capítulo 6: de locos

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Todo estaba en silencio. Me dolía todo el cuerpo. El sitio en el que estaba era bastante pequeño y estaba casi a oscuras, solo un pequeña luz roja intermitente sobre mi cabeza iluminaba el espacio, y tampoco era de gran ayuda. Estaba tumbada con las piernas encogidas y las manos atadas con lo que creía que eran unas esposas por el tintineo de metal que hacia cuando me movía. Las paredes eran suaves, algo parecido al terciopelo pero no tan largo y un poco mas áspero. Por la oscuridad que había diría que era negro o quizá un gris oscuro.

Tanteé un poco con la palma de las manos las paredes, el suelo y el techo bajo. Encontré unas bolsas en mis pies, las atraje hacia mi como pude y acerqué una de ellas a la luz que seguía parpadeando, era suficiente para ver lo que contenían, dentro había un par de camisetas, parecían deportivas, había una toalla de las que te suelen dar de regalo en los gimnasios, unos cuantos bolis, una agenda pequeña, acerque la agenda a la luz y empecé a pasar las hojas, pero estaba vacía, seguí rebuscando hasta que encontré una pequeña linterna manual. Le di varias vueltas a la manecilla y luego la encendí, la luz no duraba mucho por lo que debía seguir girándola.

- ¡¿Hola?! - grité, golpee varias veces el techo y luego di patadas a las paredes con dificultad, dejé de hacer ruido cuando el techo se levantó, ahí me di cuenta, era el maletero de un coche. Entrecerré los ojos cuando la luz del sol me dio de golpe en la cara.

Frente a mi había una mujer, tenia el pelo negro, corto, por los hombros, los ojos marrón oscuro, un pintalabios rosa tirando a rojo y en el labio superior tenia una cicatriz antigua, vestía de traje, como si fuera una presidenta o una alcaldesa.

- Fuera - dijo seria, no me atreví nada, con dificultad me incorpore. Al lado de la mujer esta ese hombre del viaje, Killian creo recordar que se llamaba, no sé por qué pero me ayudó a salir del maletero.

No tuve ninguna oportunidad de salir corriendo hacia alguna dirección, antes de que siquiera pudiera pensarlo me metieron en una tienda.

La campanilla dorada sonó cuando la puerta chocó contra ella, los pasos resonaban en el viejo suelo de madera que crujía por nuestro peso. Nada más entrar había unas largas vidrieras de cristal que dibujaban un pasillo directo hacia otra mas pequeña con una viejo caja registradora. Toda la tienda estaba llena de trastos, reliquias y objetos de lo mas extraños. Dentro había más gente.

Killian se puso delante mía y señaló a un señor, parecía el de mayor de edad en la habitación.

- Él, es Rumpelstinski, esta metido en mas cuentos de los que crees, puedes llamarle Rumpel o señor Gold, me oirás llamarle cocodrilo, pero eso es algo personal - no entendía nada de lo que estaba pasando, me limite a escuchar. Apuntó a una mujer de pelo negro y bastante corto - ella es Blancanieves, dile Blanca - fruncí el ceño.

- espera, ¿Blancanieves? - Killian asintió y señalo a un hombre que estaba de pie al lado de la mujer.

- él es el marido de Blanca, David.

- ¿el príncipe del cuento? - volvió a asentir, me fijé en él, si tenia planta de príncipe, pero no podía ser verdad.

- ella es Bella. - dijo señalando a una mujer de cabello largo y ondulado.

- ¿y la Bestia? - dije bromeando, todos los de la habitación miraron al tal "Rumpel" - ¿También eres tú? - dije señalándole, el hombre sonrió orgulloso.

- él, es Baelfire, llámale Neal y es el hijo del cocodrilo, bueno, Rumpel para que me entiendas y...

- ¿Entonces tú eres su madre? - dije con el ceño fruncido, las edades no coincidían ni de coña, la mujer se rio y negó con la cabeza, parecía maja.

- no, su madre se llamaba Milah, es una historia aparte... Bueno, él, es Henry, sus padres genéticamente son Emma, que ya la conoces, y Neal... ella, es la reina malvada, la de Blancanieves, llámala Regina, y adoptó a Henry cuando cuando era un bebe. - terminó señalando a la mujer que me había ordenado bajar del coche.

- ya... - dije desconfiada - entonces... secuestráis a mi amigo, le soltáis y me secuestráis a mi, después de haber estado acosándome durante días, - dije enfadada - luego empezáis a soltarme un montón de gilipolleces, me electrocutáis y me encerráis en un maletero para traerme a un tienda super extraña llena de locos... ¿Y esperáis que os crea?

- oye, te electrocute porque le diste un golpe a Killian e intentaste escapar - se intento defender la rubia.

- uy, si, ¿Qué raro, verdad? Qué una persona secuestrada quiera escapar, de locos - dijo sarcástica. 

- vale, Robin, escúchame, tú, nos conoces, esas visiones que has tenido, son de verdad, son reales... tu madre te quitó tus recuerdos.

- ¿mi madre? ¿Qué tiene que ver mi madre con todo esto? - dije empezando a alzar la voz.

- no es la primera vez que lo hace, pero podemos arreglarlo - dijo esperanzado.

- ¡No hay nada que arreglar! ¡venga! ¡¿Qué vais a inventaros ahora?! ¿Qué mi padre también esta metido en esto? ¡porque eso si que jamás me lo creería, mi padre es una buena persona! - todos se quedaron en silencio, la mayoría me miraba con pena y compasión, excepto Regina y Rumpel que seguían impasibles. - ¡¿Que miráis?! - grité irritada.

- Robin, tu padre debería estar muerto - dijo Killian - tu misma me contaste lo que paso, sospechabas que tu madre lo había matado.

- estáis locos - dije negando con la cabeza, entonces sentí un fuerte pinchazo en la cabeza, me toqué con las manos pero no cesaba...

"- ¿Cómo puede ser que mi madre tenga tan poco... tacto? Por dios, ayer enterramos a mi padre.

- véalo como que Catherine prefiere centrarse en otras tareas y mantenerse alegre antes que llorar a su difunto marido.

- o como que le alegra que haya muerto."

- ¿A vuelto a pasar? ¿Has recordado algo? - dijo Killian emocionado cuando la cabeza me dejó de dar vueltas.

En ese momento la puerta de la tienda se abrió haciendo que la campanilla sonará.

- ¿Dónde está? - un hombre entró apresurado mirando a todos lados, luego fijó la vista en mi y sonrió ampliamente

- Robin, él es Robin Hood - dijo Blanca con una sonrisa.

Esto si que era de locos.

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Hola, no sé cuántas personas quedan de todas las que empezaron en la primera parte, o por lo menos de las que llegaron hasta el final.

La verdad es que estoy un poco disgustada con lo poco que al parecer gusta mi historia.

Yo no sé si seguir, la verdad es que no tengo motivación pero haré lo que pueda aunque solo sea por dos personas.

Hasta el próximo capítulo. Besitos de parte de La Friki.

:(

Liar (segunda parte de Final Revenge) (Peter Pan + Robin + Félix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora