XXI: Irrupción.

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- ¡¡Shadow!! - escuchó a lo lejos, sus orbes se iluminaron al escuchar esa voz, pues sabía muy bien a quién le pertenecía, alzó su rostro a través de los hombros de Sally y Scourge, quienes sólo tuvieron tiempo de voltear y esquivar.

El azabache había anticipado el golpe, pero lo único que pudo hacer fue apartar a Amy, quien andaba ahora detrás suyo, recibiendo directamente el golpe del rojo.

Sintió un fuerte agarre por debajo de sus axilas y luego sintió la elevación, su oponente dio una media vuelta y luego lo dejó caer de cabeza directamente al suelo.

- ¡¡Knuckles!! - Gritó Amy tomando su brazo asustada, por un lado quería reír, pero por el otro tenía miedo, Shadow no dejaría las cosas así, nadie podía golpearlo sin tener consecuencias luego de hacerlo.

- Viejo, ¿estás bien? - cuestionó Scourge intentando ayudarle, pero antes de que pudiera hacer algo, su amigo se levantó de una y sacudió el polvo de su playera roja. - Buen golpe. - musito. - pero éste es mejor.

Y en un abrir y cerrar de ojos, Knuckles ya estaba rendido en el suelo, no había podido ver nada, sus ojos estaban abiertos de par en par; era sorprendente que un mobian tuviera tanta fuerza, dejó de respirar por unos instantes, su vista se nubló, el cuerpo entero le hormigueaba y tardó un par de minutos en recobrar la respiración; había perdido, quería ser el héroe, pero terminó siendo otro perdedor una vez más.

Los dientes de Shadow estaban apretados y su boca dibujaba una mueca de disgusto, más ese temple cambió; sus orbes se encontraron con los de Rose, ella lo veía de arriba a abajo de nuevo, conocía la mirada, sus ojos estaban abiertos de par en par y su piel se veía algo pálida, los labios le temblaban y sus rodillas igual, lo sabía, ese era el sentimiento de temor, el temor que su presencia le causaba a Amy Rose.

Él parecía entenderlo todo, así que intentó acercarse con cautela, tenía una mirada arrepentida y su manos flanqueaba un poco, más no se detuvo, se agachó y arrimó su brazo, ella miró la mano, por instinto se alejó, más él sabía que no le temía, no tenía porque, jamás le haría daño, no a ella.

Ella la tomó dudosa y se puso de pie, luego observó como Scourge y el erizo plateado de la entrada ayudaban a su amigo a levantarse y lo llevaban hasta un sofá.

- Shadow... - susurró.

Más, aunque él lo quisiera, esa era la única palabra que le daría, pronunciaría nuevamente su nombre, pero no con alegría o con sorpresa, no, esta vez era con desilusión.

" - Nunca espero nada de ti, Shadow, sin embargo... siempre logras desilusionarme."

Recordó vagamente mientras la veía desaparecer.

- Cariño, pudiste venir

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- Cariño, pudiste venir. - gritaba Rouge eufórica al ver al azul entrar, aunque quizá algo se movía dentro de ella, puesto que su primera intención era capturarlo y llevarlo a la habitación.

- Me pediste que viniera. - respondió con tono normal, aunque muy en el fondo estuviera incomodado.

- Fantástico. - interrumpió María. - Por qué yo se de alguien a quien querrás ver.

Insinuó, y sin tener que decir más pudo observar como los ojos del azul se movían por todo el lugar hasta poder centrarse en el fondo de la casa, en donde pudo ver los bellos cabellos de rosa pastel anunciando su objetivo.

- Ella está aquí. - susurró con un sonrojo evidente.

- Si, lo está. - respondió Rouge de forma cómplice.

- Ve por ella, Sonic. - insistió Tails.

- Si, Sonic, no querrás perderla de vista. - respondió Rouge con tono juguetón.

Claro que era amiga de Amy, pero también adoraba ver el mundo arder, obviamente, sin salir chamuscada.

Claro que era amiga de Amy, pero también adoraba ver el mundo arder, obviamente, sin salir chamuscada

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- Ese sí que fue un buen golpe. - dijo Blaze mientras veía como el chico plateado se la pasaba flotando en la esquina de la habitación, los había ayudado antes, más luego no dijo palabra y permaneció ahí.

- ¿Por qué lo hiciste? - reprochó Amy asustada - ¡¡Pudo haberte matado!!

- Pero no lo hizo, y eso es lo que importa. - recordó Mighty, él odiaba las peleas, pero en su interior sentía rabia e impotencia, Knuckles era el chico más fuerte que conocía, si Shadow lo había derribado, él no tendría oportunidad alguna.

- Amy. - codeó Cream al ver quien se acercaba, la mirada de todos se dirigió al de en frente, pero a veces iba a Amy, quien fue dirigida en dirección al chico por un empujón.

- Hey. - saludó evidentemente nervioso.

- Hola. - respondió ella acomodando su cabello por detrás de su oreja.

- ¿Vienes conmigo? - preguntó.

Entonces retrocedió.

- Lo siento, no puedo. - dijo - Shadow... Knuckles está mal... - añadió sin querer dar detalles, no sabía cómo reaccionaría, y, por esta noche, quería evitar los problemas.

- ¿Bromeas?, estoy bien - indicó poniéndose de pie, pero, por el contrario, casi cae de cara, de no haber sido por el desconocido lo habría hecho, su poder turquesa lo rodeo y luego de eso lo devolvió a su lugar.

- Ve con él. - le dijo. - yo lo cuidaré. - Animó por primera vez ese chico misterioso, claro que no lo conocía y no deseaba dejar a su amigo con alguien de quien no se fiaba. Pero antes de que pudiera diferir, sus amigos la empujaron lejos de ese lugar, chocando con el pecho de un Sonic tan sorprendido (pero alegre) como ella.

._._._._._._._._.

- Están juntos.

- ¿Es hora? - preguntó.

- Es hora.

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𝔅𝔲𝔱𝔱𝔢𝔯𝔣𝔩𝔦𝔢𝔰  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora