La verdad no sabía que hacer. Me estaban secuestrando y yo no sabía que hacer. Si es que soy genial. Tengo una mente sobrenatural.
Llevaban conduciendo alrededor de 20 minutos y no habían dicho nada, ya habíamos salido de Brooklyn hace tiempo y estábamos por una autopista desierta.
- dijisteis que me lo ibais a explicar - solté, el silencio ya estaba empezando a ser incómodo. La pareja se echó una mirada rápida, la rubio volvió a mirar a la carretera y el tal Killian se giró hacia mi.
- los cuentos para niños son reales - dijo directo y totalmente serio.
- ¿Los cuentos? - él asintió - ¿Para niños? - volvió a asentir. - vale... - mire por la ventanilla un segundo - están locos - dije en un susurro para mí misma.
- yo soy el capitán Killian Jones, o, como los niños me conocerían, el capitán Garfio - dijo con dificultad, como si todavía no se acostumbrara a decir algo así.
- ¿El capitán Garfio? ¿El del libro de Peter Pan? - él asintió - ¿Y ella quién es? ¿Cenicienta? - dije sarcástica.
- no - contestó la rubia mirándome por el retrovisor - soy Emma, bueno, la Salvadora, hija de Blancanieves y el príncipe.
Fruncí el ceño, me confundía y era muy extraño ver cómo lo decían con cara sería y convencidos. Era confuso, muy confuso.
- ¿Entonces, según vosotros, hay personajes de cuentos repartidos por ahí? - dije aún con el ceño fruncido.
- no, en un pueblo llamado Storybrook - dijo la rubia.
- ¿allí es donde vamos?
- si - contestó otra vez, Killian se movió y volvió a mirar al frente.
Haciendo movimientos muy lentos y casi imperceptibles para ellos, ya que no estaban mirando, saqué mi móvil del bolsillo de la chaqueta que llevaba, entré en el WhatsApp de Will y le envié un mensaje.
- pueblo de Storybrook. - escribí, volví a meter el móvil en el bolsillo y mire por la ventana en silencio.
- ¿Has... Tenido sueños... Extraños? - preguntó Killian después de unos 15 minutos - ¿Te suenan nuestras caras o nuestra voz? ¿Hay algo que recuerdes y que no sea normal? ¿Algo? - en su voz noté un poco de esperanza.
- si - contesté sin ninguna expresión.
- ¿Puedes contarlas? - dijo la rubia impaciente mirándome por el retrovisor.
- en la primera habían dos chicos, mi mejor amigo, Max, y un chico desconocido que se llamaba Bruce, no se dónde estábamos, pero teníamos ropa muy rara, como medieval, creo que ellos no se llevaban bien. - dije pasiva sin quitar mi vista de la ventana.
- Max, tu amigo - empezó a decir Emma. - es el hijo del rey Arturo en "el mundo de los cuentos"
- claro, cómo no - dije sarcástica, no le iba a dar importancia a nada que me dijeran, solo eran estupideces.
- ¿Hubo una segunda? - volvió a preguntar la mujer.
- si, el sitio era extraño, cerrado, creo que era un barco, se parecía al camarote de un pirata de una película que vi hace poco - noté como Killian se recolocaba en su asiento y prestaba más atención a lo que decía.
Recordé lo que había soñado, me pareció muy extraño, sabía que era él, Killian era el hombre de mi sueño, decían su nombre, él estaba ahí. No podían ser secuestradores normales si él estaba en un extraño suelo mío, con el mismo pelo, mismo carácter, mismo aspecto, mismo nombre.
- tú estabas en él - dije con el ceño fruncido mirando al pelinegro - me gritabas que me fuera de ahí, que era "peligroso"... También había un chico, vestía de verde, muy raro, dijo que se llamaba... - fruncí más el ceño - se llamaba... - no podía, no recordaba el nombre, tampoco recordaba su cara, era borrosa. - no me acuerdo, no me acuerdo de su nombre, no recuerdo su cara - dije extrañada. - se presentó, ¡Se presentó! ¡Me dijo su nombre! ¡Me besó la mano! ¡¿Por qué no lo recuerdo?! - dije empezando a ponerme histérica. - ¡¿Por qué tú apareces en mi recuerdo?! ¡¿Por qué si puedo recordar que tú me dijiste tú nombre?! ¡Sé tu nombre, pero no el suyo!
- haz que se calme - ordenó la rubia a su compañero. Empecé a respirar de forma muy exagerada, tanta que parecía que me estaba dando un parraque. Toqué los cristales e intenté abrir la puerta pero estaba cerrada.
- Emma, para el coche - escuché decir al pelinegro, pero ella le ignoró - ¡Emma, para el coche! - gritó, la rubia tuvo que parar a un lado a regaña dientes.
Killian salió por la puerta de su lado, dio la vuelta al coche a toda prisa y abrió mi puerta.
Antes de que pudiera apartarse, yo la abrí de golpe, empujandaolo hacia atrás y haciendo que se cayera al suelo, bajé del coche y salí corriendo hacia la otra dirección.
No avancé mucho cuando sentí un pinchazo en mi espalda, luego la electricidad recorrer todo mi cuerpo, caí al suelo temblando hasta que perdí el conocimiento. Lo último que escuché fue un "¡Emma!".
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Liar (segunda parte de Final Revenge) (Peter Pan + Robin + Félix)
Фанфик- ¿Me estás diciendo que soy un monstruo? - Niña estúpida, yo te mate. Lo volveré ha hacer. Autora: esta es la segunda parte de la historia, la primera se llama Final Revenge y podéis encontrarla en mi perfil. "En esta historia Peter Pan y Rumple no...