DULCE TENTACIÓN ━━Itachi Uchiha |PAUSADA|

Reflexión y Verdad

Sayuri se quedó en completo silencio, acomodando sus ideas bajo la atenta mirada de ambos Uchiha.
Luego, soltó una risa a carcajadas fingidas, logrando que alguna lágrima gracias a eso saliera.

- ¿Enserio, Shisui? -dijo, sin parar de reír- Estás perdiendo tus habilidades deductivas...

Shisui sonrió de lado, acompañando sus carcajadas con una leve risa que le daba la razón aunque no la tuviera.

- ¿Tú crees? Bueno... Llegaré al fondo de esto de todas formas... No digas que no te advertí de mis sospechas luego.

Sin más, se acomodó la mochila al hombro y se adelantó a ambos, mirando al cielo y silbando una canción.

Itachi le dirigió una mirada silenciosa a Sayuri e hizo un gesto con la cabeza para que avanzara; sólo había sido una advertencia, pero no por eso dejarían de ser amigos. Shisui no era ese tipo de gente, y mucho menos Itachi.

En silencio por el resto del camino, llegaron al instituto, donde los tres se separaron para abordar cada uno su correspondiente clase.

- Sayuri... Estás muy rara.

-¿hum? Ah, no, estoy bien, estoy bien -replicó a Ino, sentandose correctamente en su asiento; era la clase de historia, y por muy atractivo que fuera el profesor Pain, no lograba prestar un gramo de atención.

La rubia se le acercó junto con la silla, miró al profesor y susurró:

- Sé que esos dos Uchiha tienen que ver. ¿Me lo vas a decir o lo debo descubrir sola? 

Demasiadas amenazas ese día.

- ¡No me molestes tú también!

La clase salió de su ensimismamiento y todos incluido el profesor miraron al fondo del salón, de donde provino el grito.

- Señorita Tanaka. -llamó con molestia- No permitiré...-

- Necesito ir al baño. -cortó abruptamente ella levantandose de su asiento.

Sabiendo que en esa escuela la petición de acudir a los sanitarios no podía ser negada (una regla que constantemente los profesores se esforzaban por anular una vez se abusó de esta), Sayuri salió del salón siendo perseguida por los murmullos sobre su extraño comportamiento.

Una vez allí, se encerró en uno de los cubículos y dejó que su espalda resbale por la puerta hasta sentarse en el suelo, ubicando las manos en su cara.
Estaba frustrada, demasiado. Ya nada de lo que antes hacía sin problemas le salía bien, había perdido la magia y no quería aceptar que era consecuencia de su madre, el inexistente afecto de su madre; o tal vez... posiblemente también estuviera incluido ese Uchiha.

- ¿Debería cambiar? -se preguntó en un arrebato de reflexión nada propio de ella.
Realmente estaba cambiando, para bien o para mal, era innegable.

- Señorita, los retretes están del otro lado. -la señora encargada de mantener la higiene de los sanitarios femeninos la apuró golpeando la puerta con los nudillos, sabiendo que Sayuri no estaba usando los baños para lo que eran.

Sobresaltada, abrió la puerta y salió, encontrándose con la cara avejentada de la mujer que rompió con el silencio en el cual se sumía a reflexionar.

- Lo siento -musitó.

La pasó sin mirarla y se adelantó por los pasillos a paso apresurado; sus propios tormentos la perseguían en forma de sombras sigilosas, que susurraban a sus espaldas la realidad que no quería aceptar: estaba sintiendo algo nuevo y real, debía dejarse de juegos y mentiras para ir de frente a la verdad.

Se detuvo en un ventanal mirando a la nada, tiró de sus músculos y cerró los ojos para dibujar una  linda y sincera sonrisa a sí misma.

Sí, pese a sus problemas personales familiares, sus travesuras para ocultar su vulnerabilidad y las mentiras que la protegían en forma de armadura, se daría la oportunidad de confiar por una vez en mucho tiempo, entregaría su corazón.

606 palabras.

Capítulo corto, reflexivo e importante para el cambio de la protagonista, y digno para la vuelta de las actualizaciones de la historia.

Nos vamos acercando al final, pero no se preocupen que aun falta para hacer encajar cada detalle, ✨¡muchas gracias por leer!✨