capítulo 4: La llamada

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En cuanto pasé por la puerta, la cerré de golpe y me respalde en ella.

- ¿Qué es esto? - miré a mi madre, estaba enfrente mía, con las manos en la cadera mirándome con el ceño fruncido, parecía enfadada, aunque más que eso estaba nerviosa.

- ¿el que? - dije interesada y algo confundida. Ella estiró su brazo hacia mi, mostrando un papel arrugado en su mano, lo abrió nerviosa y lo leyó en voz alta.

- ¿"Sé que estabas dentro, volveré a por ti, te ayudare"? ¿Qué significa esto? ¿Quién te la ha enviado? - continuó alzando la voz un poco.

- por si no lo has visto, no tiene remitente, sé exactamente lo mismo que tú - dije de mala manera, pasé por al lado suya y empecé a subir las escaleras.

- ¡No me mientas! - me agarró de la manga de la chaqueta para que me detuviera.

- no miento, y si así fuera, te jodes. - me zafé de su agarre y seguí mi camino - anda ve a emborracharte y déjame tranquila.

Cuando entré en mi habitación tiré la mochila encima de la cama, lo primero que hice fue sacar mi móvil del bolsillo del pantalón y mirar si tenia mensajes, no había nada. Puse música y lo dejé encima de la mesa, saqué el cuaderno de matemáticas, me senté en el escritorio y empecé a hacer los deberes, si tenia más faltas acabaría suspendiendo las asignaturas.

Pasé 4 horas haciendo los deberes hasta que me llegó una llamada de Max, dejé el boli azul sobre la mesa y atendí la llamada.

- Hola, Max, ¿Qué pasa? - dije echándome hacia atrás para estar más cómoda en la silla mientras hablaba con él.

- eh... te necesito - su voz sonaba nerviosa y asustada, fruncí el ceño.

- Max, ¿estas bien?

- s-si, si, estoy con unas personas que dicen que quieren hablar contigo.

- ¿Dónde estas? - dije ya preocupada por mi amigo.

- dicen, que cojas una mochila, la llenes con ropa y salgas de tu casa, sube al coche amarillo que esta aparcado enfrente. - dijo repitiendo las palabras que le estarían diciendo las personas que estaban con él. Me levanté de la silla y corrí a mi ventana, la abrí y me asomé al exterior, efectivamente había un coche amarillo, mejor dicho, el coche amarillo, tenia las luces encendidas y había personas dentro, pude ver a Max asomarse al cristal.

- Max, ¿sigues ahí? - dije volviendo a colocar el teléfono en mi oreja.

- si, estoy aquí.

- ¿estas bien? ¿puedes irte?

- Robin...

- No, no puede - una voz grave de hombre le interrumpió.

- ¿Quién eres? - dije entre dientes - como le hagas algo... - empecé a amenazar, pero otra voz me interrumpió.

- no le va a pasar nada a tu amigo si haces lo que ha dicho - dijo una mujer.

- esta bien - acepté - pero quiero hablar con Max... en privado - esperé unos segundos a que contestaran.

- ya esta - escuché la voz de Max.

- ¿has quitado el Manos Libres?

- si.

- bien, escucha, voy a ir, cuando yo entre al coche, tú te largas.

- no, Robin, no lo hagas, llama a la policía - dijo susurrando - tienen un arma.

- cuando te vayas, llama tú a la policía. - no le dejé contestar, colgué la llamada.

Cogí una mochila del armario y metí algunas prendas, como ropa interior, un pantalón de deporte y un par de camisetas, cerré la mochila, me puse la chaqueta y baje las escaleras.

- ¿a donde vas? - escuché la voz de mi madre desde el salón.

- voy a estudiar con Max - dije seria, tampoco le deje a ella contestar ya que salí de casa, respiré hondo y caminé hacia el coche.

- ¡Hey, Robin! - me di la vuelta al instante, era Shawn, venia corriendo por la calle, iba con el móvil enganchado al brazo y estaba totalmente sudado, estaba haciendo deporte.

- hola - dije corta, él frenó cuando estuvo enfrente mía y sonrió ampliamente mientras ponía sus manos en su cadera y recuperaba el aliento.

- ¿Qué tal vas?

- bien, aunque tengo un poco de prisa - dije nerviosa.

- ah, bueno, entonces no te molesto mucho, solo quería saludar.

- bueno, pues... - iba a darme la vuelta cuando Shawn volvió ha hablar.

- me, me preguntaba si quieres ir a tomar algo... quiero decir, otro día, cuando tengas tiempo. - dijo ahora él nervioso.

- claro, ¿quedamos el domingo? después del insti - dije natural, solo quería que se fuera de aquí cuanto antes.

- si - dijo feliz - bueno, adiós - se fue corriendo continuando su camino a lo largo de la calle. Yo suspire y terminé subiéndome al coche, en el asiento que estaba al lado de Max en la parte de atrás.

- ahora que se vaya - dije seria mirando a la mujer rubia y al señor que estuvo en el instituto.

- claro, Max puedes irte. - dijo la mujer amable, Max hizo caso y salió del coche mandándome repetidas miradas inseguras y preocupadas.

- ¿Quiénes sois? - dije cuando Max desapareció de mi vista.

- yo soy Emma Swan y él es Killian Jones - presentó la mujer. - puede que no nos recuerdes, pero te lo explicaremos todo. - antes de que alguien dijera algo más, la mujer arrancó el coche y empezó a conducir.




Liar (segunda parte de Final Revenge) (Peter Pan + Robin + Félix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora