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III: Sonic The Hedgehog

- Nuestra colaboración con Madeleine no debe de estropearse, por eso, elegiré a 5 de ustedes que representarán al equipo - comentaba Dan; encargado de la sociedad de guardias especialistas en protección.

Casualmente la fiesta de Madeleine mostrando su nueva colección estaba cerca, así que él debía de ser el encargado de supervisar el orden en ese lugar, así lo había hecho desde siempre y se encargaría de que esa vez no fuera una excepción. Dan y sus chicos eran la excelencia si hablábamos de seguridad, no era de extrañarse que Yang los eligieran para presentarse a todos sus eventos.

- 2 de ustedes estarán en las entradas, 2 más dispersos en la fiesta y solo uno tendrá el privilegio de acompañar a la mismísima Yang desde su casa hasta la fiesta y viceversa; esfuercense al máximo y obtendrán el privilegio de la victoria. ¡¡a trabajar!! - ordenó con euforia mientras veía a sus mejores hombres en acción. Por un lado observaba la facilidad con la que Scourge The Hedgehog lanzaba lejos a tipos grandes y pesados - perfecto, Scourge, tú estarás en la entrada.

Luego se dirigió al otro lado, observando a Martin the Monkey, otro peso pesado, quien, si bien, no era rápido, tenía bastante fuerza, algo que aullentaria a cualquier persona - Martin, te quiero con Scourge - nombró mientras el mono plateado asentía con su cabeza y saludaba al de verde con una sonrisa cómplice y satisfactoria.

Ahora solo faltaban 3 más, la mayoría de sus soldados odiaba este tipo de eventos, por lo que era fácil decidir, pero... ¿Quién merecía el honor de tan grande privilegio? Servir a una grande no era una tarea que se pudiera tomar a la ligera.

- Veo que algo interesante sucede aquí - interrumpió una voz con confianza, tan grande que hizo que todos se detuvieran a echar un vistazo, topandose con dos chicos; uno alto, erizo, de púas color celeste y uno más bajo que él, un zorro, de pelaje amarillento con detalles blancos y una singular característica o más bien, dos.

- Sonic, cuando tiempo amigo - habló Dan con alegría tomandolo con fuerza y apretando todo su ser en un fuerte abrazo - ¿Qué los trae por aquí chicos? - preguntó.

- La oficina nos dijo que tus chicos se encargarán de la protección de Madie - fué directo al grano, clásico del mejor ex alumno de Dan, Sonic era terco, grande, imponente, casi podían llamarlo "un héroe", fue por eso que a Dan le costó tanto decirle adiós.

- Estás en lo correcto, ya tengo a 2 de mis 5 seleccionados para el trabajo - guiñó un ojo y luego les hizo señas a sus chicos; el verde y el gris se acercaron mientras se miraban mutuamente, algo en ese erizo no les gustaba - Sonic, ellos son Scourge The Hedgehog y Martin The Monkey, mis dos guardias de entrada.

- Perfecto, entonces solo busca a uno más - comentó decidido.

- ¿Q-Qué?.

- La oficina nos mandó, Madeleine desea que Sonic y yo estemos a su lado.

- Justo a tiempo, como siempre - hablaba la dulce voz de la tigre blanca mientras tomaba su taza de té de jazmín, algo que sólo Amy Rose podía preparar.

- Claro, para eso estoy señora - respondía la eriza con cortesía sentándose en la silla a su lado - ¿Quiere que lleve esto al almacén? - preguntó observando el carro con miles y miles de sus diseños.

- No querida, de hecho, esperaba que me ayudaras a escoger uno de ellos, la gala es mañana, y aún no se qué debería usar - suspiraba cansada, ella era bella, su pelaje blanco y negro facilitaba las cosas, pero aún así, no había algo por lo cual pudiera decidir.

- ¿Qué tal el rojo? - preguntó dando un vistazo - Tu pelaje siempre deslumbra con él.

- Lo sé, pero usé rojo el año pasado, ¡¡creerán que estoy loca!! - refutó de inmediato undiendose en sus brazos mientras dejaba a su frente caer sobre la mesa, si bien, ella era la diseñadora, a veces necesitaba algo de ayuda.

- Y... ¿Qué tal éste? - preguntó enseñando un vestido hermoso de su colección nueva, un azul marino con falda amplia y escote en corazón con un pequeño borde de picos , algo simple, pero hermoso - solo imaginate, un vestido digno de una princesa, arreglaré tu cabello alaciandolo y llevaras una delicada tiara griega dorada, tus tacones negros y, listo.

- Eres la mejor - susurró con ilusión con su mente visualizandose.

- Eso lo aprendí de alguien más - soltó con alegría y así ambas comenzaron a reír olvidando por completo que estaban en su lugar de trabajo.

- ¿Por cierto, quien dijiste que se encargaría del banquete? - preguntó la rosada ya recogiendo todo, la noche había caído, era hora de cerrar, y luego a dormir para prepararse para el día siguiente, ella llevaba la charola con ambas tazas en manos mientras esperaba una respuesta.

- Encargué todo a la señora Vainilla, ella es una experta - respondió mientras texteaba una y otra vez.

- ¿Y... Le escribes a tu acompañante? - bromeó, aunque sabía que no había nadie en la vida de Madeleine.

- No, es un... Viejo amigo, encargado de la seguridad. - aclaró con tono calmado. - y hablando de acompañantes, deseo que lleves a alguien a la ceremonia, ¡¡te hace falta!! - devolvió la broma haciendo a la eriza reír nuevamente.

- Oh vamos, eso no me lo creo, ¿de dónde es ese "viejo amigo"? - hizo ademanes volteandose aún con las cosas en mano, examinandola con la mirada, dispuesta a averiguar la verdad de una vez por todas.

- Su nombre es Sonic, es ex alumno de Dan, el chico de seguridad, tal vez te halla sonado el nombre de...

- Dan - murmuró con los ojos abiertos y las manos temblorosas, por su puesto, Dan, había oído eso antés - eso significa que él...

- ¿Amy, estás bien? - preguntó ignorando la bandeja y los trozos de cerámica ahora en el suelo, destruidos por el impacto, ella los había soltado, para después perderse en su mente, preocupando más a la tigre, quien no sabía que debía hacer.

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- Shadow, prepárate, eres mi número 5.

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Aquí algo nuevo que escribí más que nada por que si en mi tiempo libre, espero les agrade ya que tengo como 20 capítulos ya escritos y estoy pensando seriamente subirlos todos de un tirón jaja.