•El celular de Itachi y Shisui sonó, en diferentes lugares pero al mismo tiempo, para dar paso a las palabras que cambiarían su vida:
"Eres alguien que me calienta... Una oportunidad que no voy a dejar pasar tan fácil.
Atte: tu...
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Narrador:
Desde eso terminó pasando un tiempo considerable, el cual se hizo más llevadero ya que Sayuri ahora contaba con la inigualable amistad de tres personas esenciales en su desordenada vida: Ino, Shikamaru y Shisui.
Éste último, no quería ver en ese estado decadente a la Tanaka, por lo que fue simplemente él con ella, aunque intentó poner una seria condición:
- No quiero que sigas abusandote de los demás en la escuela.
- Eso es inevitable, mi rey. -Había contestado lanzándole un beso sarcástico y él suspiró; no perdía más que saliva con intentarlo.
Así que desde entonces, Itachi era ahora al que le había impuesto su conocida y mortífera "ley del hielo", a excepción de cuando se cruzaban en los pasillos y, sin falta, le hacía una zancadilla para desestabilizar su caminar.
En fin, esa es la Sayuri que todos conocen, y, sus más allegados, estaban casi aliviados de que hubiera recuperado su forma de ser, al menos eso significaba que, mal emocionalmente, no estaba de seguro.
Sin embargo... Sí, siempre había un "pero", un "sin embargo"; había algo que rondaba por la mente de Sayuri desde la inolvidable cena de Navidad: la propuesta de Itachi sobre contactar a su madre... Suverdaderamadre. Era una idea absurda, descabellada, imposible. Y aun así la tentación de intentarlo comenzaba a superar incluso su miedo de volver a ser rechazada por la severa mujer.
- Ino... -llamó entonces, casi en un susurro aquel día, en clase de Matemática, bajo la supervisión del estricto Hatake Kakashi.
- ¿Dime, Sayu?
- Crees... ¿Crees que sería bueno hablar con... Con mi madre?
La rubia se la quedó viendo casi con la boca abierta. ¿De verdad estaba oyendo lo que estaba oyendo?
- Lo... ¿Lo dices en serio? -Sayuri sólo endureció el gesto, e Ino lo interpretó como un "¿terminaste?"- Lo siento, lo siento, es que me tomó por sorpresa. Bueno, yo creo que sí, sería buena idea. Tal vez hasta ha cambiado de parecer y todo.
- Es que...-
- Yamanaka, Tanaka. -llamó la atención Kakashi acercándose al pupitre de ambas- Estamos en hora de trabajo, ¿acaso concluyeron los 6 ejercicios de la pizarra, ya?
Bajo la máscara y todo, podían imaginarse su expresión de molestia severa. Sayuri carraspeo y se volvió a él enderezándose.
- No, únicamente le estaba pidiendo a Ino la regl...-
- ¿Ah, sí? ¿Desde hace cinco minutos? -alzó una ceja sin ceder a la mirada asesina de su alumna.- Como veo que esto no evoluciona, señorita Tanaka, pasese al pupitre del fondo, junto al señor Uzumaki. Sin rechistar, ya.
