XI

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— ¡Acaso te has vuelto loco!  —Gritó Yeosang minutos después de lanzar al  oficial por la borda — ¡Serás el capitán, pero repruebo tu comportamiento!  ¡Meter a una mujer en medio de una pelea de hombres! —Caminó con paso firme quedando frente a Ho...

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— ¡Acaso te has vuelto loco!  —Gritó Yeosang minutos después de lanzar al  oficial por la borda — ¡Serás el capitán, pero repruebo tu comportamiento!  ¡Meter a una mujer en medio de una pelea de hombres! —Caminó con paso firme quedando frente a Hongjoong — ¡Me estoy cuestionando si estás o no pensando bien las cosas!

Era una tontería; un moretón en mi mejilla había vuelto loco a Yeosang. La pequeña marca morada se extendía hasta mi barbilla y desaparecía al unirse con el cuello; no dolía demasiado, pero a él parecía quemarle las entrañas.

El puño se alzó en el aire impactando en la cara de Hongjoong. El capitán permaneció de pie, calmado y con los ojos fijos en los de Yeosang; aún cuando el silencio se hizo espeso y el mar rugía furioso.  La mirada del bajito se tornó oscura mientras yo temía que devolviera el golpe con más fuerza.

—¿Eso te hace sentir mejor? —La voz calmada del capitán guardaba un poco de ira contenida — ¿El moretón de tu mujer se ha borrado? ¿Te sientes más hombre ? o ¿Aún necesitas medir tu verga con la mía? —Estático frente al tripulante, Hongjoong se erguía imponente dejando claro que la diferencia de altura no era una limitación para parecer intimidante.

Yeosang resopló escuchándose más rabioso que la brisa del mar,  se dio la vuelta y caminó al camarote. Pero se detuvo al llegar a mi lado.

— ¡¿Estás con él o estás conmigo?! — Alzó la voz mientras sus puños se apretaban dentro de sus bolsillos —¡No puedes seguir ciegamente todo lo que dice ese loco! —Señaló a Hongjoong —Así que aclara tu cabeza antes de lanzarte en los disparates del capitán.

—¡Yo confío en los planes del capitán! ¡Él no me dejaría ir si no estuviera seguro de que no corro peligro! —Grité incapaz de controlar la ira que se arremolinaba en mis pulmones — ¿¡No lo entiendes!? ¡Le debo la vida!

—En realidad la deuda es con Wooyoung —La calma volvió de nuevo a su voz pero en realidad no estaba presente en él —Ya después hablaremos las cosas antes de que él capitán te mande directo a la muerte.

Siguió su camino hasta desaparecer por la puerta que daba a los camarotes.  Mi pecho apretaba contra mi corazón mientras mis costillas me cortaban los pulmones; Yeosang definitivamente estaba haciendo que la situación se volviera insoportable para todos.

—¿Estás bien? —Preguntó Mingi colocando una mano sobre el hombro de Hongjoong —Te ha dado fuerte, déjame ver —Con su pulgar e índice tomó la barbilla del más bajo girando su rostro para poder ver la mejilla golpeada.

— ¡Ya aléjate de mi! —Escupió mientras con brusquedad se libraba del agarre del más alto —¡No quiero que vuelvas a poner tu mugrosa cara cerca de la mía!

El pequeño berrinche de Yeosang había roto la Paz de la tripulación. Tensos, mantenían el aire dentro de sus pulmones incapaces de llevar una conversación cordial. Aunque Yeosang tenía algo de razón: una mujer tenía menos posibilidades de ganar en una pelea de hombres; Pero yo no era una de ellas.

Our Desired Reliquiarium:Trust ; [ys]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora