𝔅𝔲𝔱𝔱𝔢𝔯𝔣𝔩𝔦𝔢𝔰

XXXV: La Última Jugada.

Había decidido seguir su caminata luego de su extraña reunión de la mañana, estaba recordando toda la información que había podido sacarle al erizo plata, repasando las indicaciones de su misión.

"- Esto es más que suficiente, Shadow es culpable.

- ¿Qué harás ahora.- preguntó realmente asustado por el siguiente movimiento, ¿saldría él perjudicado?, no tenía ganas de averiguarlo.

- Atraparlo y llevarlo frente a los reyes, ellos decidirán que hacer; y por cierto, no es nada personal, pero luego de eso deberías irte de aquí, cuando el rey sepa que el bastardo que lastimó a su pequeña está más cerca de lo que cree, vendrá por ti; no se supone que deberías saber eso, pero... me hiciste un gran favor, tómalo como pago por tu ayuda. - finalizó Silver poniéndose de pie. - a, y una cosa más; ya había hablado de esto con Balze, la amiga de esa erizo rosada, pero también te lo diré a ti, no quiero que nadie interfiera en mi captura, de ser así no tendré otra opción y los eliminaré. - agregó con tono hostil. - Bien, nos vemos luego, Maurice.- y se despidió con una sonrisa, mostrando esa rara dualidad en él. "

Sus manos sudaban mientras caminaba de regreso al hotel, esperando encerrarse ahí y salir hasta el otro día, cuando estuviera seguro que tanto Shadow como Sally estaban muy lejos de él.

Su mente aun divagaba en toda la información, pero luego pasó a lo que todos deseaban saber, ¿qué haría él para limpiar ese desastre?, ¿qué le diría a Dan? Y sobre todo, ¿qué pasaría con Amy Rose?.

Probablemente lo primero que tendría que hacer sería hablar con Dan sobre el retiro de Shadow, contarle que sabía cosas que no debía (sin entrar en detalles) y luego consolarlo y ayudarlo a llevar la empresa sobre sus hombros, lo siguiente sería limpiar su nombre, saliendo públicamente a decir que había sido un mal entendido y que el responsable ya había sido descubierto y despedido por difamar cosas falsas sobre él, resolviendo ambos asuntos y calmando al resto del público; luego de eso solo quedaba una sola cuestión, Amelia, ¿ella aún lo quería?, ¿Estaría molesta?, ¿Shadow le contó todo?. Pues eso tendría que esperar, ya que ahora ella se encontraba estática frente a él, sus caminos habían coincidido y sus orbes por fin tuvieron ese reencuentro que tanto anhelaban, deteniendo el instante en el que las personas chocaban con ellos o los esquivaban por detener el tránsito peatonal.

- Amy, ¿Qué tal todo?.- preguntó llegando hasta ella y cambiando de dirección su andar por acompañar a la chica a donde quiera que fuera.

- Bien, o algo así. - respondió ella volteando a verlo, con miles de preguntas en su interior. - ¿tú que tal?.- devolvió la pregunta de forma educada, mirando fijamente al frente, esperando a que fuera sincero con ella.

- Es complicado. - contestó de inmediato, era claro que ella podría estar al tanto de todo, así que mentirle ya no era una opción. - supongo que viste la foto que circuló todo el internet...

- Supones bien, pero eso no fue lo único que vi.- Agregó ella con tono frío, dispuesta a averiguarlo todo, si había algo que podía hacerla enojar era que los demás la tomaran como estúpida y le mintieran en su propia cara. - ¿Quién es Sally, Sonic, y porqué ella...?

- Sally es un error de mi pasado, alguien a quien le hice daño, bastante, y ahora quiso devolver el golpe a lado de Shadow, quien parece ser su nuevo "mejor amigo". - le dijo el azul anticipando la pregunta y pensando bien en sus palabras antes de hablar, pero...

- ¿Eso es todo?

- No, lamentablemente no. - susurró más para él que para ella, entrando a una panadería a lado de Rose, viéndola tomar una charola y colocar los pequeños panecillos en ella.

- ¿Me lo vas a contar todo?.

- ¿Cuánto tiempo llevan juntos?.

- No mucho en realidad, se ve que no lo planearon, Amy aún está en pijama y luce desaliñada para estar en una cita, y ese tipo trae una mochila consigo, creo que recién se encontraron por mera coincidencia. - hablaba Scourge por el teléfono a Shadow; el de verde había decidido hacer su caminata matutina diaria, esperando tener noticias de su inusual molestia, pero su sorpresa fue mayor al observar a los dos erizos, rosada y azul caminar a la par por la calle, así que decidió seguirlos para ver que tramaban, además de avisar a su compañero, quien le había pedido noticias de la chica desde que supo de su salida.

- Bien, síguelos y prende tu ubicación para que pueda encontrarte, saldré en 5 minutos. - respondió el azabache colgando la llamada y mirando hacia el otro lado de la mesa, viendo a la ardilla contenta que llegaba con un plato de pan francés y un par de sobres con mermelada, además de su capuchino, dispuesta a desayunar. - Tu novio está en la ciudad. - le habló llamando su atención. - no aceptó el trato, no se fue lejos y no se alejó de mi chica, borró nuestro golpe y Dan creyó su cuento de que todo había sido un mal entendido; tengo que ir a ver que está haciendo, la duda es... ¿Vienes conmigo?

Ella tragó duro y luego dio una sorbo de su bebida, después de eso se preparó para hablar. - Voy, es el momento, hay que ver que está haciendo, y luego... bueno, ya sabes. - finalizó con una sonrisa cómplice, mirando fijamente los orbes rubíes que tenía frente a ella, viéndola con satisfacción en su mirar.

...

- ¿Y bien?.- preguntó nuevamente al no obtener respuesta al mismo tiempo que pagaba su compra, siendo interrumpida por el chico, quien acercó su tarjeta y cubrió el gasto.

- Tómalo como disculpa por lo de la fiesta. - le dijo guiñando un ojo para después salir ambos del local y comenzar a caminar rumbo a la casa de Rose. - Sally y yo éramos... pareja, nuestros padres querían que formalizaramos lo nuestro, pero yo no estaba listo, así que fui un cobarde y me fui; me alejé de todo lo que conocía y forme una nueva vida lejos de todos los problemas que había ocasionando, le hice daño como nunca antes lo había hecho.

- Entiendo... por eso la foto.- murmuró Amy pasando su dedo por su boca, en señal de pensar. - ¿para qué volvió?, ¿Cómo te encontró?.

- Shadow, al parecer él me investigó al pie de la letra, y al descubrir que yo quería algo contigo fue por ella y la unió al juego. - respondió mostrando una sonrisa ladina. - ese día en la fiesta me amenazó con contarte eso si no me iba de la ciudad, pero no podía.

- ¿No podías?.- cuestionó tomando su mano para cruzar la calle.

- No, una vez le falle a alguien que confiaba en mi, no podía hacer eso de nuevo. - contestó llevándola a salvo al otro lado del cruce, deteniéndose con ella en la esquina que llevaba a su casa. - no podía hacerte eso a ti; por eso decidí quedarme y enfrentarlo, aunque la foto que enviaron realmente me hizo temblar, pero ahí fue cuando entendí una cosa, Shadow y yo no somos tan distintos. - Murmuró acercándose a ella y tomando su nuca. - ambos hacemos cosas locas por amor, y yo no estoy dispuesto a perder, no pienso dejarte caer nuevamente en sus brazos, eres mi obsesión, mi dulce premio al final de la carrera, y aunque suene mal lo digo porque este podría ser mi último recurso para demostrarte que estoy loco por ti, y que no me pienso apartar a menos que tú me lo pidas.

Acabó de hablar y tomó su mentón con fuerza para acercarla a él y unir sus labios, acorralando el resto de su cuerpo en la pared, sintiendo su sabor en su lengua una y otra vez.

- Es todo, ese maldito pagará hoy. - susurró con odio el azabache abriendose paso entre la gente y mirando fijamente a su objetivo, sin intención de tener piedad alguna con él.

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