P.O.V Lauren
Estaba impaciente porque el timbre sonara de una buena vez. Normalmente le molestaba ese ruido. Sentía como si le estuvieran taladrando los oídos. ¿Ahora? Era lo único que deseaba, pero parecía que mientras más lo quería, más eterna se hacía la hora. Podía dar fé de que era cierto eso de que cuando no querías algo llegaba rápido, pero cuando lo esperabas se sentía como si tardara siglos. No era que realmente quisiera irse, no. Más bien quería salir huyendo despavorida. Sí, esa era la mejor definición. ¿La razón? La preciosa castaña sentada enfrente de su escritorio, con las sexys piernas cruzadas, una faldita que se le subía un par de centímetros más cada tanto, una blusa ligeramente escotada con un lindo estampado de rayas, y sobre todo, lo que más provocaba a Lauren; que estuviera mordiendo el borrador de su lápiz cada tanto, cuando parecía especialmente concentrada en algún ejercicio. Le recordaba cosas no muy puras precisamente, como que apenas el día anterior por la mañana había tenido esa misma boca alrededor de su lolito, y vaya que lo había disfrutado, pero en ese momento se sentía más que culpable por ello. Ahora, ¿Lo que le impedía salir corriendo? No lo sabía con exactitud. Quizás se tratara de la misma castaña al fin y al cabo, y el hecho de que sentía que esta le debía más de una explicación.
¡¿Por qué rayos no le había dicho que era menor de edad?! Por dios, ¡Podía ir a la cárcel! No, definitivamente iba a acabar en la cárcel. ¡Se había metido con una niña! Bueno, no era que Camila fuera precisamente una niña, pero eso no quitaba el hecho de que para ella, sí que lo era. Si estaba en su clase significaba que no tenía más de 16 o 17 años. Ay dios, ¿Qué había hecho? Lauren ya hasta estaba enumerando sus múltiples delitos cometidos en apenas una noche; acostarse con una chica, que al final había resultado ser virgen, menor de edad, y para colmo, su alumna. ¡¿Qué parte de todo eso estaba bien?! Y aún así, por muy mal que se sintiera, lo peor era que estaba segura de que sería perfectamente capaz de volver a reincidir en lo mismo. Bastaba una mirada de Camila, una sonrisa, un roce o un beso, para que ya la tuviera a sus pies. ¿Cómo iba a poder resistirse a eso?, ¿Pidiendo un cambio de grupo? No, eso era muy sospechoso. Seguramente le preguntarían porqué quería sacar de su clase a una alumna que recién había ingresado y que además, no le había hecho nada. Nada malo dentro de lo académicamente hablando claro, porque no creía que follar entre ambas y luego enseñarle a la latina cómo darle una mamada estuviera entre lo que la escuela permitía, pero tampoco entre lo que podía decir, al menos no si no quería acabar entre rejas.
—¿Lauren?…
Ay cielos. ¿Cuál sería la mejor solución exactamente?, ¿Pedir un traslado para ella y que la enviaran a otra escuela?, ¿Irse de la ciudad? No, no. No sería suficiente con nada de eso. En todo caso tendría que irse a un lugar donde nadie supiera lo que había hecho. La idea de mudarse del país no la hacía muy feliz, pero tal vez la India, China o Japón serían buenos destinos. ¿Pero…cómo llegaría allí exactamente? No tenía dinero ahorrado. Bueno, un poco, pero estaba segura de que no le alcanzaba para hacer un viaje a ninguno de esos lugares, y menos para quedarse a largo plazo allá.
—¿Lau?…
Pensándolo bien, salir del país era mala idea. No, ella no era de las que huían de los problemas. Sabía que lo que hizo estaba mal, he iba a enfrentarlo como una adulta y a pagar por ello. Sí, saliendo de la escuela iría directo a la comisaría más cercana, confesaría sus crímenes, y luego soportaría la sentencia que le dieran. Era lo mejor, como cuando te arrancabas una curita de una para que no doliera tanto. Todo problema tenía una solución, en este caso, lo mejor era hacer lo correcto y entregarse. Aunque…la idea de una vida en prisión tampoco la emocionaba tanto. ¿Pero entonces qué hacer?, ¿Casarse con Camila? Bueno, le había quitado la virginidad, así que técnicamente, lo más "correcto" no era entregarse, sino pedirle que fuera su esposa y hacerse responsable, ¿No? Pero aún estaba el problema de que Camila era menor de edad. ¿Cómo haría para casarse con ella entonces?
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Bésame o di "basta" (Camren G!P)
FanfictionLa profesora Lauren Jauregui tiene su vida perfectamente planeada. Sabía lo que iba a estudiar, a lo que se iba a dedicar, creía conocer a la perfección a la mujer con la que se iba a casar, y ya tenía en mente el nombre de su primer hijo, tanto si...