, poder ver más cosas relacionadas a la música. Tal vez ir a un concierto, o escuchar en las radios o incluso en los CD's, vinilos o casettes que se mencionan en esos libros.

  En frente suyo se encontraba Isabella cargando a otra bebé, realizando la misma acción que la mayor de los niños de Grace Field. Su característica sonrisa bordeaba su rostro mientras miraba más allá de sus pequeños retoños jugando, pues su vista estaba cien porciento concentrada en el bosque más allá de la especie de claro que tenía la casa. Hace un par de minutos, antes de salir y ocupar la ayuda de Malia para sacarle los gases a los bebés, pudo ver a Ray levantarse del lado de la fémina y caminar con dirección al bosque. Luego de un rato de silencio y percatarse de que no se encontraba ningún retoño consciente de lo que ocurría a sus alrededores, fue que la adulta decidió entablar una conversación en voz baja con la pelirroja.

  —¿Por qué no fuiste con Ray?

  —Me dijo que fuera con él. Pero lo dejé pasar, ya que no suelo hablar mucho con esos dos. De todas formas, Emma y Norman van a necesitar la ayuda de alguien más luego, con Ray no les va a ser suficiente —declaró la de ojos azules, soltando una pequeña risita al escuchar el suave eructo del bebé en sus brazos—. Lo más lógico sería que ocupasen la ayuda de Gilda o Don luego, y lo más probable es que Ray les diga de comentarme a mí, ya que soy la mayor.

  —Realmente te confías mucho —se medio burló la mayor.

  —Con los años aprendí a descifrar a mis hermanos, mamá. Incluso a Ray, aunque aún cuesta un poco saber qué piensa —dejó salir un suspiro—. De todas formas, cuanto antes pidan la ayuda de nosotros, mejor. Ya estoy harta de aguantar las náuseas al comer carne, y "conocer" la verdad es el pretexto perfecto para poder excusarme.

  Para Isabella no era un secreto que, desde que Malia se enteró del secreto de Grace Field y le fue contado con hechos y pruebas por la mayor cómo es que funcionaba el tema de los demonios y que ellos comían carne humana, ella empezó a repudiar la carne. Empezó a sacar sus propias deducciones, y no fue necesario que Isabella interviniese en ello. Para Malia era bastante simple: según ella, su propia carne debía de tener ciertos nutrientes que eran necesarios para los demonios, así como para ellos -los humanos- la carne animal también tenía nutrientes y proteínas necesarios para ellos. Era simplemente la cadena alimenticia, solo que ellos ya no eran los depredarores superiores: ahora lo eran esos demonios.