•El celular de Itachi y Shisui sonó, en diferentes lugares pero al mismo tiempo, para dar paso a las palabras que cambiarían su vida:
"Eres alguien que me calienta... Una oportunidad que no voy a dejar pasar tan fácil.
Atte: tu...
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Narrador:
Sayuri volvió con rapidez a su casa para prepararse, con un buen presentimiento acerca de sus planes. Ni bien tomó el celular ya había recibido la esperada notificación de WhattsApp por parte de Ino, avisando en el grupo de los sextos que había carrera ese día.
Ella nunca había participado de lleno en ese deporte, punto uno porque no tenía auto con el que correr, y segundo porque tan idiota no era si llegaban a atraparlos. Son cosas que pasan cuando uno menos lo espera.
- Ay, ¡Nori! - la pequeña mascota se había colocado en el paso y clavado las zarpas en sus zapatillas.- suéltame. -advirtió mirándola- suéltame... ¡¿ quieres que te patee?! -se alejó hasta su plato de comida y la miró. Sayuri sonrió.- no me iría sin dejarte comida mi niña. -fue hasta la lata donde estaba su alimento y le dio la cantidad necesaria para gatos.- ahora sí. Tienes agua... esto, esto... Sí, listo. -miró la hora: las nueve.- Bueno, ¡nos vemos!
Bajó las escaleras hasta la cocina, donde la esperaban ya para comer... Oh no. Casi había olvidado que estaba Shelly.
- ¡Sayuri!
- ¡Señorita Tanaka! Venga, venga, le preparé el estofado que a usted le gusta como entrada. - dijo alegremente la criada.
- gracias Akane, eres la mejor. -sonrió ella abrazándola con cariño, aplicándole la ley del hielo a la primera en hablar, quien volvió la vista a su plato con el ceño fruncido.
- muchas gracias Señorita Tanaka. Siéntese, siéntese. -indicó sin haberse enterado de que nuevamente trataba como basura a Shelly (algo que era).
Se sentó en la mesa tomando el tenedor, y aunque estuviera de frente a ella, no dio muestras de notar su apestosa presencia.
- Sayuri, ¿por qué estás vestida así? -preguntó observando su remera estilo top, short y zapatos.
- qué, ¿no puedo? -alzó una ceja la menor, llevándose carne a la boca. Pudo oír cómo bufaba.
- Esa no es forma de vestirse. Y mucho menos en la hora de la comida. ¿Vas a algún lado?
- ¿te importa acaso? -refutó con gelidez.
- ¡Sayuri!
Se miraron con intensa molestia. No le haría escupir lo que le tenía preparado. No querría.
- emm... Señorita Tanaka... Si discute tendrá indigestión, le recomiendo que...
- ¡vete por favor Akane! -exigió sin sacarle la mirada de encima a Shelly. Podría darle un paro cardíaco. Era una mujer muy sensible cuando se trataba de temas tan delicados como la unión familiar.
- yo... Voy a preparar el plato principal. -tragó saliva y se levantó- con permiso.
Al irse, la restante fémina endureció el semblante.
