hermanos.

59~ Cabos Sueltos

22 de diciembre de 2023

Susan y Davis me llevaron a ver a mis padres hoy.

A pesar de mi castigo, se me permitía ir a lugares como este; lugares importantes. Ya habíamos planeado este viajecito, y eso no era algo que nos quitarían.

Su modo de crianza era algo para acostumbrarme. No hubo gritos, golpes o amenazas cuando me regañaron. Me quitaron privilegios y dejaron claro que era 'su casa, sus reglas' sin ningún trato duro. No había tenido problemas importantes con ellos durante mi estadía, sorprendentemente, así que esta fue la primera vez que me regañaron severamente. Pero para mí, no fue grave.

Por respeto, acepté mi castigo y prometí no volver a hacer esto, pero si hubiera sido cualquier otra familia, los habría desobedecido de inmediato. Este tipo de disciplina era tan ligera en comparación con otras.

Por supuesto, sabía que había corrido un gran riesgo. Algo más peligroso pudiera haber pasado en esa fiesta. Reportaron el incidente, pero como salí de una pieza, no me mudaron.

Esta marcó la segunda vez que los chicos salvaron mi trasero. No sabía cómo no se cansaron de mí. Si yo fuera ellos, me habría despedido.

Al llegar a Pierce, mis recuerdos comenzaron a regresar. Lugares que no había recordado en más de una década gradualmente encontraron su lugar en mi cerebro. La nostalgia era tan extraña. Se sentía como otra realidad, una en la que tenía una familia, un hogar y felicidad. Yo tenía una vida normal.

"165, ¿verdad?" dijo Davis.

"Así es". Mi corazón se aceleró cuando doblamos la esquina, pasando el letrero que decía, 'Calle Waterfield'

Y ahí estaba.

Mi casa. Mi hogar. La casa en la que comencé mi vida. La casa en la que fui feliz. Donde vivían mis padres.

"¿Quieres salir del carro o quieres seguir?" preguntó Susan.

Tragué saliva, mirando la casa mientras Davis pasaba lentamente. Recordé que las ventanas me parecían tan grandes. Ahora no parecían tan grandes. La casa en sí era bastante pequeña.

"Voy a salir", dije finalmente. Davis se detuvo y salí con Lonnie. Ya podía sentir mi ansiedad aumentando, así que se presionó a mi lado.

Estoy aquí, Diana. No te dejaré, podía oírlo decir.

Me paré frente a la casita blanca. Las luces estaban apagadas adentro, como el día que murieron mis padres.

"Diana... ¿puedo preguntarte...?" Harry se paró a mi lado.

"¿Sí?"

"¿Cómo pasó...?" Se apagó.

"Alguien los llamó y les dijo que mi abuela tuvo un infarto mientras yo estaba en la escuela. No tuvieron tiempo de esperar a que saliera, así que me dejaron una nota y se fueron. En el camino, un camionero borracho causó un gran accidente en la carretera. La caja de carga se cayó y los aplastó".

Pasaron unos momentos. "Lo siento mucho".

"Esperaba que doliera... pero no duele, no tanto. Supongo que porque tuve muy poco tiempo con ellos".

"¿Y tu abuela?"

"No sé. Supongo que murió". Me encogí de hombros. "Nunca la conocí. La única familia con la que hablamos fueron mis tíos y sus hijos".

Mientras miraba, vi a mi pequeño yo caminando hacia la casa, con su mochila puesta. Se detuvo en seco, mirando las ventanas oscuras. Un sollozo salió de mi pecho y me agaché, tapándome la boca. Harry me abrazó por un lado mientras Lonnie me consolaba con terapia de presión profunda.