La chica de al lado. [1.5 #ECDAL]

5. Partidos, Fiona y Shots.

[El capítulo va dedicado al comentario número 150] suellllte♥ 

M a t t

— ¿irás a casa de Alex?—grita la insoportable de mi hermanastra tras la puerta de baño.

Abro la puerta en toalla.

— A casa de Chad querrás decir, no voy a ver a esa mocosa.

—¡Iug, tápate sucio!—Lily tapa sus ojos— bien, solo espero que no arruines mi pijamada en su casa, deja de fastidiarla Matt.

— ¿pijamada? ¿Qué edad tienen, seis?

—¡Deja de ignorarme haciendo más preguntas!

— Vete de mi camino Lilyan.

y paso por su lado en dirección a mi habitación. Así que la cabra loca de Alex tendrá visitas, y con visitas no solo me refiero a mí...

Cierro con llave la puerta de mi habitación para que la tocabolas de Lily no entre a darme otro sermón de cómo dejar de fastidiar a su amiga con complejos de hombre, y camino por la habitación en busca de unos bóxers, cuando los encuentro oigo el crujido de unas ramas así que inmediatamente corro hacia mi ventana.

La cabezota de Alex estaba sentada en el árbol con un pijama veraniego pero eso no llamó mi atención, sino sus adorables pantuflas de conejito, bastante adorables para su personalidad. Le tomé una foto con mi móvil porque sabría que me serviría para después, pero por un instante me arrepentí de hacerlo porque al parecer estaba llorando. Dirigió su vista hacia mí por un par de segundos y rápidamente seco sus lagrimas con su brazo.

Sus ojos estaban cargados de tristeza y culpa, lo sabía porque sé reconocer esos sentimientos de miseria. Por un momento pensé en cruzar, sentarme junto a ella para protegerla y tal vez decir las mierdas que todo el mundo dice como: estará todo bien, tranquila, no te sientas así. Aunque nada de eso alivia el cómo te sientes muchas veces. Una parte en mí me pedía a gritos que fuera donde ella pero otra parte recordaba las palabras de mi padre.

Nunca serás feliz, naciste para destruir todo, como lo hiciste con tu familia.

Una persona como yo solo puede traerle problemas a los demás. Quito rápidamente esos pensamientos de mi mente cuando Alex se da cuenta de mi, a través de la ventana, y eso es suficiente como para sacar a relucir mi pésima manera de evadir mis sentimientos.

—Sé que soy irresistible pero si quieres estar cerca de mí solo tienes que pedirlo—dije mientras apoyaba mi brazo denudo sobre el marco de mi ventana.

—Cállate y ¡tápate! Te aseguro que nadie desea ver tu asqueroso cuerpo— respondió mientras con una mano tapaba sus ojos.

—Veremos si sigues pensando eso en un par de meses más princesita.