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Era sábado, ya era de noche. Minho estaba terminando de llenar unos papeles, los últimos días no había podido dormir con Jisung ya que había estado trabajando y en reuniones con socios. Tiró su cabeza hacia atrás, quitándose los lentes negros que tenía puestos, cerró los ojos por un momento, llegaron a su mente esos azules tan hermosos. Al pasar de los días parecía que todo en el omega peliazul brillaba, la sonrisa, la mirada... todo. Las primeras semanas no fueron nada fáciles, Jisung estaba desanimado, no quería salir, pero después con el cuidado de todos y durmiendo junto a él, cada día sonreía mas, llegando a ser ese mocoso rebelde que lo desafiaba.

-Debería dormir con él hoy- Dijo para si mismo. Terminó de organizar los papeles, dejándolos en el escritorio, se paró de la silla y abrió las puertas de su despacho en el cual había estado encerrado todo el día. Cuando salió le llegó a su nariz un delicioso aroma, suave pero tan nítido- ¿Pero que...? Jisung- El nombre le llegó de golpe, así que subió las escaleras de dos en dos, llegando a la puerta de la habitación que compartía con el peliazul. Se podía sentir el aroma más fuerte. Lia le había comentado a Minho que en el transcurso del embarazo Jisung podía presentar períodos de calor, como si estuviera en celo, pero como ya iba casi para mitad de este no pensó que se fuera a presentar. Lee tenía un debate mental entre, entrar y perder todo su jodido control con Jisung o esperar a que el omega se le pase el calor con la montaña de ropa que de seguro tenía en la cama.

-Minho- El pelinegro escuchó como era llamado. Claro que Jisung lo podía sentir en la puerta, sin darse cuenta el pelinegro también estaba soltando su aroma a excitación, que llegó a la nariz del omega- Alfa- Sin esperar más el pelinegro abrió la puerta, quedó petrificado cuando divisó la figura del peliazul... En la cama se podía apreciar la ropa que cubría toda la extensión de esta, Jisung estaba en todo el centro, apoyado en sus rodillas, con el rostro en la cama y con sus manos abría sus nalgas dejando a la vista su lubricada entrada que escurría hasta sus muslos, su piel perlada por el sudor, lo que le hacia preguntar a Minho "¿desde cuándo esta así?".

El aroma a sexo en la habitación era abrumador. El pelinegro no pudo retener un gruñido gutural, sus dientes picaban y su pene palpitaba en sus pantalones como pidiendo ser liberado de su encierro, su alfa interior rugía por el omega que se le ofrecía. Minho sacudió la cabeza, debía controlarse, él era un hombre adulto, responsable, centrado y...

-Alfa~ - A la mierda el universo. Minho cerró la puerta tras de él y avanzó hasta la cama desabotonándose la camisa. Jisung tenía la vista nublada por las lágrimas y la bruma del calor que sentía pero podía sentir el olor del alfa, su alfa, el padre de sus hijos.

-Omega- Minho llegó hasta donde el peliazul, extendió su mano y la deslizó por la espalda húmeda. Jisung se estremeció por el tacto delicado. El pelinegro estaba pegado a su parte trasera presionando su notable erección que aún seguía atrapada en sus pantalones, contra el desnudo culo de Jisung- ¿Qué quieres Jisung?- Ya eran dos manos las que acariciaban el cuerpo del omega. Una de estas se deslizó pasando levemente cerca a la entrada expuesta del rubio, logrando que este gimiera- Dime.

-Ah a ti... dentro... te quiero... te necesito adentro ah.... ya mgh rápido- Jisung levantó su trasero lo más que podía- Rápido... rápido- Suplicaba entre leves gemidos y suspiros.

-Tsk- Minho chasqueó la lengua, ese mocoso lo volvía loco como nadie. El pelinegro se quitó los pantalones rápidamente, agarró fuertemente las nalgas de Jisung y se hundió hasta el fondo de una sola estocada. El omega se le fue el aire, encorvando la espalda y alzando la cabeza. Se sentía tan lleno con ese trozo de carne que invadía sus entrañas. El calor que antes le hacía doler ahora danza por todo su cuerpo teniendo como punto fijo ese lugar en que se conectaba con el alfa- Joder- Siseó- Estás tan jodidamente caliente y estrecho- Minho sentía las paredes internas del omega vibrar.... y como no, sin con solo meterla logró que Jisung se viniera.

Comenzó el vaivén profundo, lento y tortuoso. A pesar que Minho estaba bastante que enloquecía del placer, y de las ganas de hacer gritar al omega hasta que perdiese la voz y no se pudiera parar en una semana de la cama... Cuando acarició el cuerpo mojado de Jisung, pudo sentir la muy notoria barriga... Ahí estaban sus hijos, creciendo en ese delicado cuerpo y aunque Lia les había dicho que ya no corrían ningún riesgo y que el sexo estaba bien, no quería pasarse de bestia.... solo un poco.

-Ugh Ahhh más.. más- Jisung puso una de sus manos, sobre una de las de Minho. Esos ojos azules estaban nublado de lujuria. Minho se movió más rápido y duro, sujetó la mano del peliazul jalando su cuerpo hacia atrás y con la otra apresaba las caderas. Al omega se le escurría la saliva por los labios, mientras sus gemidos resonaban por toda la habitación, junto con los gruñidos del alfa y el golpeteo de los testículos de este contra el trasero de Jisung.

-Rayos- Minho vio el cuello descubierto de Jisung... No tenía puesto el collar, sus diente picaban, quería marcarlo... Pero no.... No lo haría.... aún no... Siguió con las fuertes estocadas, jaló el cuerpo de Jisung pegándolo a su pecho, comenzó a masturbar el miembro del omega el cual había quedado olvidado y con la otra mano lo sujetaba por el pecho. Sintió algo húmedo y pegajoso en su brazo, cuando miró era la leche que escurría de los pezones de Jisung. Salió del interior del peliazul, ganándose un gruñido de protesta de este, lo volteó y apresó uno de los pezones en su boca, mientras lo seguía masturbando- Tan dulce- Susurró. Siguió así unos minutos más. Se separó y volvió a meterse de lleno dentro de Jisung, lo agarró de los muslos para pegarlo más a él. Unas estocadas bastaron para que el cuerpo del peliazul convulsionara de placer y se viniera, manchando su vientre. Lee sentía como las paredes internas estrangulaban su miembro y no tardó en venirse también, iniciando así el nudo. Jisung perdió el conocimiento, pero su cuerpo aún vibraba de placer. Minho suavemente acomodó el cuerpo del omega para poder acostarse y esperar a que el nudo bajara, sin poner su peso encima del cuerpo de este- Cuánto durará esta ola de calor- Se pregunto Minho, aunque no le incomodaba estar así con el peliazul. La habitación estaba inundada con el olor de ambos, que encajaban a la perfección. El pelinegro acariciaba el vientre del peliazul- Oh- Dijo al sentir una leve patada venir de este- Lo siento si los desperté pero es culpa de su appi- Nunca en la vida se había imaginado estar hablado con una barriga y ahora ahí estaba como si fuera lo más natural para él- Duerman mocosos, su papá tiene que descansar- Logró tapar el cuerpo de los dos con una sábana que milagrosamente encontró entre el tumulto de ropa- Tendremos que lavar todo esto- Dijo mirando la ropa manchada de semen- Ya será mañana- Siguió acariciando el vientre del omega y no tardó en caer dormido, los días de estar despierto por trabajo le cobraban factura y además atender a un omega embarazado y calenturiento también.

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En un apartamento lejos, se encontraba cierto rubio, cocinando. Era un lugar pequeño, acogedor, apenas para Seungmin... Por ahora.

-¿Quién?- Preguntó mientras se acercaba a la puerta. No esperaba a nadie, el único que venía de vez en cuando era Yugyeom, el cual era pareja del director y también estaba de intercambio.

-Yo... -Esa voz... Seungmin se paralizó en su lugar- Ya me respondiste, y te puedo oler, abre la puerta Seungmin- El cuerpo del omega temblaba y se escuchó un profundo suspiro al otro lado de la puerta- Necesitamos hablar... ¿Recuerdas que alguna vez te dije que tengo un olfato más desarrollado que los demás...? Lo sé, por favor solo déjame verte... Jisung está preocupado por ti y yo también- El rubio por fin reaccionó y abrió lentamente la puerta.

-Ryu-Ryujin...- Dijo al ver a la castaña. Esta analizó con la mirada a su amigo y se detuvo en el prominente vientre de este, mal disimulado con una camisa holgada.

-Ahhh- Suspiró- Bueno, al menos sé que estas sano- Dijo dándole una leve sonrisa, los ojos del omega se humedecieron- ¿Puedo pasar?- El rubio asintió y dejó entrar a la castaña... Ese sería un largo día.

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🧡💙

•Alquilado• minsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora