IV

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Isabelle's Pov:

Desperté con un dolor en la cabeza, de nuevo.

Escuche ruidos afuera de mi cuarto, fui investigar que era.

Los trabajadores estában arreglando la ventana que habían roto.

Mis padres llegarían a las 6 de la tarde, por cierto ¿Que hora es?

Baje a desayunar.

- Hola, ya despertaste Prima. - Nos saludamos en un beso en la mejilla -Enserio, si te desmayas a lado de ese guapo, te mato. - me intento regañar y nos reímos por su intento fallido.

- ¿Ya desayunaste? - le pregunte.

- Si, ¿a caso tu no? -  al ver que no conteste, Ana agrego - Bel el desayuno es muy importante, no empeces de nuevo con tus ideas locas -

Cuando era más pequeña, siempre tenía idea de que si no comía, tal vez alguien que lo necesitará más que yo lo podría comer pero cuando crecí me di cuenta que así no funciona la vida.

Voltee los ojos por su comentario y fui a la cocina.

Al entrar me encontré a María, la cocinera y le pedí que me preparara algo de desayunar.

Paso el día y cuando llegaron mis padres todo fue normal.  Ya eran las 8.

- Bel tus padres te llaman, están en la sala. - me dijo Ana tocando mi puerta.

Me baje y fui a la sala.

Al entrar los vi sentados.

Mi madre con una falda larga y un saco. Siempre una mujer de negocios, al igual que mi padre.

Mi madre tiene buena figura, al igual que mi padre, se supone que yo tambien, pero yo no hago tanto ejercicio como ellos.

- ¿Me hablan? - les dije al mismo tiempo que tocaba la puerta.

- Si, pasa - me dijo mi padre, siempre tan formal.

- Hija, ¿Que paso? ¿Cómo se rompió nuestra ventana? - dijo mi madre preocupada como si fuera lo más peligroso de este mundo.

Ya les había contado por teléfono, para que querían saberlo de nuevo. Siempre tan exagerados, volteo los ojos.

- Pues 4 chavos, la rompieron con una piedra, es que estaban borrachos... - les dije después de un suspiro.

- ¿Pero, porque Ricard los atendió y tu no? - me interrumpió mi mamá.

- Pues fácil mamá, estaba en una fiesta y estaba borrachisima - Eso pensé decirles, pero no podía.

En vez de eso les dije.

- Mamá, eso paso a media noche y yo estaba dormida - Le dije como excusa - Aparté salir a la calle de noche es peligroso, ustedes me lo han dicho. - les dije, yo siempre tan inocente.

- Lo sabemos hija - me dijo mi padre y agrego - tu escuela inicia el miércoles, ¿Ya estas lista princesa?

Asentí con la cabeza, siempre tan buena hija.

- ¿Isabelle, si te estas tomando tus pastillas? - me pregunto mi madre.

Negué con la cabeza y ella inició su choro de siempre.

- Isabelle, tu sabes que esas pastillas te ayudan mucho. Son buenas para tu salud...

Rodé los ojos.

Ya iniciamos, ya no soy una niña, porque diablos no pueden seguir en sus vidas, porque se meten a las otras.

Si alguien se pregunta de que son las pastillas, pues son pastillas normales que me ayudan a algo del metabolismo, la comida o algo de mis genes. Solo sé que si no las tomo lo que me pasa es que término desmayada.

Enamorado ¿Yo? Núnca.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora