𝓜 || ❝ that's the moral of the story, babe. ❞
𝗠𝗔𝗟𝗜𝗔 descubre el secreto de la
casa Grace Field mucho antes de
lo que le hubiese gustado. Descu-
brir el secreto y la partida de su
mejor amigo son los factores cla-
...
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octubre, año 2047
Si dos años atrás les hubiesen cuestionado cómo es que se veían parados en dos años más, probablemente lo último que se habrían imaginado, era una posición como la que estaban en ese momento. A sus espaldas podía verse perfectamente aquella plantación de producción masiva de ganado humano arder en llamas con -lamentablemente- niños ganado en estado vegetal y totalmente inconscientes dentro, además de unos cuantos demonios recientemente masacrados. Aparte del ruido que producían las chispas del fuego, el metal fundirse y la madera quemarse, lo otro que los acompañaba era el canto de la castaña adolescente un par de pasos más adelante de ellos, quien llevaba un bate en una de sus manos, y en la otra un trozo de carne de demonio, el cual iba masticando cada tanto.
Después de dar la orden de prender fuego hasta el último rincón de ese lugar, Norman y Malia no dijeron nada más con respecto al tema, y solamente caminaban uno al lado del otro con las llamas de fondo, dando una imagen que imponía bastante respeto por donde fuera que uno los mirase: la cara seria del albino, ensombrecida tanto por la capucha de la capa que llevaba puesta como por el contraste que le daba la iluminación del fuego, y la natural y dura mirada de los ojos azules de Malia, era lo único que necesitaban para demostrar quiénes eran quienes tenían el poder en ese momento.
Aquellos que en tan solo unos meses, se convirtieron en los reyes del paraíso.
Cada quien subió a su respectivo caballo, y con Norman liderando el grupo, los seis individuos comenzaron a cabalgar rápidamente con dirección al escondite, al refugio que habían levantado con ayuda de los contactos que Smee le había entregado al albino antes de su lamentable depuración liderada por Peter Ratri: todo gracias a los aliados de Minerva. Con eso, pudieron sacar adelante un refugio oculto bajo un frondoso bosque ubicado cerca de las fauces del león, el cual en su tiempo fue una especie de pueblo demonio que actualmente estaba abandonado, siendo un punto ciego y desconocido para los demonios actuales. Estuvieron todos esos meses luego de que escaparon de Lambda destruyendo granjas y plantaciones, y a su vez rescatando niños ganado. Y para otorgar seguridad a los mismos -y con la previa aprobación de Malia por supuesto- Norman decidió tomar el nombre de William Minerva, pues de esta forma, los niños se sentirían más protegidos al reconocer el nombre de su gran aliado.
Y no solo eso. Malia siendo la co-líder de aquella resistencia, terminó siendo apodada como "la madre." Este apodo fue dado por Bárbara en sus inicios al ella siempre comportarse como una -puesto que la pelirroja siempre tuvo ese instinto maternal en su interior desde pequeña, y seguía vigente hasta ahora- y terminó siendo reconocida de esa forma por todas las personas que involucraban el Escondite Paraíso, el refugio para niños ganado que Norman y Malia habían creado para todos con ayuda de sus más fieles aliados de Lambda: Vincent, Bárbara, Cislo y Zazie.
