hermanos.

79~ Perdón

Tommy

Solía tener mucho de qué hablar a la hora del almuerzo. Me sentaba en una mesa llena de gente, en su mayoría futbolistas y animadoras, todos haciendo chistes y contando historias. Por lo general, esos chistes se hacían a expensas de otra persona y las historias difamaban y degradaban los personajes de otros.

Ahora, sentado en una mesa con Harry y un par de chicos más que todavía eran amigos nuestros, me sentí mucho mejor. Cuando miré esa mesa llena, donde Shirley venía y se sentaba en mi regazo, poniendo celosas a las otras chicas intencionalmente, no lo extrañé en absoluto. De hecho, me repugnaba. ¿Cómo me senté en esa mesa durante todos estos años de secundaria?

Sentí como si me hubiera liberado de las cadenas que me mantuvieron presionada durante tanto tiempo. Cadenas pesadas y apretadas que me obligaban a hacer cosas y actuar de cierta manera, haciéndome odiarme cada vez más. ¿Por qué soporté todo eso? ¿Solo para agradarle a la gente que despreciaba? ¿Por qué querría su aprobación?

Harry agitó una mano frente a mis ojos. "Tommy".

"¿Eh? ¿Qué?"

Todos se rieron entre dientes. "Nate estaba preguntando si él y Jayce podían venir este domingo. ¿Qué crees?"

"Este domingo es lo del corte, Harry", le recordé.

"Ay, cierto. ¿Qué tal el sábado?"

"No puedo el sábado", dijo Nate.

"Yo sí", intervino Khalid. "¿Y eso del corte? ¿Es día de ser cortés?"

"Es un juicio, tonto", dije.

"¿Se están juzgando?"

Pusimos los ojos en blanco, riendo entre dientes. "No, el juicio. ¿Nuestra hermana va a testificar?"

"Oh. Pensé que ya pasó".

"Tiene que irse de nuevo". Sonó el timbre y todos se pusieron en movimiento. Tomamos nuestros almuerzos y bolsas para llevar. "Ella salió corriendo de la sala".

"¿Por qué?"

"La abogada defensora fue fea, por eso", murmuré.

"Simplemente están haciendo su trabajo", dijo Harry.

"Obviamente estaba disfrutando interrogar a Diana. Y escuchaste la declaración inicial. Fue horrible".

"¿Cómo está tomando Diana todo esto?" preguntó Khalid.

"Mal. Es muy difícil para ella. Ahora que vi a ese tipo de cerca..." Harry se estremeció. "Se veía tan raro. La forma en que la miraba... no me gustó nada. No puedo creer que hayan dejado que una niña de cuatro años quedarse con él".

Salimos de la cafetería y comenzamos a caminar por el pasillo. "Solo espero que no sean aún más duros con ella esta vez", dije. "Querían ponerle un monitor de tobillo".

"Caray. Eso es extremo", dijo Nate.

"Bueno, no lo hicieron". Harry tropezó, empujado por la multitud que nos rodeaba. "Simplemente dijeron que nos multarían si Diana se corría de nuevo".

"Pero deberían entender que ella está... ya sabes, pasando por muchas cosas, ¿verdad?"

"No creo que les importe", dijo Khalid.

Una conmoción nos interrumpió. "¡Eres una loca! ¡Son todas locas! ¿Qué diablos estás diciendo...?"

"¿Y eso?" Seguimos adelante, siguiendo los murmullos y las miradas de la multitud hasta llegar a los baños al final del pasillo. Reconocí a Thelma, Kate y Alma al frente de la multitud, que observaban atentamente la puerta.