hermanos.

37~ Bajo las Estrellas

Susan nos había hecho pastel de carne para la cena. Los chicos fueron sorprendentemente amables conmigo esta noche. Kyle había sido menos frío desde que llegó la Sra. Bredlong, y Jack se había vuelto un poco neutral, pero en realidad me hablaron hoy, hasta sonriendo de vez en cuando.

Después de la cena, los chicos mayores y sus padres nos dejaron solos. Salimos al patio trasero, donde todas las luces estaban encendidas y la piscina tenía la cubierta sobre el agua. Thelma había traído un parlante Bluetooth para que pudiéramos escuchar algunas canciones y bailar juntos, como en una fiesta de baile normal.

Podría haberlo hecho sin que la Sra. Howells estuviera parada allí mirándonos todo el tiempo, pero hice lo mejor que pude para ignorarla.

Fue una noche tan perfecta. Un cielo hermoso, claro y estrellado... una brisa ligera y juguetona... aire fresco. Las luciérnagas nos acompañaron en nuestro baile bajo las estrellas, destellando su luz dorada para nosotros.

Por un tiempo, agitamos los brazos y saltamos al ritmo de muchas canciones de fiesta de nuestra infancia, cantando. Muchos de nosotros no éramos... grandes cantantes, pero la armonía sorda lo hizo aún más divertido. Tomamos lo que sentía como cientos de selfis y videos.

"Levanta tus manos y digan hoy: 'Hoy sí voy a dejar ir'... Celebremos y vivamos aquí, 'Hoy sí, vos, vamos a ir'..." Aplaudimos cuando la canción terminó más tarde.

"Está bien, otra selfi. ¡Todos vengan aquí!" Mildred señaló a todos para que se acercaran. Todos forzamos nuestras mejillas en una sonrisa mientras ella estiró su brazo lo más que pudo para acomodarnos a todos.

Una melodía familiar sonó en el altavoz y Thelma gritó. "¡ME ENCANTA ESTA CANCIÓN!" ella dijo para todos nosotros.

Tony tomó mis manos, empujándome a otro baile. Todos nos reunimos para cantar. "Yendo al centro de la ciudad, rápido..." Me di la vuelta, dejando escapar una risita. "Te necesito, y te extraño, y me pregunto..."

Tommy nos dejó unos minutos después de la canción, sus pies literalmente matándolo, pero el resto de nosotros nos quedamos por un largo rato, mucho después de la medianoche. No me había quedado despierta tan tarde en... no tanto, pero lo suficiente como para no acostumbrarme más. La Sra. Howells ahora estaba sentada, luciendo exhausta.

Obviamente estaba bien, entonces, ¿por qué ella no podía simplemente... irse?

Llegamos a una canción más lenta. La mayoría de las chicas estaban agotadas y se fueron a descansar. Mildred y Harry de alguna manera todavía estaban de pie, junto con Tony y yo. Harry miró a Mildred con timidez, sonrojándose mucho. "¿Quieres bailar este?" preguntó.

"Sí, claro, ¿por qué no?" Ella felizmente puso sus manos sobre sus hombros. Mordí mi labio, resistiendo la risa. Harry estaba haciendo que su enamoramiento fuera bastante obvio. Me pregunté si Mildred sentía lo mismo.

"Oh, la gente viene,

Y luego se va,

Este diamante fue muy especial..."

La canción era hermosa, acompañada de sonrisas y giros juguetones.

"Y aunque ya no estás,

Y nadie lo sabrá,

Yo te veo celestial..."

Robé una mirada a Harry y Mildred. Mientras Harry parecía prácticamente enamorado, Mildred estaba tratando el baile como un juego, incluso sumergiéndolo y riéndose.

Después de que terminó la canción, Mildred y Harry descansaron, dejándonos solos a Tony y a mí. Él me miró. "¿Quieres bailar este?"

"Yo encontré... un amor..."