•Alquilado• minsung

◇•15•◇

Ya era caída la noche, Jisung no volvió a salir de su habitación, en la cual estuvo siempre acompañado de Seungmin. Jihyo subió a saber cómo estaba y le tranquilizó que el peliazul se encontraba mejor y riendo con el pequeño rubio. Minnie apenas había salido de la habitación del peliazul, ya que lo acompañó hasta que este quedó dormido, ahora se dirigía a la cocina a dejar los platos de la comida, paso cerca al despacho en el cual se podía ver la luz encendida, pero no le dio importancia, caminó hasta la cocina y se dispuso a lavar los platos.

-Pequeño- Ese llamado, esa voz, ese olor, al omega se le erizó la piel, no quería ni voltear a verle, sabía que si lo miraba quedaría atrapado en esos ojos fríos y calculadores- ¿Qué haces levantado tan tarde?- Podía escuchar como este se acercaba a paso lento hacía él, como una tortura.

 -Yo... Yo es..estoy lavando los platos... apenas se durmió Jisung, Señor Hyunjin- Dijo con nerviosismo notable.

-No me llames señor, dime solo Hyunjin- El menor se limitó a asentir, podía sentirlo más cerca- Él ya está bien por lo que dijo Jihyo.

 -Si- Estaba lavando lo más rápido posible, quería salir de ahí lo antes posible.. ya estando tras de él. Hyunjin puso sus manos apoyándose en el mesón y hundió su nariz en el cabello del omega, el cual se estremeció por la acción- Hy.. Hyunjin que.. que hace...

-Mmmm, no se... hueles tan bien- Comenzó a bajar llegando hasta la oreja. Seungmin al sentir el aire caliente chocar con su piel, no pudo evitar jadear, mientras que Hyunjin soltó un ronco gruñido. Continuó descendiendo hasta llegar al cuello del menor, apretó su agarre al mesón, parecía que en cualquier momento lo iba a quebrar, se acercó más para inhalar esa dulce esencia, la boca se le lleno de saliva y sus colmillos le dolían, quería morderlo. El omega  al sentir el roce de la nariz en su cuello abrió los ojos como plato, se agachó y salió del acorralamiento en que estaba, mirándose fijamente, Seung tenía la mano en su cuello, y un sonrojo cubría sus mejillas, su respiración entrecortada, el alfa  lo miraba y volvió a tener conciencia de lo que estaba haciendo- Per..perdón pequeño, no... no era mi intención asustarte, lo siento- Salió lo más rápido que pudo de ahí. ¿Qué estaba haciendo?.. por poco y... Sus pensamientos fueron interrumpidos por el llamado de su pelinegro amigo.

-Oye donde mierda te habías metido? Creo que ya estás muy grandecito para estar perdiéndote en mi casa- Estaba mirándolo fijamente cruzado de brazos.

-Lo siento ... creo que ya terminamos por hoy, mañana nos vemos- Cogió su saco y salió de la casa sin esperar respuesta.

-Pero que cara..- No pudo terminar ya que vio como subía corriendo las escaleras la rubia amigo de Jisung, el cual salió del mismo lugar de donde apareció el alfa-Tsk, esto es un dolor de cabeza.

Seungmin corrió fuera de la cocina y subió a toda prisa las escaleras sin percatarse de la presencia en el recibidor, llegó a su habitación, entró y la cerró, apoyó su espalda a la puerta y se deslizó hasta el piso, aún tenía la mano en su cuello. Sentía caliente esa zona, se preguntaba que estaba por pasar?... peor aún... hasta donde iba a dejarlo llegar?, él entendía que era su destinado... pero también sabía de antemano que era imposible, ya lo había escuchado, Hyunjin estaba comprometido y era algo que él no iba a romper. Sin poder evitarlo las lágrimas comenzaron a caer sobre sus mejillas, se mordió el labio tratando de no dejar salir ningún ruido.

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Ya han pasado tres días desde la llegada de Ryujin y el incidente en la cocina, tres días de aparente calma, ya que Jisung dejó de trabajar por los primeros tres meses del embarazo, los cuales tienden a ser muy riesgosos, Lee ha estado yendo a la empresa, Seungmin ha seguido con sus estudios, aunque se le nota algo decaído, pero Jisung no lo quiere presionar, pero ya encontrará el momento para preguntarle que pasa. La casa prácticamente queda sola para el peliazul, ya que también Jihyo ha salido a atender sus negocios.

Jisung se encontraba comiendo unas galletas en la sala, ya no sabía qué hacer, estaba aburrido estando solo, no tenía a quién llamar, ya que todos estaban trabajando.

- Ahhh... debería salir un rato- Pero estaba muy lejos como para decir que iba a pie, ya que Minho le había prohibido salir sin su permiso. Estaba tan metido en sus pensamientos que no se dio cuenta que alguien había entrado a la casa, hasta que esta persona estaba tras de él.

-¿Quién eres tú?- El peliazul giró su rostro y se encontró con una mujer, de cabello naranja, muy hermosa, de ojos castaño claro... Cuando Jisung la miró, ella arrugó la nariz- Te lo preguntaré una última vez ¿Quién eres? y además ¿porqué hueles a Minho?- Eso sorprendió más al omega y se puso nervioso.

-Yo...mi.. mi nombre es Jisung  y... yo- Se paró del sillón, tenía una leve sospecha de quien podía ser esa persona.

-Responde ya!- La mujer se veía realmente enojada.

-Creo... creo que mejor me voy- Trató de salir de ahí, no había forma de contestarle esa pregunta el solo.

-Tu no te vas a ningún lado hasta que me respondas- La mujer lo tomó de un brazo.

-Por favor... suélteme- Jisung no era débil, pero según lo que había recomendado Lia, no podía hacer mucho esfuerzo.

-Te hice una maldita pregunta y es mejor que la contestes.

-Y él te dijo que lo sueltes, así que por tu bien te aconsejo que lo hagas, Sana- Apareció una castaña la cual miraba fieramente a la omega.

-Ry...Ryujin - Si, la alfa amiga del peliazul había llegado. Originalmente iba para aprovechar que Jisung estaba solo para hablar con el y arreglar las cosas, pero viendo esa escena tenía que intervenir.

-Ryujin no te metas, este intruso huele a Lee y bastante...

-Esas son cosas que debes arreglar con tu maridito- Jaló al peliazul, liberándolo del agarre de la mujer. Jisung confirmó sus sospechas, esa era la esposa de Minho.

-¿Por que?...

-En vez de preguntarme a mí, anda con el y le pides explicaciones... Vamos Jisung, te invito a almorzar hoy- Sin más la castaña se llevó a rastras al peliazul hasta su auto, mientras la omega se quedaba viendo el carro arrancar, sin más sacó el celular y marcó.

-Lee, estoy en la casa.

-¿Por qué no me hablaste para recogerte?

-El vuelo se adelantó y.... Mejor ven, quiero hablar contigo de Jisung.

-Tsk, ya voy para allá, no le hagas nada.

-No te preocupes, tu primita se lo llevó, además por quién me tomas?- Sin más el pelinegro colgó y la mujer se dejó caer en el sofá.

🧡💙