ME CONVERTÍ EN SU ESPOSA

Capitulo 19

Cuando abrí los ojos me encuentro con la cara preocupada de Adrien. Siento como su mano va hacia mi cabello y lo acaricia con suavidad mientras besa mi mano con ternura. Aquí está el Adrien amable de nuevo, ¿Cuál será su personalidad verdadera? observo mi alrededor está es la habitación principal del palacio hemos vuelto a Bisset, pero ¿Cómo? Me incorporo lentamente

-Querida ¿Cómo te sientes? ¿mareada? ¿con nauseas? – niego con la cabeza

-Volvimos a Bisset...tu utilizaste magia ¿cierto?

-Si...me preocupo ver cómo te desmayaste, el doctor dijo que fue por exceso de trabajo. Ves, te lo dije, no debiste hacerte cargo de todo el papeleo – besa mi mano

Lo mire unos segundos esperando al menos una explicación de lo que paso en Grimay el ¿Por qué de su actitud tan temible? Pero en lugar de eso solo me repetía una y otra vez el papeleo y lo mucho que me he esforzado. Caí en cuenta después de unos minutos que no obtendría la verdad de él por mucho que lo intentara. Y eso hizo que mi corazón se sintiera pesado

-Adrien – me mira – quisiera descansar un poco más, creo que aún me encuentro algo mareada

-Claro querida – me acomoda varias almohadas y me arropa como si fuera una niña – descansa – besa mi frente y sale de la habitación

Me lleve las manos a la cara intentando analizar toda la situación, era como si lo que paso en aquel jardín hubiese quedado en el olvido. Mi muñeca aún sigue roja por la presión, no puedo olvidar esa mirada llena de enojo, tenía mucho miedo, por un momento mis piernas dejaron de responder. Quiero que solo sea un estúpida pesadilla. La persona de ese entonces no puede ser él. Respiré profundamente y cerré los ojos. Tengo que buscar la verdad.

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El emperador se quedó un momento en la puerta. Era mejor para ambos no rebuscar en un pasado tormentoso. Abrió y cerró su mano repetidamente, lo sabía le hizo daño. El recuerdo de la fiesta que organizo su amigo Nino, cuando le levanto la mano aun a sabiendas de que estaba embarazada. Fue de lo peor. Respiro profundamente y se encamino al despacho. Belmont le tenía algunos documentos por firmar, el tratado comercial entre Liamón y la ciudad de Turis en Grimay era uno de ellos, mientras revisaba aquello su mente no dejaba de pensar en lo sucedido, pensó que podía confiar en Alya Césaire fue un iluso, seguía siendo la mejor amiga de su esposa. Un plan bien elaborado paso por su cabeza

-Belmont emite una orden real...Alya Césaire tiene prohibida la entrada al palacio. Que nadie se atreva a mencionarle esto a la emperatriz

Eso desconcertó mucho a su mano derecha quien se quedó de pie confundido. Era real lo que estaba escuchando

– no lo entendiste

La mirada del emperador se ensombreció de repente. Belmont solo hizo una pequeña reverencia y salió del despacho. No importaba mucho su opinión solo que cumpliera con las órdenes.

Él sabía que estaba mal, pero no podía arriesgarse. Ella era un peligro potencial para su esposa. Si se atrevió a decirle lo que sucedió esa noche que otras cosas más podría contarle a la emperatriz y más sabiendo cuanto lo odia. Esto era lo mejor en la situación actual. Era tal cual lo dijo el doctor entre menos detonantes tenga es mucho mejor.

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Después de descansar unos días, me sentía un poco mejor. Las cosas con Adrien siguieron como de costumbre, el no mencionaba nada y yo tampoco quería insistir demasiado. Es mejor investigar por mi cuenta sin que él se entere. No sé qué tanto más me pueda esconder si es que lo sabe.