OCHO

170 28 1
                                    

El gran día llego, ya llegaba el baile de otoño de la familia Real en la Nación del Fuego; toda la mañana llegaron los distinguidos invitados que iban desde nobles provenientes de las demás islas de la Nación del Fuego hasta gente de las tribus del agua provenientes de los lejanos polos.

Aang y Zuko estaban nerviosos, ya con sus elegantes trajes de fiesta daban vueltas a sus pensamientos aunque ninguno tuviera en sus planes confesar su amor esa noche, aunque a Aang no le quedaran mas de un par de días en la Nación del Fuego, esa noche solo querían estar en compañía del otro sin que nada más importara.

Aang entro al gran salón con la respiración entre cortada, sintió que le temblaron las piernas hasta que vio por dentro el salón donde se llevaría a cabo el baile; tenía enormes decoraciones en colores cálidos relacionados al otoño y la exitosa cosecha de ese año, había  grandes flores con colores rojizos y amarillos que llegaban a mezclarse formando naranjas. Mientras una orquesta tocaba una melodía tranquila en una de las esquinas del salón, era como estar dentro de un cuento de hadas.

Tan inmerso estaba en el paisaje que no noto cuando mas invitados llegaron, ese año había mas invitados de lo normal que venían de todo el mundo, incluso algunos maestros aire habían asistido. Entonces Katara se acerco a Aang para saludarlo acompañada de su hermano Sokka quienes iban vestidos con trajes formales típicos de las tribus agua con mascaras que no ocultaban para nada su identidad y mientras Katara preguntaba un poco de su estadía en la Nación del Fuego llego Toph, la prodigio del Tierra control que ya era considerada una de las maestras Tierra mas importantes del mundo por inventar el sub arte del metal control.

Aunque toda conversación se corto cuando la Familia Real apareció, Aang casi rio pensando que por eso Zuko amaba las entradas dramáticas, era cosa de familia; y por un segundo en medio de la gente sus miradas se cruzaron, fue como si el tiempo se detuviera para ellos y no hubiera nadie mas en el salón y Aang pudo ver la pequeña sonrisa en el rostro de Zuko que era tan discreta que solo alguien que lo conociera podría distinguirla en su semblante casi eternamente serio.

— ¿Todo bien Aang? —pregunto Katara al ver el cambio de expresión de su amigo quien pareció perderse un segundo.

—Claro, ¿por qué preguntas? —contesto el monje regresando por completo de sus pensamientos y dándole una sonrisa algo nerviosa a su amiga.

—Pareció que te perdiste un poco, ¿acaso te hizo algo la familia Real?.

—No, para nada todo a sido bastante tranquilo, en realidad eh hablado poco con ellos.

—No mientas, se cuando lo haces —esta vez hablo Toph con un tono algo imperativo —seguro te hizo algo ese príncipe heredero, es desagradable.

—Eh escuchado que se cree el rey del mundo, como si nadie le mereciera —dijo esta vez Katara quien empezaba a ver un poco mal al príncipe.

—No creo que sea tan mala persona, solo es un poco extraño y no, no me a hecho absolutamente nada — dijo Aang sintiendo que se le empezaba a acelerar el corazón, no porque mintiera sino que se sentía un poco nervioso; Toph hizo un gesto un poco extraño pero no dijo nada más de él tema.

Aunque Aang disfrutaba del evento, Zuko no podía decir lo mismo porque esa clase de eventos siempre le parecieron de los mas aburridas y agobiantes, todo estaba lleno de hipocresía además de que ese año habría mas gente para dar la imagen de ser una Nación pacifica. Seguía saludando a la gente con la mejor sonrisa que podía darles sin ya recordar a la mitad de personas con las que hablo esa noche cuando una voz familiar lo alerto y de inmediato busco de donde venia; incluso con la mascara pudo reconocerlo.

—Príncipe Zuko, a pasado un tiempo 

—Así es Kai, me alegra ver que estas bien— le sonrió Zuko sintiéndose aliviado, no solo de verlo bien sino de darse cuenta que ya no tenia ningún efecto en él.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 27, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Una historia tan vieja como el tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora