10.El mejor regalo

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Era Jack otra vez, ¿Por qué me lo encontraría tanto últimamente? Al parecer estaba con una chica, la chica era muy rubia, llevaba mechas verdes y azules y tenía los ojos grises, era blanca como la leche, no creo que esa chica fuese Elisa, le habría cambiado incluso el tono de piel, Jack me vio y vino a saludarme, le presenté a Iván, y a los demás, él se fue a su mesa, y poco después pago y se fue. Me gustaría saber porque me lo encuentro tanto, es mucha casualidad, ahora, cuando mejor estoy, aparece él, podría haber aparecido en otros tiempos, y, ahora que lo pienso ¿Cómo soy tan tonta de no preguntarle si había tenido algo con Elisa?¿Quién era esa chica? Yo pensaba que ahora estaría saliendo con Elisa, si le vuelvo a ver, le preguntaré.

Acabamos de cenar, y nos fuimos a una discoteca, allí bebimos algunos ron con cola, vodkas… Estuvimos por la discoteca hasta las 4 de la madrugada, que decidimos ir a nuestras casa, yo llegue a casa descalza con los tacones en la mano, algo contentilla, Me quité el vestido y Iván me besó abrazándome, yo no quería hacer nada, estaba muy cansada y me dolía mucho el estómago, él no insistió, nos dormimos, y al día siguiente, sábado, me despertó sobre las 13:00 para que comiese algo, aunque, yo no me encontraba bien, no había descansado apenas por la noche, me seguía doliendo, entonces no me insistió para comer lo más mínimo, me hizo poco de comer, por si quería comer, pero no toqué el plato, después coloco nuestro cuarto él, yo estaba en el sofá tumbada esperando que se me pasase un poco el dolor, mientras colocaba, le enviaron un mensaje a su móvil, fui a mirarlo, y no me dejó, no quería que lo viera… ¿Tendría alguna amante? Yo siempre he sido muy celosa, y lo seguiré siendo, me enfurecía un poco que no me quisiera contar las cosas, yo le contaba todo a él, pero si él a mí no me lo contaba, sería o por que no confiaba en mí y me quería dejar, o que tuviese una amante, pero, ¿Qué tenga una amante? Si todas las noches lo tengo bien servido, menos alguna que me encuentre mal… espero que no tenga amante, que me deprime pensar eso… Al rato, fuimos a comprar alimentos, y yo le insistía en que me dijera que se traía entre manos, pero él no me lo quería decir, encima, en 5 días volveríamos al trabajo, y no tendríamos tiempo para nosotros… estuvimos hablando de eso, y de que pronto tendríamos que ir de comida familiar otra vez, sería el cumpleaños de Soraya, y estábamos invitados. Sobre las 20:15, fuimos a comprar unas pizzas, compramos dos familiares, y se vinieron a cenar a casa Adrián y Carmen, estuvimos hablando, y otra vez me empezó a doler la tripa, apenas había comido, pero deje de comer, aunque, estando los dos glotones de Iván y Adrián, no sobraría nada, Carmen y yo nos pusimos a hablar sobre Christine, quedábamos poco con ella, pero se le extrañaba… Ahora mismo estaría en su casa cenando con la familia, y, Meli, se había ido con Hugo a Londres una semana, volverían dentro de 3 días… La parejita se acabó yendo, y nosotros fuimos a la cama, no hicimos nada, últimamente me dolía demasiado el estómago.

-¿Por qué no pedimos cita para el médico?-Dice Iván.

-Déjalo, se acabará pasando-Digo.

-Mañana llamaré, que luego te quejas de que te duele-Dice.

-Iván, eso ha sonado un poco mal-Digo riéndome.

-Ya, me he dado cuenta…-Dice.

Él me abrazó y me dio un beso de buenas noches, cuando quiere me trata como a una niña pequeña, pero eso me gustaba mucho de él, siempre se preocupaba por mí, me defendía… Era buen chaval. A la mañana siguiente, me despertó, con prisas, insistía en que me vistiese corriendo para ir al médico, yo no sé cómo lo hace, que pide cita hoy mismo, y se la dan hoy mismo, ¡A mí siquiera me cogen el teléfono en la clínica! Yo creo que incluso ya tenía la cita pedida, me vestí, y fuimos los dos para el médico, allí nos atendió el Doctor Suarez, le expliqué que me pasaba, y me recomendó un jarabe en sobres, cuando salimos, fuimos a comprarlo a la farmacia, y después en casa, lo dejé para la hora que tocará tomármelo, a la hora de comer, hizo el la comida, como últimamente, hoy hizo macarrones con tomate, me echó poco, y el también se echó poco, pero más que yo, me tomé el jarabe, y después empecé a comer, después de comer, subimos un ratito a la habitación, cuando acabamos, llamo Meli al teléfono, había llegado antes de tiempo al tener que empezar a trabajar Hugo, entonces, colgó y vino a mi casa a contarme cómo le había ido por Londres.

-¡Abie!-Saluda felizmente.

-¡Hola! ¿Qué tal por Londres?-Digo.

-Muy bien, toma, esto es para ti-Dice dándome un regalo.

-Oh que mono, no tenías por qué haberte molestado-Digo. Me había regalado una cabina telefónica roja para adornar la casa, esas típicas cabinas que hay por Londres.

Nos sentamos a hablar del viaje, al parecer se lo había pasado, bien, me contó a dónde fueron, me enseñó fotos… Al rato se fue, y yo me fui también, mañana sería 5 de Enero, y tenía que comprar papel envoltorio para ellos, fui a comprarlo y los envolví, después, por la noche, Iván llegó a casa, escondí los regalos, y bajé a darle un beso, me tocaba a mí hacer la cena, hice un poco de pescado, recogí los trastos de la cocina y me senté con él a cenar, me habló de que había visto a un chico, que conoció hace unos años, se llama José, al parecer fueron amigos, pero siquiera han hablado hoy al verse, no debían tener mucha amistad cuando ni hablaron… Llegaron las 00:00, y estábamos viendo la televisión, pero ya no había nada interesante y nos fuimos a dormir, por la mañana nos despertamos pronto, a las 9:00 para ser más exactos, él hizo el desayuno mientras yo me vestía, después subió, se vistió él, y yo mientras hice la cama, después bajamos a desayunar, unas tostadas con mermelada y un zumo de naranja, Iván siempre se ha esmerado al preparar comidas, me recordaba a mi abuela cuando cocinaba, nadie podía imitar su sabor, al terminar de desayunar, recogimos los platos, y nos fuimos a comprar algunos regalos que faltaban, las calles estaba llenas de gente apresurada con regalos para sus hijos, sobrinos, nietos…

-¿Y si salimos a ver la cabalgata a las 7?-Dice.

-Eh… Vale ¿Por qué no?-Digo.

-Pues ya sabes, no quedes con tus amigas que tenemos una cita-Dice.

Entonces, mientras andábamos, puso su mano derecha, sobre mi cadera, y yo hice igual con mi mano izquierda. Estuvimos paseando por la calle, con alguna bolsa pequeña en nuestras manos, esa mañana, hacía mucho frío, yo llevaba un gorro grisáceo y un abrigo del mismo color, y muy calentito por dentro, él simplemente, llevaba una sudadera, Iván siempre ha sido muy caluroso, pero, esa mañana, se puso a nevar, dónde yo vivía, era muy difícil que nevase, hacía tiempo que no veía caer los copos blancos y finos sobre el suelo. Cuajó en el suelo, Iván y yo nos fuimos a un campo que había por allí cerca, y jugamos como niños con la nieve, le empecé tirando una bola de nieve, y él me siguió el juego, cuando fui a lanzarle otra bola, vino a mí, me besó y me cogió de las manos, tropezamos y nos caímos al suelo, allí, estuvimos tumbados diciendo tonterías, empezó a llegar la hora de comer, y fuimos para casa.

*Al ir hacia casa*

-Pero que te quedaste con cara de tonto cuando te tiré la bola-Digo sonriendo.

-Mujer, no me espera un bolazo en la cara-Responde.

Empecé a recordar lo bien que nos lo habíamos pasado, me habría gustado estar más tiempo allí, pero, había que regresar a casa. Cuando llegamos, le enviaron otro mensaje a Iván, él lo miró y se fue corriendo, no se a que hubiese ido, pero mientras hice la comida, tardó muy poco en volver, cuando volvió subió, y después volvió a bajar, no le pregunté, sabía que no me diría nada de esos mensajes y no quería enfadarme, mi día iba muy bien, nos sentamos a comer, y seguimos hablando y riendo como si no se hubiera ido, cuando terminamos de comer, yo comprobé que no había visto el regalo que le había hecho, efectivamente, no. Llegaron las 18:30, mientras el me esperaba fuera, puse su regalo en el árbol de Navidad y fuimos a ver las cabalgatas de los “Reyes Magos” allí nos encontramos a Adrián y Carmen, pero no nos fuimos con ellos, fuimos a lo nuestro, después cuando llegamos a casa, no sé cómo lo hizo, pero estaba allí mi regalo, al lado del suyo, cada uno con su nombre. Fui a abrir el regalo, y ahí comprendí todo aquellos mensajes a su móvil, y aquellos secretitos. Lo abrí y me quede impresionada. Fue el mejor regalo que me había hecho en toda mi vida.

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