CINCO

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Los meses pasaron mas rápido de lo que  Aang le hubiera gustado, había aprendido un montón y poco a poco se fue acercando cada vez mas al príncipe Zuko, parecía que cada día conocía una nueva faceta de él. Aang ya no pasaba todo el día encerrado en la biblioteca o con Appa sino que hacia espacios y tomaba sus descansos acompañando al príncipe a leer.

Ese día Zuko estaba leyendo bajo unos arboles frutales de los jardines del palacio, era un lugar algo apartado casi podría decir que era su jardín secreto donde iba a leer. En medio de la paz del lugar no pudo escuchar que se acercaba Aang, quien había descubierto esos arboles hacia poco y ese dia no habia podido con la curiosidad de ver que habia ahi. Se llevo la sorpresa de ver completamente concentrado a Zuko leyendo un libro, sentado junto a un arbol tenia una expresion poco común en el, no fruncía el ceño solo parecía totalmente concentrado. Hasta que Zuko levanto la mirada y se encontro de frente con Aang quien le sonrio con amabilidad antes de hacer una respetuosa reverencia.

-Buenas tarde, su majestad.

-Es raro que sigas el protocolo - Aang se rio ante el comentario y camino hasta el principe para sentarse junto a el y ver el libro que leia con tanto interes.

-¿Qué lees?

-Esta se trata de un príncipe cuya vida se ve en peligro por las sospechas de que sea un "bastardo" - empezó Zuko restándole importancia a la cercanía de Aang - política, traiciones y eso.

-Creo que sigue siendo romance.

-Nunca dije que me disgustase el romance.

-Tal vez es un romance demasiado particular.

-Supuse que serias de mente mas abierta y que no te molestaría este tipo de romance, supongo que no se puede esperar mucho.

-En realidad, no me importa mucho como sea el romance mientras sea una buena historia - contesto Aang sin ofenderse ni un poco - conozco algunos libros muy buenos, como "el príncipe con corazón de hielo" pero con que sean historias de príncipes se que me interesara como "las aventuras del príncipe rojo".

-Veo que no tienes mal gusto, cuando era niño me gustaban las historias del príncipe rojo.

-Siempre me encantaron las historias de príncipes, tienen algo muy llamativo. Llenos de aventuras.

-Veo que te interesan los príncipes, seguro te alegraste de venir.

-Al principio si pero luego descubrí que los príncipes no son la gran cosa en la vida real -Zuko lo miro ofendido y Aang soltó una carcajada sin poder contenerse -es broma, no son grandes aventureros pero encontré algo bueno.

Antes de que Zuko pudiera contestar cualquier cosa sonó una campana que anunciaba que ya era hora de Aang para regresar a su trabajo; ayudándose de el hombro del príncipe Aang se levanto y se despidió con la mano cuando se alejaba del príncipe. 

"El príncipe no es malo, puede ser algo sarcástico y frio pero también es amable incluso empático. No se porque no lo vi así antes"

Pensaba mientras casi corría rumbo a su rincón en la biblioteca, le agradaba el príncipe ya lo consideraba un gran amigo y esperaba seguir en contacto con él aunque regresara a casa en un par de meses. Sin embargo el príncipe seguía encogido junto al árbol con pensamientos algo diferentes del maestro aire.

"Estuvo muy cerca, nunca me rechazo, solo sonrió...no tiene sentido pero, nunca me habían mirado así "

Los pensamientos se arremolinaban de manera caótica en su cabeza, no sabia que pensar mientras el corazon le latia fuertemente dentro del pecho casi haciendo que le doliera; volvia a sentir ese remolino en el estomago y como se le cortaba la respiracion pero tambien volvia a sentirse terriblemente asustado de que todo volvier a salirse de control y solo queria ignorarlo y seguir igual.

Una historia tan vieja como el tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora