Capítulo 23 - Deberíamos besarnos

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Capítulo 23

-¿Verdad o reto?

Brendon se acaricia la barbilla de forma pensativa y se lame los labios mientras lo medita un poco. El reloj de pared hace eco con sus sonoros Tic Toc’s haciendo notar que el tiempo sigue avanzando, y los minutos son tan pesados que parecen horas. Frank recarga su cabeza sobre el hombro de Gerard sintiendo el aburrimiento de todos concentrarse dentro de su ser. Los demás también tienen cara de aburrimiento. Pasan 2 minutos y el puto de Brendon sigue pensando.

-¡Ya, idiota! ¡Sólo di algo!

Nadie se espera que Mikey diga palabrotas nunca, en ningún momento de su existencia Mikeyciana, pero cuando la dice nadie se sorprende ni le reprende, porque demonios ¿Alguien puede aventarle el puto reloj a la cara a Brendon?

El pelinegro frunce el entrecejo, indignado. –Está bien, cuatro ojos, elijo verdad.

-¿Te gusta que te embarren la mayonesa? –Pregunta entonces el mismo Mikey simplemente por venganza. La mandíbula de Brendon se abre por lo menos unos 7cm, y seguro Pete podría hacer una broma acerca de “Tienes garganta profunda” pero no la hace.

-Nah, me gusta tu madre. –Y Pete se ríe con una sonora carcajada que ni Mikey, ni Gerard siguen. –Vale, ¿Giro la botella? Bueno. –La Corona da algunas vueltas antes de detenerse por completo frente a Gerard, quien de inmediato sonríe.

-¿Verdad o reto?

-Verdad. –A diferencia de Brendon, la respuesta sale de sus labios con seguridad, como si no le importara realmente, o como si ya lo hubiera estado premeditando.

El pelinegro se lame los labios y restriega las manos como hacen las moscas en modo “Planeando la dominación mundial”. -Te reto a… ¡Arrancarle un pelo a Mikey! –Y de inmediato Mikey exclama un “¡Hey!” de disgusto, mientras Gerard levanta una ceja.

-Pedí verdad. –Le dice, y todos miran a Brendon como si fuera una gallina loca.

-¿Sí? Pues yo te reté y ahora tienes que cumplir. –Sonríe con malicia mientras murmura un “Esta será mi venganza” Gerard gira los ojos y bufa, pero a pesar de todo se levanta y cruza por el centro donde está la botella para llegar hasta Mikey. El más chico se cubre la cabeza con ambas manos y sisea un bajo “Ni se te ocurra” pero Gerard gira los ojos, le pega un zape, y cuando su hermano está exclamando un “¡ow!” Gerard aprovecha y le quita unos tres cabellos. -¿Feliz?. –Pregunta el mayor.

-Bastante. –La sonrisita de Brendon es bastante cómica, entre una mezcla de “Soy una feliz mariposa” y “Voy a ser el amo y señor de todos ustedes, perras” pero nadie le hace caso porque bueno… es Brendon.

-Mi turno. –Gerard gira la botella cuya boquilla sin destapar señala a Bob. El rubio levanta los brazos en un gesto de “¡Al fin!” –Reto.

Se cruza de brazos con seguridad como si estuviera preparado para todos, entonces una sonrisa malvada se extiende por los labios de Gerard. –Te reto a chuparle ambas mejillas a Brendon. -Y toda la sangre se le va de la cara al rubio, y todos, absolutamente todos (bueno, a excepción de Brendon) se ríen de su expresión.

-¿QUÉ? –Se gira para mirar a su amigo, quien también tiene una cara de horror y se está cubriendo los cachetes con las manos en clara señal de “Si me chupas, te castro” –Yo no voy a hacerlo, que asco.

-¡Oye! –Se queja Brendon, indignado por el insulto.

-Sin ofender, hermano.

-¿No lo vas a hacer? ¿Acaso eres una gallina, rubio? –La sonrisa de Pete recuerda mucho a la de Bruce cuando lleva a Marlin y a Dory a su grupo de “Los peces son amigos, no comida” para después terminar queriendo devorarlos. Justo así.

Cuando el invierno termine y la nieve se haya derretido [Frerard|Peterick|Ryden]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora