ME CONVERTÍ EN SU ESPOSA

Capitulo 20

Luego de quedarme un poco más con mi hijo. Annette logro convencerme de ir de nuevo a descansar, aunque el día era precioso todo era igual para mí. Con pesadez de nuevo iba para la habitación principal, al entrar me sentía asfixiada. Le pedí a Annette que abriera las ventanas, necesitaba aire con urgencia

-Annette...confío en que no le dirás nada a nadie sobre mi memoria

-Puede confiar en mí su alteza - se acerca al borde de la cama - no me gusta verla con esa expresión. Se que sonara extraño, pero se ve mejor cuando sonríe como antes

-¿Antes? - me rio - todo era una mentira...durante meses ni siquiera pude llevarle flores a mi hijo. No recordaba su existencia...lo siento, pero pasara algo de tiempo para que vuelva a sonreír...

-Lo siento su alteza...no debí hablarle así... - baja la cabeza

-Se que te preocupas por mi sinceramente Annette, te lo agradezco. Ahora por favor, quiero estar sola, si el emperador pregunta dile que estoy dormida - Asiente y veo como sale de la habitación.

Fue como despertar de un largo sueño, algo dentro de mí se activó y pude verlo todo con más claridad. Mi vida antes del accidente y después de él. Todas esas sonrisas falsas y muestras de afecto no eran más que mentiras. Acaricio mi vientre y caigo en cuenta una vez más que mi única razón para estar dentro de este palacio se ha ido. Mi hijo el cual no tenía la culpa de nada pago por mis imprudencias.

De nuevo vuelvo a recapitularlo todo, nunca debí estar esa noche en aquella fiesta, jamás debí fiarme de ese hombre que me embriago y de Kagami que me mostro una cara amable para llevarme con el que después se convertiría en mi verdugo. Fui demasiado ingenua y una estúpida, por creer que él chico que conocí en mi infancia volvería. Jamás los voy a perdonar, no voy a olvidar tan fácilmente todas las humillaciones y tretas que me hicieron.

Ahora que por fin se me ha caído la venda de los ojos, quiero ver hasta dónde llega Adrien con tal de seguir con sus mentiras. ¿serás honesto está vez? O ¿seguirás perdiendo más credibilidad ante mis ojos? Quiero verlo.

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Estaba impaciente por ver a su esposa, estaba demasiado preocupado después de haberla visto tirada en la entrada de la oficina, pero los asuntos del centro se complicaron cada vez más, lo importante es que al parecer los nobles ya se encontraban mucho más conforme con la decisión de la represa. Al pensar en ello sabía que su esposa sería feliz, podrían conservar un poco más los hermosos paisajes que tanto le gustaban.

Cuando llego al palacio, le pregunto a Annette sobre su esposa, está le dijo que había abierto los ojos, pero se había quedado dormida casi al instante. No había comido nada desde entonces, eso le preocupaba, no quería que se enfermara.

Sin perder más el tiempo subió las escaleras para ir a la habitación principal. Toco la puerta, pero no hubo respuesta, volvió a hacerlo, pero nada.

-Querida soy yo... ¿estas durmiendo?

En eso escucho como un estruendo, era evidente que algo había pasado. Entro sin el menor reparo y vio a su esposa de rodillas en el suelo, se acercó rápidamente

- querida ¿Qué pasa?

Al mirarla, pudo notar algo diferente en sus ojos, parecían vacíos, tristes, paso suavemente una de sus manos por su rostro

-¿Qué sucedió? ¿te sientes muy enferma? Llamaré al médico...

-No...creo que aún me siento algo extraña... no es nada - baja la mirada y se aferra a su camisa - Adrien...tu no me has mentido ¿cierto? - eso lo descoloco - para serte sincera tuve una pesadilla, así que cuando desperté esa idea inundo mi mente.