Pasaba más del medio día y SuA estaba ya cansada de haber estado más de dos horas intentando recaudar unos cuantos fondos para el albergue de cachorros abandonados, no sabía que más podía hacer, no había ni una sola alma en la calle, ni si quiera un coche, sus ventas iban en cero ingresos.
¿Que vendía? Bueno, trato con limonada pero quedó amarga, intento con las galletas pero ardieron en llamas e incluso intento con preparar comida la cuál terminaba comiéndose. Así que la última opción fue vender sus besos, si así es, vendería cada beso por cinco dólares.
Podría venderlos más, su boca y tiempo eran valiosos pero simplemente no ganaría mucho, pero ni siquiera llevaba algo, o tan siquiera una parte de lo que debía recaudar.
Se estaba desesperando, no sabía que más poder intentar, ¿Acaso no estaría arreglada? No no era eso, ¿Acaso estaría en el lugar incorrecto? No tampoco era eso.
Su frustración era grande, había prometido recaudar mucho dinero para el albergue y se sentía segura de poder recolectarlo, estaba segura que poner un letrero en el cual dijera se vendian besos sería perfecto y atraería a muchos para poder ser bendecidos con el beso de una reina en sus mejillas, era una brillante idea en su cabeza, sin embargo no entendía porque no había nadie, ni si quiera un alma, no le importaba si fuera una chica o un chico, o hasta un compañero nerd de los que van en su universidad simplemente quería recaudar los fondos o al final sería señalada como una irresponsable que no cumple sus promesas, ¿Que pensarían los perritos de ella?
Pudo ver a lo lejos unas personas caminando por el parque, sus ojos se iluminaron y se preparó al arreglarse un poco más para dar buena impresión y que por fin tuviera suerte en tener algo. Para su desgracia un pequeño trio de chicos de secundaria se acercaron a ella, estaba burlándose de que probablemente estaba haciendo el ridículo pero pudo ver en sus caras plasmadas el morbo y las hormonas de pubertos en ellos cuando cruzaron la calle corriendo para acortejarla.
—¿Que tal señorita?—uno de los jóvenes trato de hacerse el interesante frente a la castaña quien forzó una sonrisa para saludar a los tres.
—buenas tardes chicos, ¿Les gustaría ayudar al albergue de cachorros abandonados? Todas las donaciones serán para que los cachorros puedan tener medicinas y después ser adoptados.—hablo amablemente sin embargo su paciencia era muy corta sobre todo teniendo a tres tontos riéndose y burlándose de ella.
—no me interesan los perros pero tú por otra parte tienes toda mi atención muñeca~ —le regalo un guiño a lo que SuA no pudo ocultar su ceño fruncido.—¿Entonces si yo te doy cinco dólares me darás un beso?
—si, así es.—contesto secamente, no quería hacerlo pero esos cinco dólares no irían mal.
—Entonces...—saco el billete con el valor antes mencionado para mostrar que no estaba bromeando.— quiero un beso.
No tenía de otra, estaba disgustada y en su rostro se notaba así que se inclino y dio un beso rápido en la mejilla del chico.
—ya está, ahora paga.—la amabilidad ya no estaba tan presente.
—uy que ruda, pero asi me gustan, además antes que todo mis amigos también quieren uno—señalo a los dos tras suyo.—y yo voy a querer otro más.—saco lo que parecía ser más billetes de su cartera.
SuA no sabía que hacer, una voz en su mente decía que les diera un golpe a los tres y después les arrebatará su dinero, pero no quería meterse problemas así que guardo la compostura y solo suspiro como forma de aprobación.
Los otros dos jóvenes se emocionaron y ni cortos ni perezosos fueron encantados a recibir sus besos, solo le faltaba uno y si era necesario arrebatarles el dinero lo haría.
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Suayeon One shots (G!P)
FanficPequeños fics de las Suayeon, aveces unos más largos que otros~ Siempre cambio el rol (contenido para adultos) disfrútenlo.