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Artista imagen multimedia: nyooooooy (Twitter)


—¿Crees que porque vienes hasta aquí como perrito faldero, te voy a invitar a mi casa a seguir con lo que estábamos haciendo? Lo que pasó recién no se va volver a repetir, ¿entendiste, Adora? Ya no quiero saber más de ti, vete —le gritó Catra.

Adora dio media vuelta, entre furiosa e indignada. Nunca nadie la había rechazado de esa forma. "¿Qué se creía esa gata estúpida?" pensaba mientras corría hacia los dormitorios. Catra entró a su casa, casi temblando, intentaba regular su respiración para calmarse. Estaba segura que con esas palabras había herido el orgullo de la rubia.

Sin embargo, necesitaba una ducha. Lo quisiera o no, seguía caliente. Así que mientras se daba un baño, fantaseó con ponerle un collar de perro a Adora y hacerla su mascota, mientras se tocaba. Quiso el destino que al terminar de vestirse, escuchara la puerta de entrada abrirse: la entrenadora estaba en casa.

Como era su costumbre aparecer un rato y volver a irse, Catra no se molestó en ir a saludarla. Pero para su sorpresa, la entrenadora la llamó.

—Catra, es tiempo de que lo sepas. De ahora en adelante vivirás sola, me mudo definitivamente de esta casa, que ahora te pertenece, no te preocupes por eso. Sin embargo, sólo pagaré los gastos básicos hasta los próximos 3 meses, por lo que te sugiero que consigas un trabajo. Eso es todo, adiós.

—Espere, entrenadora, ¿dónde va a vivir? Esto es muy repentino...

—Donde yo viva no es de tu incumbencia. Además, ya no eres una niña, puedes seguir sola. Seguiremos viéndonos en la academia.

Dicho esto, agarró su maleta y se largó. Catra se quedó en el mismo lugar, confundida, por alguna razón, se sentía más solitaria que nunca.

Durante la semana siguiente, Adora no asistió a ninguna de las tutorías después de clases con Catra, ni la siguiente o la subsiguiente. La rubia ignoraba completamente a la felina, excepto en clases de metamorfosis, donde era incapaz de evitar mirar su cuerpo de reojo, o de aspirar su llamativo aroma. Lo mismo pasaba con Catra, era incapaz de contenerse, desviaba la mirada discretamente cada vez que podía.

Fuera de eso, ambas se evitaban. Pero aquello no duraría mucho, porque repentinamente para las dos, llegó la semana de la competencia deportiva. Había pasado cerca de un mes de aquel "incidente" en los vestidores, y Catra apenas había intercambiado palabra con Adora, incluso en los entrenamientos, lo cual la hizo razonar y pensar que esa actitud no las llevaría a la victoria.

A pesar de esto, en los entrenamientos extras que se realizaban los días previos al evento deportivo, sólo hablaban lo justo y lo necesario. Adora había estado todo ese tiempo estudiando con Bow y Glimmer, pero muy a su pesar, no eran tan buenos explicando, por lo que sentía que retrocedía en vez de avanzar académicamente.

Notó que Catra tenía una actitud más amistosa ahora que se venía la competencia, por lo que consideró seriamente volver a las tutorías luego de clases, pero no quería que pensara que era porque quería intentar algo con ella. Por más que lo pensaba, Adora no sabía cómo hablar del tema con Catra. La felina percibía cierta molestia en la rubia, por lo que decidió que hablaría con ella, para disculparse apropiadamente y comenzar de nuevo, como compañeras de clases simplemente.

El famoso evento deportivo se celebraba anualmente en la Academia Brightmoon, quienes además de anfitriones jamás habían perdido un solo evento. Catra sentía la presión bajo sus hombros de liderar al equipo a la victoria por esta razón, además de que venían otras academias invitadas: Crimson Waste, Dryl y Elberon. Dryl se unía por primera vez a la competencia deportiva, ya que por lo general sólo participaban en la competencia de ciencias.

Shifters - Catradora AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora