1 | Wedding Kiss

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"Ahora puede besar a la novia"

Kei respiró hondo, todavía haciendo un intento inútil de ocultar su emoción e inquietud contigo usando un hermoso vestido de novia blanco justo en frente de él. Notó que se le humedecían las palmas de las manos por el nerviosismo y el hecho de que le importara un detalle tan pequeño era un indicio de lo angustioso que era para él.

La gente que miraba, sus amigos, su familia, las cámaras, los otros invitados, todo se amontonaba para él, dejándolo sin palabras y congelado inesperadamente.

- Kei – dijiste su nombre con una suave sonrisa sincera, llevándolo de vuelta a la realidad.

Levantó el brazo y la mano para retirar lentamente el velo que llevabas y hasta tú te diste cuenta de lo temblorosa que estaba su mano. No podías evitar sonreírle, era raro que Kei se sintiera así y era aún más raro que él mostrara explícitamente ese sentimiento. Y es que ya llevan 5 años juntos.

Tan pronto como ya no hubo un velo que bloqueara un beso, se agachó un poco para compensar tu diferencia de altura a pesar de los esfuerzos de tus tacones altos. Ahuecó tu mejilla y cuando te inclinaste más cerca de su rostro, cerraste los ojos y escuchaste el sonido fuerte y molesto de su despertador. Iba a ser un final feliz, se espera que las bodas no tengan despertadores, ni que involucren quejas del propio novio.

- Despierta, cabeza somnolienta. Vas a llegar tarde, – el hombre de tus sueños te despertó con una mirada ligeramente irritada en su rostro.

- Dices que te despierte y luego duermes cada vez que lo hago. ¿Eres una niña? – sacudió la cabeza, gimiendo y chasqueando la lengua con sarcasmo.

- Tu novia... amiga. – murmuraste una respuesta, media despierta.

- ¡Vas a llegar tarde a tu turno de medio tiempo!, ¡T/N-chan! –

- ¡Espera, no, el beso! – exclamaste tan pronto como te diste cuenta de que el mismo Kei interrumpió el sueño que tenías de él.

- ¿Beso? – preguntó y arqueó una ceja, preguntándose de qué estabas hablando a primera hora de la mañana.

- ¿Quieres un beso por la mañana? – preguntó con una voz obviamente traviesa, - No obtendrás uno a menos que te levantes. –

- No, tonto. ¡Quiero el beso de boda! – te quejaste y sentaste en la cama, frente a él, tratando de luchar contra su persistente somnolencia.

- ¿Qu-quieres casarte? – tartamudeó en un tono de sorpresa.

- ¡Quiero el beso de la boda! – repetiste y volviste a gemir, aun resistiendo tu impulso de cerrar los ojos y dormir de nuevo.

Y ese fue el momento en que Kei se dio cuenta. Tal vez sea hora de establecerse y casarse, y todo lo que quedaba por hacer era averiguar exactamente cómo.

- De todos modos, gracias por venir. No tienes clases hoy, ¿Verdad? – cambiaste de tema, ahora tratando de volver a tu calma habitual.

- ¿También preparaste el desayuno? Vaya, mi hombre es tan confiable, - comentó y se puso de pie, mirando la mesa del comedor llena de comida.

- Oye, no te quedes ahí sentado, vamos a comer, - lo invitaste mientras te estirabas, tu barriga quedaba expuesta un poco.

- Ah, tal vez necesito una dieta, - murmuraste y bostezaste.

- Oye, ¿Estás bien? – Notaste que Kei estaba inusualmente callado y te acercaste a él mientras te sentabas en la cama, atascando profundamente en sus propios pensamientos.

Te agachaste y ahuecaste sus mejillas con las manos para ver como reaccionaba.

"Ah, ahora no está siendo tímido cuando le hago esto en las mejillas, eh. Se supone que esto funciona todo el tiempo" – pensaste.

Levantaste su cabeza y rápidamente le plantaste un beso en la frente. Justo cuando te inclinaste y apartaste la mano, te sorprendió lo rojo que estaba.

- T/N-chan – dijo tranquilamente tu nombre, a pesar de su mirada nerviosa.

- Qu-quieres cas... - habló y tartamudeó, casi haciendo que sus palabras fueran imposibles de entender.

- ¿Ca...? ¿Eh? –

- ¡Casarte! – completó su última palabra en voz alta y clara.

- Ah, casarte, - repitió sus palabras y asintió con la cabeza, fingiendo entender.

- ¿¡Espera?! – exclamaste mientras te dabas cuenta.



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Sweetener | Tsukishima KeiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora