18- Luna de Miel

235 1 0
                                    

Al llegar a las Islas Griegas, fuimos hacia el hotel. Nos trataron bien al llegar. Dejamos las cosas en nuestra habitación. Nos pusimos los trajes de baño y fuimos a la playa. Aquellas playas eran geniales. Eran unas playas doradas con un agua cristalina donde, podrías broncearte bajo el sol ardiente. En los chiringuitos, había deliciosos cócteles. Me encantaba ese sitio. Más si estaba con él. Solos.

Nos bañamos en la playa. El agua, estaba algo fría. Yo no me quería bañar pero Iván me insistió en bañarme con él. Al no querer. Me cogió y me llevó al agua, él es muy fuerte. No podía soltarme de sus brazos. Cogió, me llevó al agua y me metió en ella. Al tirarme en ella me mojé el cuerpo entero. Él solo tenía las piernas mojadas. Me levanté y salté encima suya para mojarle un poco. Cuando salte a él, tropezó, y se calló al agua. Yo caí con él. Me empecé a reír de la caída y él simplemente me besó dentro del agua. Yo tenía la cámara en la bolsa de playa. Fui a por ella y le eché una foto metiéndose al agua sin que se diese cuenta. Después, cogió la cámara me dio un abrazo y echó una foto. Miramos la foto y… Salió genial. Me recordó un poco a la foto que aún sigo teniendo del beso. Cualquier cosa me recuerda a él y sus tonterías. Aunque desde una semana antes de casarnos no es como antes de pedirme matrimonio. A mí me encantaba como era. No sé por qué ha cambiado la verdad ¿Pensará qué seria pesado al ser así? No sé, espero que vuelva a ser como antes. Me gustaba más. Después de hacer un poco el Indio por la playa. Fuimos al hotel, allí comimos y seguimos viendo el lugar. Pasaron los días y volvimos de la luna de miel. Cuando llegamos a casa. Estaban nuestros mejores amigos y nuestra familia más cercana esperándonos. Estuvimos hablando con ellos del viaje, se fueron yendo y nos quedamos con Carlos y Jonh. Hablamos con ello del tema de la boda, del vídeo, de los gritos que nos pegaban para que nos besásemos. En resumen. Hablamos un poco de todo, ellos se fueron y nosotros nos quedamos solos. Ya echaba de menos mi hogar con Iván, aunque, ahora sería un poco diferente. La verdad, no pensaba que me fuese a casar con 24 años, pero, qué más da. Me casé con la persona que más quiero. En la luna de miel hicimos de todo. Estaba tan cansada que me quede dormida en sus brazos. Me llevó a la cama y al despertar, sobre las ocho de la tarde. Me levanté y le busqué por casa. Estaba haciendo nuestra cena. Iba vestido algo gracioso. Llevaba el mantel de cocina puesto con unos vaqueros y unos zapatos de anda por casa. Fui con él a la cocina, le abracé y él se dio la vuelta para besarme. No llegamos a más por la cena, no haría mucha gracia que se quemase. Nos pusimos a cenar. Los dos estábamos callados, como habíamos estado toda la semana juntos sin ver a nadie no teníamos nada que contar. De repente, sacó el tema. El tema de Jack.

-Abie ¿Cuándo te reencontraste con Jack en aquel restaurante, te volvió a gustar?-Dice.

-Por supuesto que no, ¿Te crees que sí?-Respondo.

-Pues sí-Dice muy convencido.

-Pues eso es mentira, y lo sabes-Digo.

-Será mentira, pero me preocupo por nuestra relación. Carlos me dijo que tuviese cuidado con ese chico, que te había gustado demasiado tiempo-Dice.

-¡Pero ahora me gustas tú!-Digo algo alterada.

Esa frase la dije sin siquiera pensarlo, dije lo primero que se le ocurrió a mi mente, aunque supongo, que se le habrían aclarado las ideas. No volvió a contestar y pronto me cambió de tema, me empezó a hablar de las fotos de la boda y las del viaje. Al terminar de cenar, me fui a dormir. Él, se quedó viendo la tele abajo. A la mañana siguiente, llamaron al timbre. Me despertaron y fui a ver quién era. Aunque, ya había abierto Iván que estaba con Carlos. Era Carmen, me reclamaba, me obligó a vestirme y a ir con ella a un sitio. Me quité el pijama y me puse lo primero que pillé, me delineé los ojos y nos fuimos. Me llevó a la antigua tienda en la que trabajé hasta que conseguí el trabajo en la clínica. Se encontró allí a Bonnie, trabajando, estaba hablando con Meli. Al parecer empezaron a hablar cuando yo estaba de viaje. No quise ni entrar a la tienda. Carmen y yo, nos quedamos cerca de la puerta esperando. Hasta que salió Meli, y me contó de lo que habían hablado.

-¿Qué  hacías hablando con esa chica?-Pregunto interesada.

-La chica es Bonnie, por si no te acuerdas de ella, estábamos hablando, de tu boda-Dice Meli.

-Pues que poco interesante-Digo.

-No te creas, la chica quiere quitarte a Iván, no se da por vencida-Dice.

-¡Joder! Pero si ya está incluso casado…-Digo algo entristecida.

-Ya. Dice que te lo quitará, que estés atenta, y luego ya ha soltado paridas, que te las puedes imaginar tu solita-Me dice.

Yo me quedé un poco asombrada, nunca había conocido una persona tan pesada. Se podría buscar a otro chico perfectamente, ellos dos no tenían nada que ver. Incluso, hacía años que no nos veíamos. Pero, si a la chica le hacía ilusión. Pierde el tiempo.

Llegué a casa y estaba Iván durmiendo en el sofá, le desperté a besos y no tardó en responderme. Mientras que yo hacia la comida le conté lo de Bonnie. Él me dijo que no me preocupase. Que ella, no tendría ni una sola oportunidad, que sólo me quería a mí. Eso, me tranquilizó un poco, pero, había que demostrarlo día a día. Que es lo que ya hace.

Después de comer. Fuimos a dar un paseo, íbamos los dos cogidos de la mano cuando nos encontramos con Adrián y Carmen. Estaban de compras los dos, les saludamos, hablamos con ellos y buen rato y finalmente nos fuimos. Me paré en el escaparate de una tienda, vi un collar, precioso. El collar era largo, color dorado y de un búho, a mí, me encantan esos collares, largos, más bien por el ombligo, y con alguna figura que destacase. Me llamaron por teléfono en ese momento. Lo cogí, era Lucía, me dijo que mañana iba a estar con Christine y con Miriam, que si quería irme con ellas, que también avisaría a las demás chicas. Yo acepté, y cuando menos me lo esperé. Iván no estaba al lado mía, me fije en que pasó a la tienda donde vi el búho. Al salir, llevaba una bolsita. Me había comprado el búho mientras yo hablaba.

-¿Te gusta verdad?-Me dice.

-Claro, y más, si me lo das tú-Digo sonriéndole.

-Te falta una cosa-Dice.

-¿Así?-Digo.

-Sí-Responde.

Le di un abrazó y un beso.

-Eso también, pero, sigue faltando algo-Dice.

Miré en la bolsa, y había algo envuelto en una cajita. Lo abrí y… era fabuloso.

Nuestra historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora