𝓜 || ❝ that's the moral of the story, babe. ❞
𝗠𝗔𝗟𝗜𝗔 descubre el secreto de la
casa Grace Field mucho antes de
lo que le hubiese gustado. Descu-
brir el secreto y la partida de su
mejor amigo son los factores cla-
...
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año 2047
En el momento en que su cabeza se giró levemente hacia atrás posterior a haber escuchado voces distorsionadas, sollozos y demás gracias al conducto de ventilación que se encontraba a un par de metros sobre sus cabezas, la pelirroja llevó el dedo índice hacia sus labios, aludiendo a sus tres hermanos a que se mantuvieran en el mayor silencio posible, ya que los ductos podrían revelarle sus actuales posiciones al enemigo: a Peter Ratri y a todos sus aliados. La plantación de Grace Field era un lugar que ella creyó jamás volvería a pisar, pero ahora se encontraba ahí, intentando rescatar a los de su familia que habían sido secuestrados.
Malia llevó su mano derecha hacia el bolsillo del morral que llevaba amarrado a sus caderas, y de este sacó una de las distintas bombas que se encontraban en el artefacto, las cuales habían sido elaboradas por Vincent específicamente para la ocasión. Tuvo que dar un par de pasos hacia atrás para tener la distancia correcta de lanzamiento, y que la explosión no les diese de lleno a ninguno de ellos, ni a quienes se encontraban detrás de la pared. Fue por eso que al calcular la distancia suficiente, con sus dientes quitó el gancho del explosivo y rápidamente lo lanzó contra la pared, detonando en el momento exacto en el que choca contra el concreto.
A pesar de no haber sido golpeados por los escombros, al estar tan cerca de la explosión, un pitido se hizo presente en los oídos de los cuatro jóvenes, quienes tenían la misión de rescatar a uno de los grupos que habían sido secuestrados. El polvo comenzó a disiparse poco a poco, y fue en ese entonces que Malia abrió sus ojos nuevamente, queriendo volver a cerrarlos debido a la incertidumbre que había comenzado a nacer en ella: tener una pared caída, escombros como tal a su alrededor y una bomba, fue como un completo deja vú de Lambda para ella que no quería recordar en ese momento puesto que 1) no podía dejar que su cabeza fuese desviada del foco principal, el cual era rescatar a su familia de los desgraciados de Ratri y sus aliados, y por cuanto 2) el arrepentimiento de haberse rendido y dejado arrastrar hacia esto aumentaría nuevamente y ella no quería que eso pasara, porque sus pensamientos se terminarían desviando de nueva cuenta.
Y no podía permitir que eso ocurriera, ya que no se encontraba en posición de poder darse el lujo de tener vívidos recuerdos de lo que había ocurrido y que los sentimientos nuevamente la forzaran a tomar decisiones impulsivas y fuera de su racionalidad. Tenía que pensar con la cabeza y con el corazón frío para poder ayudar a su familia: despejar su cabeza de todo, y dejar de lado todo al menos por esa instancia, porque lo primordial en ese momento, era el rescate.
Emma se adelantó a entrar al cuarto con su arma apuntando hacia el frente en caso de que algún enemigo se encontrara cerca. Los otros tres le siguieron, viendo a sus hermanos exclamar con alegría al verles llegar a por ellos, quienes ya tenían todo planeado para llevarlos afuera de ese lugar y a salvo. No obstante, esa habitación era vigilada desde una ventana, no solo por demonios salvajes, sino que también por otra persona, alguien a quien ellos no habían visto hacia mucho tiempo.
