TRADUCCION: Implacable -TERMINADA-

TRES

Resulta que la razón por la que habían estado tan desesperados por encontrarlo no era, de hecho, porque él era el Niño-Que-Vivió y un ícono nacional. Al menos, no esta vez.

Había un mortífago, un asesino, que buscaba su sangre.

Sirius Negro.

Harry echó un vistazo al artículo del periódico que Nott le había enviado, junto con la larga carta con los hechos enumerados sobre el hombre.

Uno de sus padres, amigos cercanos. Su padrino. Se rumorea que fue el que los traicionó al Señor Oscuro.

Harry consideró si su regla de proteger a los suyos también se aplicaba a los padres muertos hacía mucho tiempo, y decidió que sí.

La venganza era eterna, después de todo.

Dudley era diferente ese verano. El chico estaba perdiendo grasa, aunque su cuerpo seguía siendo grande. En cambio, el músculo se mostraba a través de venas de piel abultada, y su rostro estaba adquiriendo un tono duro que le hacía pensar en criminales experimentados.

Pero solo tenían trece años y, en cambio, Dudley parecía un atleta con esteroides. Quizás estaba en ellos. Una mala elección, pero no es asunto de Harry.

El segundo día que Harry estaba en la casa de sus parientes muggles, el niño se le acercó y le pidió un hechizo.

"No."

Dudley se cruzó de brazos, pero sus ojos permanecieron en el suelo.

"Por favor."

Harry miró eso. Dudley se sonrojó.

"Te debo una."

Harry arqueó una ceja.

"Ya lo haces. Varios."

Dudley hizo una mueca.

"Bueno, te deberé más. Seré tu esclavo para siempre. Por favor. "

Harry suspiró. Decidió que la verdad se desharía del chico más rápido.

"No se me permite hacer magia fuera de la escuela".

Su primo golpeó con el puño el costado de la puerta, haciendo que el marco temblara y crujiera. Luego desapareció por las escaleras. Harry lo llamó.

"Hasta los dieciséis."

Escuchó un golpe en respuesta y volvió a mirar su libro.

No sirve de nada quemar puentes.

Harry estudió durante el verano antes de su tercer año con un fervor que le faltaba el año anterior. Buscó magia arcana, los hechos oscuros, las cosas que otros no buscaban porque era difícil hacerlo.

Al contemplar el asesinato de un mago adulto, uno practicado en la batalla, necesitaba todas las ventajas.

Harry no se hacía ilusiones con respecto a sí mismo. Era joven, en magia y conocimiento. Más allá de sus compañeros, sí; quizás más allá de Hogwarts, si no de su biblioteca. Pero no era un ex-auror que había matado a Mortífagos.

Tampoco era un asesino. Aún no.

Sus libros le decían que matar era una elección difícil, y nunca la correcta. Pero Harry podía ver que a veces era bueno hacerla. Algunas personas merecían la muerte por sus crímenes; algunos merecían la muerte por los crímenes que pudieran cometer.

Fue una buena elección acabar con el preso fugitivo; Pero quizás sea malo que Harry sea el que lo haga solo.

Le contó a Nott por carta sus planes; Le dijo a Granger en el tren, y le permitió despotricar en oídos sordos cuando Nott puso los ojos en blanco.