Mis manos estaban manchadas con la sangre de miles de personas, tal vez incluso millones dentro de las cuales habían inocentes, no me había detenido, no había parado hasta que no quedará un solo usuario de chakra, había querido confiar en las palabras de mi sensei, creer que de verdad era posible encontrar la paz haciendo que las demás personas se entendieran entre sé, pero incluso después de la cuarta guerra ninja las naciones habían seguido atacándose, generando más guerras por cosas sin sentido.
Antes, volvamos a lo que se suponía debía ser el final de mi ajetreada vida, el idiota de Sasuke quiso iniciar una absurda revolución que justo ahora no veía como algo muy alocado, el hecho era que al final había terminado matándolo, no era tan fuerte como esperaba que fuera, aquel ataque lo dejó en un estado moribundo, en el cual aproveche para mover sus manos y liberar a los bijuu haciendo que su chakra se moviera con el poco que me quedaba.
Luego de eso decidí llevarme sus ojos para evitar que alguien intentara usarlos, el problema era que no tenía donde guardarlos sin que se perdieran, después de todo, necesitaba deshacer el tsukuyomi infinito, estaba cansado y Kurama apenas tenía chakra, podría absorber energía natural, pero me llevaría tiempo, el suficiente para que llegaran Sakura y Kakashi, se dieran cuenta de que ocurrió, la manera en la que me vieran no me importaba porque desde el principio, podía sentir como fingían el aprecio que me tenían.
-Has lo que creas necesario, Naruto, tú eres el que lograra lo que desea.
Esas fueron sus últimas palabras, él en verdad había sido un amigo, al menos antes de que se fuera de la aldea, fue de las pocas personas que en verdad me vio como una persona y no como la encarnación del kyubi como creían la mayoría de las personas, sin embargo, se equivocó, al igual que yo, ninguno de los dos tenía la respuesta para lo que cada uno estaba buscando, ambos fallamos en nuestro primer intento, la cosa era que yo podía seguir intentándolo, al menos una vez más.
Decidí irme lejos, a un lugar donde sabía que podía vivir tranquilo, para ese momento pensaba que las cosas estarían tranquilas, que ya no habrían guerras, me equivoque, me había convertido en el jinchuriki de todos los bijuu e ido al país de los demonios, había hecho una extraña promesa a Shion, planeaba cumplirla, aunque no sabía muy bien cuando sería que eso ocurriría, luego de eso, los recuerdos son difusos, borrosos, inentendibles, incluso parecen una pesadilla que he ido olvidando poco a poco.
El sonido de una campanilla llego a mis oídos, en ese momento desperté, vi la destrucción que había causado, las llamas cubrían los techos y el interior de los edificios, habían cuerpos por todos lados, algunos les faltaban extremidades, otros no tenían cabezas, algunos incluso parecían masas amorfas, el sonido de la campanilla volvió a llamar mi atención, en esta ocasión la desesperación nació dentro de mí, ver que mi brazo derecho se encontraba atravesando el pecho de Shion hizo que intentara acabar conmigo mismo.
No sabía muy bien que era lo que empezó en ese instante, ni como había llegado a esa situación, lo único que vi fue que ella me sonreía con calma mientras un brillo rosado que ya había visto antes cuando formé aquel rasengan con ella nos envolvió, las nueve colas de Kurama salieron de la parte baja de mi espalda acabando con ninjas de todas las naciones que se habían acercado demasiado, sin embargo, no presté atención a esas muertes, solo podía ver a la chica rubia delante de mí.
-Ya hiciste mucho por esta época, es tiempo de que descanses, recuerda que te amo Naruto.
Esas fueron las últimas palabras que escuche antes de ser sellado dentro de una piedra, no supe que fue lo siguiente que ocurrió, todo se volvió oscuro y me sumergí en un sueño donde parecía que todas las muertes que provoque, todos los edificios que destruí nunca habían ocurrido, tenía una vida pacifica junto a Shion, una que siempre quise, lejos de cualquier conflicto y con una familia.
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Otra oportunidad
FanfictionÉl tenía varios arrepentimientos, dentro de los cuales se encontraban haber acabado con todos los shinobi del mundo, había querido creer en el sueño de su maestro, pero los ninjas y el chakra solo eran una enfermedad para el mundo. Ver el futuro des...