ME CONVERTÍ EN SU ESPOSA

Capitulo 1

-Su alteza...ya es hora

Mi cuerpo se siente pesado. Recorren las cortinas y la luz entra de lleno. No quiero despertar...unas manos me mueven suavemente. Me levanto muy a mi pesar. Mi dama personal Annette me da una sonrisa. Desde que llegue aquí creo que es en la única en la que puedo confiar, por lo que se es unos años menor que yo. siempre tiene ese brillo en su mirada oscura como intentando alentarme cada día. Me indica el baño, al parecer pusieron otro tipo de esencias. Me deshago de mi camisón y me meto a la bañera. Le dije que no nadie estuviera a mi alrededor. Ya han sido dos meses desde que llegue al reino de Bisset. Un lugar tan lleno de luz...en el cual soy infeliz. Me case con el emperador de esta nación, un hombre que no me ama. Todo por una equivocación.

Recuerdo la fiesta a la que mi padre me obligo a ir. Era princesa del reino vecino de Norman. Conocía al príncipe Adrien Athanase Agreste, éramos amigos de la infancia, pero perdimos contacto cuando la emperatriz enfermo. Asistía a sus reuniones cada tanto. Tuve un especie de enamoramiento unilateral por él, era como un rayo de luz para todo el mundo...lo fue para mí, pero no era un secreto para nadie dentro y fuera del palacio que cortejaba de manera casi obsesiva a la hija del segundo general Kagami Tsurugi, muchas veces enfrento al emperador para poder casarse con ella en un futuro.

No recuerdo nada más que despertar en la cama de Adrien. Mis memorias estaban revueltas, el solo me miro y sin decir nada me hecho. Le había entregado mi primera noche y no recordaba nada. Luego de unas semanas comencé a sentirme extraña hasta que me enteré de que estaba embarazada. Esto fue un asunto que se trató entre los dos reinos a puerta cerrada ya que se aproximaba una guerra en los límites. El emperador ya se encontraba muy enfermo y sería difícil para él enfrentar los conflictos futuros. Entonces le propuso ascenderlo al trono siempre y cuando se casara. Solo fue cuestión de tiempo para anunciar el compromiso. Era beneficioso ya que el reino de Norman tenía bases militares dentro y fuera de los límites.

Antes de la boda él me dejo algo muy claro. Esa mirada llena de desprecio todavía lo recuerdo

-No te amo...jamás lo hare...una vez que el niño que llevas en tu vientre nazca ya no será necesario que merodees por aquí

Luego de eso días después fue nombrado nuevo emperador y me hice del título de emperatriz. En este reino solo soy alguien que lleva al príncipe heredero, una vez que este pequeño nazca me sacaran si más, sin siquiera poder ver a mi hijo. Quizá podría vivir ignorándolo, pero lamentablemente mi corazón no piensa lo mismo. Soy realmente estúpida...estoy enamorada de mi esposo...alguien que ama a otra mujer...no me quedan lagrimas para derramar. Las primeras semanas de mi vida aquí llore...en el balcón con la noche siendo testigo. Quisiera poder desaparecer.

-Emperatriz... ¿Qué hace usted aquí tan temprano?

-Belmont...quiero ver a su majestad...

Él es el consejero y guardaespaldas imperial. Es unos años más grande que yo. es un chico muy amable y trabajador. Aunque hoy se comporta de lo más extraño

-Su alteza...yo...no puedo dejar que nadie entre...lo siento...

-Gracias Belmont...esto no es tu culpa – abro la puerta y uno de los oficiales me anuncia

-¡Su alteza Marinette Duapin Cheng!

En eso veo como tiene a la señorita Kagami sentado sobre sus piernas como si nada. Ella me ve y palidece, mientras Adrien me mira sin inmutarse ante esta situación. Ya había recibido humillaciones, el no llegar al palacio o escaparse a las villas. Algunas damas de reinos afiliados hablaban de mí, tratándome de una estúpida que puede perdonar que su esposo vaya con otras mujeres como si nada. Pero era algo que no había presenciado con mis propios ojos. Es más doloroso de lo que imagine