Shifters - Catradora AU

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Artista imagen multimedia: blue-starr-in-the-sky-port (tumblr)

Hordak era un hombre que vivía en constante frustración. Su padre, Horde Prime, le había atemorizado y sometido a tal punto, que jamás se sentía a salvo. ¿Era normal sentirse así respecto a su progenitor? Siempre se lo cuestionaba. El único acto de rebeldía que le habían permitido era el cambio de color en el cabello, el cual llevaba azul. Sin embargo, no se salvó de la mirada desaprobatoria cuando le mostró su nuevo aspecto.

Horde Prime lo único que pregonaba era que ellos eran cazadores, una familia de cazadores, que no podían huir de su destino. Generaciones tras generaciones, los cazadores mejoraron sus armas, técnicas e incluso crearon tecnología innovadora con el fin de aniquilar a los shifters. Ellos eran parte de una de las familias más antiguas en cuanto al arte de cazar a su gran enemigo, los shifters, y una de las pocas que aún mantenían aquella tradición. Por lo tanto, su hijo sería uno más de ellos, le gustase o no. Hordak en realidad siempre estuvo interesado en las ciencias, la investigación y creación de armas eran su pasión.

Fue Hordak quien descubrió que luego de la guerra de los shifters contra los cazadores, los shifters escogieron "guardianes", cuya misión era proteger el legado y la cultura de los cambiaformas. A pesar de que era un gran descubrimiento, su padre apenas lo felicitó. Siempre lo hacía sentir menos de alguna manera, así que decidió que tal vez podría ganarse su respeto capturando a alguno de estos guardianes.

Horde Prime siempre le recalcaba que él a su edad ya había matado a varios shifters, prueba de ello era la terrible cicatriz de tres líneas, hechas por una pantera, que tenía en el ojo derecho. Él había participado en la gran guerra contra los shifters, cuando era apenas un adolescente. Consideraba un "defecto" que su hijo no hubiera matado ninguno a sus treinta años. Era tal su nivel de acoso, que Hordak pensaba que si llegaba a capturar a un guardián, debería matarlo luego de utilizarlo, o jamás lo dejaría en paz.

Sin embargo, Horde Prime le había permitido tener su propio laboratorio, donde realizaba armas experimentales, buscando siempre anteponerse a los rápidos reflejos de los shifters. Creó una serie de trampas, detectores y otros artefactos que facilitarían su búsqueda. A pesar de esto, aún le faltaba información relevante, los shifters debían tener alguna debilidad aparte de la plata, algo más letal, más eficaz. Además, necesitaba algún shifter en el cual experimentar, si era posible.

A diferencia de su padre, Hordak era un hombre paciente. Estudió lo que pudo sobre la guerra pasada, debido a que no existía mucha documentación respecto a esa época turbulenta. Fueron más de 50 años de enfrentamientos, en que ambos bandos sufrieron pérdidas considerables. La diferencia radicaba en que, los shifters supieron retirarse a tiempo, mientras que algunos cazadores murieron persiguiéndolos, siendo atacados por grupos de aquellos monstruos.

También estaba el hecho de que ellos se reproducían al igual que los humanos, por lo que probablemente a esas alturas no eran tan pocos como los que habían sobrevivido a la guerra. Lo que le importaba a Hordak, era saber dónde se escondían. Se consideraban a sí mismos guardianes del bosque, o la naturaleza, por lo que supuso que debían vivir en alguna reserva haciéndose pasar por humanos. Estuvo varios meses investigando sobre reservas donde viviera gente, hasta que encontró una que le llamó la atención.

El problema era, que era un territorio enorme, por lo que le tomaría un tiempo explorarlo todo. Además, había una ciudad cerca, en la que vivían humanos comunes y corrientes, que no tenían idea que tenían de vecinos a aquellos monstruos. Decidió dividir en zonas la reserva, ya que debía explorar con cuidado, porque una vez que lo detectaran sería el fin. Pero luego lo pensó mejor, tal vez no necesitaba ir tan equipado, ya que necesitaba pasar desapercibido antes que nada. Decidió que lo primero que haría sería recorrer la zona norte, y si era posible, plantar algún micrófono o cámara, si llegaba encontrarse con algún shifter.