Cuando el invierno termine y la nieve se haya derretido [Frerard|Peterick|Ryden]

Capítulo 18 - Los esclavos de Spencer

Capítulo 18 

Frank no entendía, oh, por supuesto que no lo hacía, cómo es que no se le pasó por la mente ni un segundito que la tarea era un simple ensayo de 500 palabras que obviamente ni copiando lograría escribir en 5 benditos minutos, y oh, tampoco sabe cómo es que se le pasó por la mente de que no tenía que pedírselo a Spencer porque él ya había leído el puto libro antes.

Ahora estaría lleno de problemas por el resto del día, ocupado sirviendo a su majestad Smith; pero por ahora, solo puede quedarse muy quieto mientras la profesora de literatura les regaña. Al parecer la pobre mujer se desveló la noche pasada, quizá entre tazas de café y ensayos que calificar, y ahora ¿Con quién mejor que su clase para desquitarse la santa desvelada?

-¡Y ahora lo saben, quienes no entregaron ese ensayo pueden ir haciendo sus respectivas cuentas, porque han perdido 3 puntos finales por ello!

Y a Frank se le va la sangre del rostro mientras extrañamente la tela de su sudadera es extremadamente curiosa, lo suficiente como para mantener sus dedos jugando con ella mientras evita los ojos de Rosser. Por su parte Bob se encuentra contando con los 10 dedos de sus manos, bajando uno y luego otro y luego otro, sabiendo que como a él tampoco le dio tiempo de copiar el ensayo, ha perdido esos 3 puntos de la escala. Y lo peor es que no está seguro de cuánto sumará eso junto a los promedios de los parciales así que…

-Nos vemos en recurse, Frank. –Se limita a palmearle el hombro con resignación a lo que el más chico responde haciendo un sonido lastimero y cubriendo su rostro con las manos. Annelize sigue gritándole a todos y a todas el por qué ni siquiera un libro de literatura infantil tan sencillo habían podido leer, y Frank no podría estar más enojado consigo mismo.

-Muy bien, mañana mismo estarán sus calificaciones publicadas en la pizarra de Control Escolar –Dice eso y todos están seguros que lo que de verdad hubiera querido decir era “Control Animal”- Quisiera que todos hubieran hecho el ensayo para no tener que verles las bonitas caras en recurse el próximo semestre. –Su cabello está hecho un desastre y tiene que sorber de su café cada pocos segundos o sino seguramente caerá dormida enseguida. –Si tienen dudas, aclaraciones o comentarios, más les vale sean buenos. Esfuércense un poco más con las excusas, chicos.

Un remolino de estudiantes rodea a la profesora gritando un montón de explicaciones y frases como “Haga curva” “¡Decimos por participación!” “¡Le compro una llanta nueva para su coche!” pero Annelize toma venganza por todos esos meses donde fue ignorada y ahora decide ignorarlos a ellos.

-Es cruel. –Dice Bob. Sus manos están apoyadas sobre sus blancas mejillas mientras que sus codos sobre la mesa. Frank está prácticamente en la misma posición y si Spencer tuviera una lima justo en ese momento, se estaría limando las uñas tan solo para presumir lo tranquilo que está.

-Yo ya había leído ese libro hace una semana… -Frank podría ser el más decepcionado de todos. No es como que vaya a reprobar porque él sabe que ha hecho las cosas bien, ha entregado todo y en los exámenes le va de maravilla, pero se odia a sí mismo por dejar que los acontecimientos del día de ayer le hayan distraído lo suficiente como para olvidarse del bendito ensayo. –yo…

-Oye Frank, ¿No sueles escribir reseñas sobre las cosas que lees en ese cuadernito negro de Coca-Cola? –El rubio dice sin interés. Frank recompone la postura con los ojos muy abiertos y una ligera sonrisa creciéndole en los labios. Bob cree que se ha vuelto loco y lo único que Spencer piensa es “Cool” antes de que Frank se escabulla por la puerta y luego al corredor mientras la profesora Rosser sigue en el centro de un tornado.

Y es que ¡Joder! ¡Bendito seas, Bob! ¿Enserio tan despistado está como para no recordar ese cuaderno? Y corre hacia su locker con la esperanza de que cuando terminó de leer el libro haya estado tan emocionado y encantando como para escribirle una reseña. Y ¡Tadá! Dejando el libro de Calculo diferencial a un lado {casi botándolo al contenedor} ahí se encuentra el cuadernito negro en cuya tapa lleva escrito en relieve un “Coca-Cola”; Un pequeño recuerdo de cómo las compañías se esfuerzan por comprarlos.