Capitulo 4

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Me estaba preparando para ir a la sede de Erim, el lugar donde iba a hacer una presentación y a dar mi discurso. No había dormido bien, una extraña pesadilla se repetía una y otra vez. Una mujer cubierta de sangre a su lado un chico del que apenas pude distinguir su rostro se escuchaba triste, desesperado...Malika...me pregunto ¿Quién será? En eso Luka entro a la habitación, la chica que me estaba terminando de peinar se retiró.

-Estabas tardando, el vestido se te ve bien – era uno de los que me habían dejado. Luka se acerca y acaricia mi mejilla – te ves cansada – está preocupado...

-No te preocupes – pongo mi mano sobre la suya – tuve una pesadilla por eso no dormí mucho, pero me siento bien – sonrió

-Eres demasiado descuidada – pone su mano en mi frente – no tienes fiebre

-Ya me he atrasado, vamos

Tengo a Luka y Duaron siguiéndome de cerca. En el carruaje aun siento la mirada de Luka, quizá no me crea, pero dentro de todo estoy bien. Cuando éramos niños venia mucho a mi casa. El duque Cuffaine siempre hacia viajes para hacerse de armamento o solo porque Luka quería venir a jugar. Él siempre ha sido bueno conmigo, tratándome como su hermana menor...

-Luka...estoy bien – sonrió – no me gusta verte con esa expresión. – su vista está perdida en otro lado

-Lo siento...es que te ves pálida...no entiendo como creíste que era buena idea hacer este viaje en primer lugar...estas embarazada... - parece molesto

-Luka...

-Lo sé, lo haces por Bisset...y el emperador...

Llegamos a la sede. Pude ver a todo el pueblo reunido. Sus caras de asombro. Sonreí lo más sinceramente que pude, no puedo preocuparlos si me ven con una expresión cansada. El duque me esperaba. Se inclino y luego fue al podio

-Gente de Saymel. Tenemos el honor de ser el primer pueblo que visite la emperatriz. ¡Saluden a su majestad Marinette Duapin Cheng! – todos gritan y aplauden.

-Gracias por este recibimiento. Mi intención con está visita es para hacerles una promesa. Se lo preocupados que están por una posible guerra, pero tengan por seguro que mientras yo sea la emperatriz de esta nación ningún pueblo será tomado o amenazado. Así que crean en mí.

-¡Larga vida a la emperatriz! – todos gritaban al unisonó

El duque me susurro que había gente que traía regalos para mí. Opte por recibirlos personalmente. La gente venía a presentar sus respetos y a darme presentes. Flores, comida y una pequeña niña me regalo un ropón tejido para él bebe. Era precioso. Escuchaba a la gente

-La emperatriz estuvo en mi tienda--------Ella visito mi restaurante------la vi paseando en los comercios del centro------Dicen que incluso compro flores

Luego de recibir a tanta gente como fuera posible. Llego la hora de retirarme, ellos son personas cálidas de hermosos corazones. Duaron me guio al carruaje y Luka entro poco después, ya no se veía tan molesto. El plan era comer con los duques y partir hacia Borgoña que solo quedaba a un día de camino. Apenas llegamos a la mansión Armistead me cargo

-Luka...

-Duaron...diles a los duques que estaremos con ellos en un momento – el asintió

¿Qué? ¿Cómo? Si es mi escolta. Me llevo desde el carruaje, el recibidor ante la mirada de todos. Subimos las escaleras y de ahí a mi habitación, me dejo en la cama, pero ¿qué? Me quito los zapatos y masajea mis pies

-Luka... - esto es raro

-Se que los zapatos te estaban molestando. Además, aun sigues pálida. Sera diferente cuando estés en Borgoña...no puedo detenerte...porque te conozco, harías lo que fuera por Bisset...pero... - seguía masajeando mis pies

ME CONVERTÍ EN SU ESPOSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora