A mi padre le llamo un amigo de la infancia que es millonario, le dijo que quería invertir su dinero en un proyecto que seguro que tendría fama, y así fue:
Por la mañana mi padre estaba trabajando en planos de robots cuando lo llamaron, el telefono lo asusto y se hizo daño con unas chispas.
Cogió el móvil:
-Que pasa, estoy ocupado...
-¡William, tío!
-¿Henry? madre mía ¡Canto tiempo tío! ¿que tal?
-Bien bien, pero te llamo por otra cosa.
-Ya me han dicho que has llegado muy alto.
_si william, soy millonario, ¿te interesaría hacer un proyecto?
-¿cual?
-He pensado, que como se te da bien la robótica, he hecho unos planos de un restaurante pizzeria, con animatrónicos para los niños, ¡haremos una fortuna tío!
Mi padre se quedo mirando el suelo unos segundos y después dijo:
-Me parece una idea muy interesante, ¿para cuando empiezo los diseños?
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