Somos Primos

La verdad

A Veces actuamos sin pensar y creamos situaciones inesperadas.

Me sentí mal por olvidarme completamente de kev, en las clases restantes le envié mil textos, solo me dejaba en visto. Bien solo faltaba una clase para que pueda salir de aquí, calculo no era fácil, pero tampoco tan difícil y se pasaba bastante rápido a lado de Jis y Yessy.

Estaba tomando notas cuando en la puerta aparece Kev y le pide al profesor hablar ¿de qué diablos quiere hablar con mi profesor de cálculo? ¿no es como que tengan algo en común o sí? estaba tan centrada en mis pensamientos que me olvide de todo y el profesor de devolvió a la tierra.

- señorita Ashley- al instante sentí en codazo en las costillas por parte de Yesica - si profesor-

-tome sus cosas, se puede retirar- no entendía nada, solo hice lo que me dijo y mire las caras de confusión de mis amigas - gracias y compermiso - al cerrar la puerta sentí un tirón de mi brazo y ese era kev - ¿a dónde me llevas? - hizo caso omiso a mi pregunta y solo me guiaba al estacionamiento - Kev ¿por qué me sacas de clase? - de nuevo lo mismo, solo esta ignorándome. Llegamos al estacionamiento y me metía al auto - antes de que vuelvas a preguntar, te saque de clase porque quise y porque puedo, ya me entere de la razón por la cual no me contestabas y tengo muchas preguntas sobre ese tema, ahora vamos a ir a casa y quiero que todo el camino te mantengas callada y quieta ¿entiendes? - su tono autoritario me cautivó de manera impresionante, no soy de dejarme mandar y menos por un hombre, pero no le puedo responder, no a él, sentía hormigueos en el estómago ¿miedo? ¿curiosidad? no lo sé, pero ame su tono - contesta-

- sí, entendí- el resto del camino a casa fue como él lo pidió, no me moví ni un centímetro, me mantuve callada, pero el hormigueo no desaparece. Llegamos a casa, pero esta vez Kev no dejó el auto afuera como de costumbre y no me hablo hasta ver cerrar por completo la puerta del garaje - Bájate- él manda y yo obedezco, baje del auto lenta y cuidadosamente; sentí unas manos en mi cadera, me quito el bolso y me giro para verlo a la cara, instantáneamente me subió a su hombro, como si yo no pesara ni un solo gramo, quería preguntar a dónde me llevaba pero no sabía si me respondería y no me quise arriesgar a que me ignorara; me llevó a su habitación y me sentó sobre la cama - quiero que me digas por qué estabas con Jean- estaba por responder cuando me interrumpió - pero haré que me lo digas a mi manera, quítate la ropa- sus palabras me dejaron en shock ¿lo tengo que hacer? - te dije que te quites la ropa, solo quiero ropa interior- lo hice sin rechistar y se intensificó el hormigueo - recuéstate y dame tu mano- lo hice al instante, me puso una cinta alrededor de la muñeca y ató el otro extremo a la cama, repitió el proceso con mi otra mano - vamos a hacer que experimentes un pequeño castigo- ¿castigo? sus palabras solo intensificaron aún más los hormigueos. ato mis pies a la cama, pero con el nudo suficientemente flojo como para poder abrir mis piernas - te voy a tapar los ojos, no quiero preguntas y solo vas a responder a lo que yo diga ¿entendiste? -

-si - estoy tan nerviosa que olvido que nunca acepte esto - bueno ahora que ya entendiste empecemos-